Cristián Rojas M.
Sólo dos días alcanzaron a estar los auditores enviados desde Santiago por el Ministerio de Salud para analizar la situación del Hospital Carlos van Buren, de Valparaíso, tras la denuncia hecha por el director del recinto en cuanto a una grave falta de financiamiento que se ha traducido en carencia de insumos para los pacientes e incluso en postergación de operaciones. Ambos dimitieron luego de que todos los gremios que trabajan en el centro asistencial les entregaran una carta en la que exigían su salida, por considerar que su trabajo no está orientado a resolver el problema, sino a buscar represalias por dicha denuncia pública.
El representante de los dirigentes gremiales del Hospital Van Buren, Raúl Delgadillo, expuso que "estamos pidiendo la salida de los dos interventores que están en este hospital, que fueron enviados por el ministro de Salud, Jaime Mañalich. Ayer (miércoles) encaramos a estos dos interventores y les preguntamos por qué motivo están en este hospital, si ya dos diputados habían puesto una denuncia en Contraloría para poder hacer una auditoría acá y en el Hospital Gustavo Fricke".
A juicio de los funcionarios, "esta intervención no es más que una cacería de brujas porque nuestro director, el doctor Cancino, fue capaz de denunciar la falta de presupuesto para el Hospital Carlos van Buren, la falta de insumos que hay. El ministro, de una forma mañosa, envía al subsecretario de Redes Asistenciales, el cual se esconde en la Dirección del Servicio de Salud Valparaíso San Antonio para dar un punto de prensa diciendo que en nuestro hospital las bodegas se encuentran llenas totalmente de insumos, y eso es categóricamente falso", recalcó el dirigente.
Renuncia de mañalich
Al respecto, detalló que "nuestro hospital ha tenido que empezar a hacer trueques dentro del hospital para poder atender como corresponde a los pacientes, se ha tenido que suspender operaciones y eso es lo delicado de esta situación, ya que la atención nuestra no es como cualquier rubro. Es por eso que le pedimos al ministro Mañalich que si no es capaz de dirigir esta cartera, dé un paso al lado, si no es capaz de poder venir a conversar, a dialogar con los representantes de los trabajadores y nuestro director, es por eso que pedimos, una vez más la salida del ministro Mañalich".
Delgadillo advirtió que la exigencia de conversar con Mañalich es una demanda transversal de todos los gremios de la salud, por lo que si no se abre al diálogo debería renunciar, y si no lo hace podrían tomar medidas como "un paro prolongado o simplemente dejar turnos éticos en los servicios correspondientes. En estos momentos nos encontramos movilizados para demostrar, una vez más, la capacidad de diálogo que tienen estos dirigentes gremiales, junto con el Colegio Médico, para poder avanzar en esta situación y que de una vez por todas haga llegar los recursos, ya sea el ministro Mañalich, el ministro de Hacienda o la Dirección de Presupuestos".
"cortina de humo"
Por su parte, la secretaria regional del Colegio Médico, Silvia Martínez, quien lleva más de 30 años trabajando en el Hospital Carlos van Buren, planteó que la llegada de los auditores es una "cortina de humo que tira el señor Mañalich para tapar el problema real que tenemos todos los servicios de salud, todos los consultorios, que es la falta de financiamiento. Es un problema estructural, y mientras no se resuelva eso, no va a haber posibilidad de resolver nada; esto es solamente una pérdida de tiempo".
Martínez destacó que "esa reforma estructural tiene una solución planteada por el Colegio Médico nacional y regional, son cuatro puntos muy claros que se han hecho públicos a la ciudadanía y a las autoridades de salud, y consisten esencialmente en subir el PIB (Producto Interno Bruto) dedicado a Salud a un 6%, que es el valor a nivel internacional; aumentar el per cápita para las APS a lo menos a 10mil pesos -actualmente es $6.300-; resolver un problema absolutamente importante que tiene que ver con la Constitución, en donde no se asegura la salud a los habitantes de este país, sino que el acceso, pero no la salud en sí; y un seguro universal solidario y único, para que ese dinero vaya a la salud".
Para la dirigenta, el ministro Mañalich "no es un interlocutor válido, él ha desconocido la crisis de este hospital y de la salud de este país".
Luego de hablar con la prensa, los dirigentes fueron a la oficina donde se encontraban los dos auditores para entregarles la carta (ver recuadro) en la que detallan las razones por las que exigen su salida, y verbalmente también se lo solicitaron, tras lo cual el auditor Juan Leiva, que fue el que la recibió y tomó la palabra, les aseguró que se iría.
No buscaba responsables
Una vez que los funcionarios se retiraron de la oficina, Leiva explicó a este Diario que "la auditoría no tiene ningún fin de buscar responsables ni nada de eso, solamente era hacer un levantamiento para ver dónde se producían los problemas, porque hay cosas que no dependen del Ministerio de Salud, entonces era súper importante determinar por qué se producían".
Al respecto, precisó que el desfinanciamiento se produjo "porque hubo un cambio en la forma de trabajo de este año, pero que es ajeno al Ministerio de Hacienda. Por ejemplo, el asunto de tener que, a través del sistema Chilecompras, comprometer recursos para realizar las compras, y eso está indexado electrónicamente al sistema de contabilidad general de la nación, por lo tanto, en la medida que el presupuesto no alcance al 100% y se realizan compras para todo el año, eso bloquea los procesos de compra".
No pago a proveedores
Por otra parte, explicó que otra razón que influyó en la falta de recursos es "el mecanismo de los flujos de caja para pagar la deuda flotante. El Ministerio de Hacienda también tiene restricciones respecto a los movimientos de los flujos de caja, entonces en la medida que en la deuda flotante no haya suficiente flujo de caja para pagar facturas que vienen del año pasado, eso también complicó a los proveedores y algunos bloquearon el suministro porque no se les pagó a tiempo, pero eso fue también por un problema de cambio de modalidad".
Dicha información fue la única que alcanzaron a enviar al nivel central del Ministerio de Salud los dos auditores, antes que dimitieran de sus funciones en Valparaíso.
Expresan su repudio al ministro Mañalich
En la carta que entregaron los funcionarios del hospital a los auditores, titulada "Fuera los interventores ministeriales del Van Buren", firmada por los seis gremios que allí trabajan, exponen que el Ministerio de Salud y su titular, Jaime Mañalich no asumen "que la crisis que atraviesa el hospital se debe a que el propio Ministerio no ha transferido la totalidad de los recursos necesarios para el funcionamiento de nuestra institución", agregando que "repudiamos al ministro Mañalich por responsabilizar públicamente a los directivos y funcionarios del hospital de mala administración institucional, como una forma de justificar el inédito recorte presupuestario no planificado que ha sufrido el principal hospital de Valparaíso, y que para ello enviara entre gallos y medianoche al subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, hasta el Servicio de Salud Valparaíso San Antonio a mentir sobre la supuesta existencia de insumos acumulados en nuestras bodegas, la disponibilidad de presupuesto y adicionalmente amenazar con auditorías e investigaciones a nuestra institución, sin siquiera haber visitado el hospital o entrevistarse con los funcionarios".