Cómo telón de fondo del escenario de crisis social que se arrastra por casi tres semanas, aparecen hoy los incendios forestales. Fuego en la ciudad y fuego en el campo. En ambos casos hay amenazas a las personas y sus bienes y se hace necesario disponer de medios para controlar las llamas.
Conaf ha dispuesto medios terrestres y aéreos, mientras Bomberos debe asumir una doble tarea: trabajar en un terreno ya conocido, como son los siniestros forestales, y más allá de esa lamentable rutina, actuar en medio de la compleja situación asociadas a las demandas sociales acompañadas muchas veces de incendios provocados para causar daño directo o levantar barricadas para detener el tránsito.
Se informa que este trabajo ha significado a Bomberos, solamente en Valparaíso, atender 274 casos en un ambiente a veces hostil, donde la tarea de los voluntarios en ocasiones es dificultada, llegando hasta la agresión. Es el caso de las graves lesiones que sufrió el tercer comandante del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar cuando fue atacado el vehículo en que se dirigía a atender un siniestro.
Como rechazo a la conducta de estos "pirómanos de alma", están las últimas encuestas que sitúan a Bomberos con la más alta calificación entre las instituciones del país.
Pero no basta únicamente con dar buena nota a los voluntarios; se deben acoger sus demandas de recursos y también prestar, además de asistencia en caso de lesiones, apoyo psicológico tras largas jornadas de lucha contra las llamas y cobardes enemigos que se esconden tras capuchas o multitudes.
Para Bomberos, el retorno a la normalidad, deseo mayoritario de la población, no significará tranquilidad, pues el fuego forestal no cede y, pese a los esfuerzos, ya ha consumido más de 300 hectáreas en las cercanías del tranque La Luz, sector Placilla. Se ataca ese foco en un estado de alerta permanente.
Y en esta tarea se debe destacar también el trabajo de Conaf, cuyos medios aéreos son fundamentales para atacar el fuego en aquellos lugares donde el acceso de vehículos o personal es imposible. Ese medio de trabajo se debe mantener e incrementar, pues la amenaza subsiste debido a la sequía que afecta a gran parte del país y al aumento de las temperaturas. No se puede descartar en este cuadro la acción humana. Frente a esta amenaza hay responsabilidades no sólo de Conaf y de Bomberos; también la comunidad puede aportar limpiando espacios potencialmente favorables para la propagación del fuego y facilitando la labor de quienes concurren a combatir la emergencia, despejando rutas y rechazando cualquier intento de ataque contra quienes acometen el arriesgado trabajo de sofocar las llamas.