Pamela Boltei
La alcaldía viñamarina lleva a cabo un ambicioso plan para reactivar las faenas pendientes del Teatro Municipal durante mediados de noviembre y así no retrasar la entrega del inmueble, que estaba fechada para el primer trimestre del próximo año.
Junto a esto, estableció el compromiso de pagar los sueldos a todos los trabajadores y subcontratistas a quienes se les debe dinero, en el mismo plazo.
El 4 de octubre la alcaldesa Virginia Reginato envió una orden de servicio al director de Secpla, Pablo Rodríguez, donde "se le instruye elaborar un cronograma o carta Gantt que incorpore la totalidad de las actividades necesarias para solucionar a la brevedad las obligaciones laborales y previsionales incumplidas, así como la liquidación completa del contrato de obra".
Pues bien, se conformó un equipo de diez personas, quienes se dividieron las tareas jurídicas y de obras. El grupo está siendo coordinado por el administrador municipal Claudio Boisier y este lunes presentaron el cronograma tentativo a la jefa comunal. Mañana se reunirán para revisar los cambios y el jueves de la próxima semana se hará una nueva presentación con una carta Gantt definitiva.
En el aspecto de la construcción, el administrador explicó que se están programando las obras pendientes para el 15 de noviembre, y si se puede antes. Se trata de siete partidas, entre obras civiles, electricidad, ascensores, climatización, agua potable y alcantarillado y las instalación de las puertas restantes, las que suman un costo de $529 millones.
"Mantener plazos"
"Se está trabajando a full en la programación de estas partidas pendientes, para llegar como plazo máximo, en los primeros días de marzo con el término completo de las obras pendientes. Se hará todo lo posible e imposible por mantener los plazos", dijo Boisier (en entrevista a este Diario antes de conocerse el cuestionamiento que se detalla en el recuadro).
En el ámbito jurídico, sostuvo que "con una tremenda inversión como la que se estaba haciendo, hay muchos aspectos a cerrar como hacer efectiva la garantía, trabajar con las retención de la empresa para enfrentar eventualidades como ésta, hay que liquidar a los trabajadores que pueden tener cosas pendientes, pues somos responsables solidarios y no sólo con los trabajadores directos de los contratistas, sino que también con los subcontratistas".
Eso -aseguró- se va a hacer con los recursos de la garantía, que son sobre $300 millones. Se tiene que liquidar a todos los trabajadores, con sus remuneraciones pendientes y finiquitos".
Entonces, ¿cuándo se reactivan las faenas? ¿Se hará a través de licitación pública o contratos directos? ¿Cuándo se pagará a los trabajadores? Boisier contestó que "la idea es que la mayoría de las obras puedan realizarse a través de contrato directo, porque es más rápido, pero todo esto tiene que enmarcarse dentro del contexto legal. El equipo jurídico tiene que definir, de las partidas que están pendientes, cuáles pueden hacerse con trato directo, lo que tiene que ver con los montos involucrados y la complejidad de la partida. Ya hay un plan, faltan los ajustes".
En tal sentido, manifestó que "la idea es que se parta lo más pronto posible". Por ejemplo, en términos tentativos, el finiquito de los trabajadores del contratista debería estar finalizado "la primera semana de noviembre, y en fecha parecida con los subcontratistas. Las obras de climatización, ascensores y agua potable podrían partir antes del 15 de noviembre", previa aprobación del Concejo Municipal y firma de decretos correspondientes.
"Se comprometió a que esta obra cumpliera los plazos y poder en marzo, en el primer trimestre del próximo año -después de 10 años- tenerlo funcionando y así va a ser", aseguró.
"La idea es que la mayoría de las obras puedan realizarse a través de contrato directo, porque es más rápido"
Claudio Boisier, Administrador municipal
Reportaje cuestiona adjudicación a dos empresas de audio e iluminación
Un reportaje de Radio Biobío cuestionó la adjudicación a dos empresas de sistemas de audio, iluminación y tramoya en el Teatro Municipal, exponiendo que el administrador municipal, Claudio Boisier, fue juez y parte al firmar la propuesta del equipo de evaluación de la licitación y luego al poner su rúbrica -como alcalde subrogante- en el decreto de adjudicación. Biobío menciona que según una demanda de otra empresa que no ganó el contrato, la municipalidad tomó la decisión "pese a que una de ellas no entregó ni siquiera su RUT en la documentación administrativa correspondiente y no se calculó apropiadamente el costo final del proyecto, el que llegará a los $ 2.100 millones (considerando que el proyecto es de $1.400 millones)". El abogado municipal, Pablo Staig, dijo que Boisier, como alcalde subrogante, "se limitó a firmar el decreto que promulgó el acuerdo del Concejo respecto de la adjudicación, no a decidir respecto de la materia", que "no hay ningún valor mayor que esa cifra (los $ 1.400 millones)", y que la oferta de la demandante no cumplió las bases porque "presentaba incumplimientos técnicos en cuanto a los equipos". El abogado Juan Carlos Manríquez explicó que "no necesariamente comete delito (Boisier). Sin embargo, desde el punto de vista administrativo, el principio de prudencia y abstención habría recomendado que él se abstuviera de adjudicarlo. Puede ser, eventualmente, reprochado desde el punto de vista administrativo".
$ 529 millones es el monto que costarán las siete partidas que restan para terminar la obra del teatro.
$ 120 millones aproximados es el monto que se adeuda a los trabajadores contratistas y subcontratistas.