Amnistía acusa falta de protección de Brasil a indígenas
VIOLENCIA. Nuevo asesinato de joven de etnia Guajajara causa preocupación.
Amnistía Internacional (AI) dijo que Brasil, bajo el mando de Jair Bolsonaro, ha tenido una "grave falla" en la protección de los derechos humanos de los pueblos originarios, tras el asesinato de otro indígena de la etnia Guajajara, el cuarto en el último mes y medio contra miembros de ese pueblo.
Erisvan Guajajara, de 15 años, fue encontrado muerto el viernes en el municipio de Amarante, en el estado amazónico de Maranhao. Además de él, dos líderes de la etnia Uru Eu Wau Wau informaron haber escapado de una emboscada en su tierra en Rondonia, según un comunicado divulgado este sábado por AI.
Seguridad y territorio
"La escalada de violencia contra los pueblos indígenas en Brasil revela una grave falla del Estado brasileño para proteger los derechos humanos de sus pueblos nativos", señaló la organización internacional.
De acuerdo con AI, entre los derechos fundamentales que se han violado a estas etnias están el derecho a la vida, el derecho a la seguridad y el derecho al territorio, este último garantizado a los pueblos indígenas de Brasil por la Constitución y por numerosos tratados internacionales de los cuales el país es signatario.
Ante este escenario, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Brasil, Jurema Werneck, hizo un llamado para que el Gobierno del Presidente Bolsonaro y las autoridades "actúen de inmediato de manera adecuada y suficiente, para cambiar esta situación".
El pueblo Guajajara ha adquirido notoriedad internacional por la defensa que hace, por cuenta propia, de la Amazonía, para lo que ha creado grupos de "guardianes" encargados de fiscalizar y proteger el mayor bosque tropical del planeta.
El pasado fin de semana, dos miembros de este pueblo fueron asesinados a tiros y otros dos resultaron heridos mientras viajaban en una carretera de Maranhao, en un ataque cometido por desconocidos desde un vehículo. A principios de noviembre, Paulo Paulino Guajajara (26), miembro de los llamados "guardianes del bosque", murió en una emboscada perpetrada presuntamente por madereros ilegales.
"La escalada de violencia contra los pueblos indígenas en Brasil revela una grave falla del Estado"
Amnistía Internacional