"Tras los acontecimientos del último mes, el movimiento de carga ha caído más de un 12%"
En el marco del XXVIII Congreso de Puertos desarrollado en Miami, Estados Unidos, Francisco Javier González asumió como presidente para Latinoamérica y, además, como miembro del directorio de la Asociación Americana de Puertos (AAPA) para el periodo 2019-2020.
"Siento una gran satisfacción y compromiso para trabajar por el desarrollo portuario y para potenciar el comercio marítimo en América Latina y Estados Unidos", comentó el ejecutivo, abogado de la PUC con una amplia trayectoria como presidente y director de diversas empresas públicas y privadas. Entre ellas el Puerto de Arica del cual fue titular por 10 años. También fue miembro del consejo directivo del Sistema de Empresas Públicas (SEP).
"Mi mayor esfuerzo va a estar dirigido a promover mejores prácticas de sostenibilidad a nivel latinoamericano. La idea es pasar del enfoque limitado a la responsabilidad social, como una actitud reactiva o meramente compensatoria y que muchas veces considera el entorno como un problema, a un enfoque de sostenibilidad como una actitud tendiente a compartir valor por convicción y que considere el entorno como una oportunidad. Por años las condiciones de transporte y acopio en nuestros puertos han dejado huella. Y el mundo reclama esto", señala González, que también sabe que el cambio climático es otro tema ineludible.
"A nivel global, los deshielos van a traer un cambio total en las rutas de navegación, en las distancias (...) A nivel local, estamos viviendo un fenómeno climático de marejadas inusual que impacta mucho porque obliga a los cierres de puertos. En fin, tenemos que preparar y transformar nuestros puertos a los desafíos de la crisis climática. El reto es enorme pues se trata de temas de los que se habla mucho, se hace poco y se mide casi nada. Este es el momento de actuar.
-¿De qué forma aprecia el estado del sistema portuario en el país, sobre todo en materia de infraestructura?
- Estoy convencido que Chile ha tenido un modelo bastante exitoso. Nuestro comercio circula alrededor de 120 millones de toneladas al año, dentro de las cuales casi un 95% pasa por puertos marítimos. Nuestra arquitectura portuaria es mixta.(...) Obviamente tenemos que pensar en mejoras. Por ejemplo, la concesión de un frente de atraque puede durar actualmente hasta 30 años. Tenemos que reflexionar acerca de si no será aconsejable extender las concesiones a 40 años. También percibo cierta timidez en usar un mecanismo que está implícito en todos los contratos de concesión que es el valor residual, que se reconoce al concesionario cuando invierte en obras necesarias más allá de las inversiones obligatorias del contrato y que el Estado no puede financiar en el corto plazo pero que obviamente dan competitividad a los puertos. Pienso que los concesionarios son quienes mejor pueden determinar cuándo se hace necesaria una inversión en infraestructura portuaria.
- Se ha hablado de usar el Fondo de Infraestructura. ¿Qué piensa?
- Tampoco descarto que se explore el Fondo de Infraestructura, el cual fue creado por ley y no está, como se piensa, reservado exclusivamente a concesiones de carreteras. El concepto de infraestructura es amplio e incluye a los puertos y ferrocarriles.
CRISIS SOCIAL
- ¿Cómo ha visto el desarrollo de la actividad portuaria en el marco de la crisis social que está viviendo el país?
- Bueno, es difícil predecirlo. En Chile veníamos con buenas y sostenidas tasas de crecimiento. Normalmente se dice que la actividad portuaria crece algo así como el doble del PIB. Chile crecerá este año algo así como un 1 %, sin embargo, la actividad portuaria ha caído alrededor de un 7%, hasta octubre. Y en noviembre, tras los acontecimientos del último mes, el movimiento de carga, comparado con noviembre del año pasado, ha caído más de un 12%. Creo que esta es una noticia en desarrollo. Esperemos que sea algo transitorio y recuperemos el ritmo que veníamos mostrando.
- Hace poco Inchcape Shipping, representante de las principales líneas de cruceros que llegan al país, manifestó su preocupación por la atención de los cruceros en San Antonio dada las paralizaciones. ¿Ve en riesgo la industria de cruceros?
- La información que tengo es que la temporada 2019 - 2020 en Chile ha sido muy exitosa a pesar los acontecimientos del último mes. Hemos tenido sólo un evento en el que se canceló una recalada, en el Puerto de Coquimbo. Es más, en comparación con temporada anterior, se espera un aumento de recaladas y llegadas de pasajeros más tripulantes de un 18% aproximadamente. Se espera incluso que la temporada 2020-2021 sea mejor aún. Por lo tanto, para el corto plazo no se aprecian riegos en la industria debido a que los pasajes se venden con una anticipación de al menos dos años. Si los acontecimientos que hemos vivido son transitorios, no debieran observarse efectos de gran relevancia en la industria.
- Y en el caso de Valparaíso, ha habido un incremento de recaladas, pero no logra recuperarse de la fuga de cruceros.
- Bueno este es un tema muy sensible. En el mundo entero los cruceros tienen preferencia para la recalada por sobre los buques con carga. En el puerto de Valparaíso también era así hasta el 2016 (...) Desconozco las razones de por qué el Puerto de Valparaíso aprobó el 2016 la modificación del Manual de Servicios de su concesionario del frente de atraque N°1, muelle que recibía el 80% de los cruceros de Valparaíso, los de mayor envergadura, quitando la preferencia que existía la recalada de pasajeros. En estas circunstancias, sin existir un muelle especial para cruceros y sin gozar de prioridad alguna en el sitio multipropósito, es esperable que las líneas de cruceros no recalen en Valparaíso. La industria de cruceros programa sus recaladas con un par de años de antelación. Deben tener ciertas garantías. Es un estándar mundial de la industria. En eso en Valparaíso ha habido cierta desprolijidad y es muy lamentable, por todas las cuantiosas inversiones que se han hecho en infraestructura para recibir a los cruceristas.
PGE Y TERMINAL DOS
- ¿Teme que la baja en el crecimiento económico del país termine afectando las inversiones en materia portuaria como, por ejemplo, el PGE de San Antonio o el Terminal Dos en Valparaíso?
- Sería muy aventurado sacar conclusiones anticipadas. Ambos proyectos están avanzando y superando las dificultades propias del tamaño y envergadura de estas inversiones. Y es muy importante avanzar sin pausa. También es imperioso llevar a cabo, a tiempo, los procesos de licitación de las concesiones de San Antonio que vencen el 2030, me refiero a TOS, Panul y STI. La zona central es crucial para Chile. Entre Valparaíso y San Antonio se concentra el 54% de la transferencia carga de contenedores a nivel nacional.
- En un contexto amplio, ¿cómo ve ambos proyectos?
- El Terminal 2 de Valparaíso, implicará una inversión de más de US$ 500 millones y tendrá una capacidad de 1.150.000 Teus al año, y está contemplado para el 2021. Por la otra, el Puerto Exterior de San Antonio, implicará una inversión de más de US$ 3.200 millones, de la cual un 25% será inversión pública, contemplando la construcción de 2 frentes de atraque independientes, con terminales de 3.000.000 de Teus al año. Este terminal tiene meta de inicio de operaciones el 2027 lo cual coincide con las necesidades de infraestructura de mantenerse el nivel de crecimiento de la carga que veníamos teniendo.
- ¿Y cómo ha visto ambos procesos?
- Ciertamente, tengo algunas dudas de los ritmos por la incertidumbre que significa la obtención de la RCA en el caso de la licitación del T2 de Valparaíso. Lo mismo, aunque menos, respecto del Puerto Exterior de San Antonio considerando que aproximadamente el 2020 tienen que obtener la RCA y el 2022 tienen que licitarse las obras de abrigo y terminal. Pero hay que ser optimistas.
El contexto portuario latinoamericano
En el contexto latinoamericano, el directivo advirtió que la gran interrogante es cómo se avanzará en la próxima década. "Hemos vivido una mejora sustancial de la eficiencia técnica de los terminales de un 20% en el decenio 1999 a 2009 a un 40% en el 2010 a 2018 (...) Debemos acelerar el paso. Hay muchos desafíos para las autoridades portuarias en la próxima década. Se aprecia también una urgencia para disminuir el impacto en el medioambiente y se requiere uso de nuevas tecnologías en operaciones portuarias", aseveró. Asimismo, destacó que hay una agenda de concesiones o privatizaciones portuarias muy interesante que van a ayudar a cierta reactivación.
"Tenemos que reflexionar acerca de si no será aconsejable extender las concesiones a 40 años"