Quintanilla se reencanta con la moto y renace más fuerte tras su lesión
DEPORTES. Luego de siete meses sin competir tras el accidente sufrido en Perú, el piloto viñamarino viene de ganar el Atacama Rally, tercera fecha del Mundial de Rally Cross Country, y acelera con ilusión hacia el Dakar 2020.
Contra todos los pronósticos, Pablo Quintanilla fue amplio dominador en el desierto de Atacama y se adjudicó la tercera fecha del Campeonato Mundial de Rally Cross Country. Nadie, ni él mismo, se lo esperaba.
Después de la grave fractura de tobillo sufrida en Perú en el Dakar 2019, el objetivo del piloto viñamarino no era otro que reencantarse con el desierto, los terrenos ásperos y la velocidad. En definitiva, volver a encender su pasión por las motos y dejar atrás los fantasmas del accidente que lo había dejado poco más de siete meses sin competir en el más alto nivel.
"Jamás me imaginé, jamás pensé que iba a ganar", reconoce el corredor del Team Husqvarna, agregando que "con el pasar de los días me fui sintiendo cada vez mejor, cada vez más cómodo, con más confianza arriba de la moto, y terminé ganando la carrera, así que imagina lo contento y lo motivado que estoy para el futuro".
Pero fuera de los resultados y el rendimiento, quizá lo que más satisfacción le da a "Quintafondo" es que no afloró en su mente el temor de volver a caerse de la moto. "Nunca sentí miedo ni me acordé del accidente", asegura.
Quintanilla recuerda que al ganar la primera etapa se dio cuenta que estaba con ritmo de punta y eso, sumado a la intensidad de la carrera, le entregó una enorme dosis de motivación. Y así, con un buen "feeling" sobre la moto, logró ganar tres de las cinco etapas del Atacama Rally. Un regreso en gloria y majestad para el viñamarino.
Pese a ello, una cosa es cierta: permanentemente tuvo que convivir con el dolor. Cada día comenzaba bien, sin molestias, pero con el transcurso de los kilómetros se hacían sentir con fuerza.
"Lo manejaba tratando de no pensar mucho en el dolor. Trataba de alimentarme todo el rato de esa sensación de estar pasándolo bien arriba de la moto, que estaba haciendo una buena navegación, que estaba con buen ritmo, que estaba como me sentía antes, y eso me ayudaba a sobrellevar ese dolor", confiesa.
De todas formas, clave fue el trabajo de su grupo de kinesiólogos. Cada mañana le preparaban el pie antes de la carrera, y después de cada etapa sometían a Quintanilla a una recuperación de cuerpo completo pensando en el día siguiente, bajando cualquier tipo de hinchazón y apaciguando dolores y molestias.
Actualmente, a varios meses del grave accidente sufrido en el desierto peruano, "Quintafondo" considera que son las adversidades las que más van marcando a las personas y a los deportistas. El viñamarino estima que la lesión le permitió conocerse más a sí mismo y darse cuenta de su fortaleza mental. Hoy se ve un piloto más fuerte que antes, y también más preocupado de los detalles. Pero la gran lección es saber tomarse las cosas con más calma, incluso bajo la moto.
"Algo que me sirvió mucho fue el correr tranquilo, preocuparme de disfrutar por sobre el rendimiento, y finalmente me terminé dando cuenta que corriendo así corro más cómodo y lo paso bien, no tuve esa presión de buscar resultados, entonces me dediqué a disfrutar", sostiene.
Si hasta el propio Pablo Quintanilla se vio sorprendido con su rendimiento en el desierto de Atacama, el resto de los pilotos sencillamente no lo podía creer: pocos son los que han vuelta de esa forma tras una lesión tan grave. Y por eso el Team Husqvarna festejó la carrera efusivamente.
"Al equipo le reafirma que estoy vigente, que vengo saliendo de una lesión, pero vengo con buen ritmo, con muchas ganas, y nos espera un gran futuro", explica "Quintafondo", agregando que "saben que soy comprometido, responsable, que trabajo duro, y una vez más les demostré que cuando me propongo algo, lo hago bien, con cien por ciento dedicación y ganas, con las mismas ganas que lo he hecho desde que partí".
Esa misma energía, intensidad y pasión por su trabajo que a principios de octubre lo llevará a Marruecos a correr en la última fecha del Campeonato Mundial, aunque Quintanilla avisa que no arriesgará de más.
"Me lo voy a tomar con más calma, es una carrera muy peligrosa. No estoy peleando nada, ningún puesto, y no es necesario ir a buscar un resultado y poner en riesgo una buena participación en el Dakar", reflexiona.
Hoy el foco del piloto viñamarino está en Arabia Saudita, pese a que, al menos por ahora, todavía no está pensando en un resultado, sino que en terminar bien su rehabilitación para así poder acelerar a fondo en el Dakar 2020.
El Dakar 2020, "una gran aventura"
Con mucha incertidumbre el mundo del motociclismo aguarda por el Dakar 2020, que dejará después de largo tiempo Sudamérica para correrse íntegramente en Arabia Saudita, haciendo su debut en Asia. "Es una sorpresa para todos, hay varias cosas que están en el aire todavía por un tema de leyes, de cultura", comenta Pablo Quintanilla, pensando en que quizá habrá que cambiar formas de trabajar y de vivir dentro y fuera del vivac. Pese a ello, afirma que "va a ser una carrera larga y súper completa, un terreno bien variado. Va a ser difícil, en un terreno nuevo para todos. Será una gran aventura".
"Reafirma que estoy vigente, que vengo saliendo de una lesión, pero con buen ritmo, con muchas ganas, y que nos espera un gran futuro".
Pablo Quintanilla, Piloto del Team Husqvarna
3 al 9 de octubre se correrá el Rally de Marruecos, última fecha del Campeonato Mundial de Rally Cross Country.
17 de enero del 2019 la fecha en que Quintanilla se accidentó en la última etapa del Dakar en Perú.
3 de 5 etapas ganó el piloto viñamarino en el Atacama Rally, sacándole 3'56" al británico Sam Sunderland.
5 de enero arrancará el Dakar 2020, que se correrá íntegramente en Arabia Saudita, en su debut en Asia.