Secciones

La ceremonia del Te Deum estuvo marcada por la escasa representación de la oposición

política. Miembros de la Concertación coincidieron en el análisis de Ezzati y pidieron "salir de la guerrilla".
E-mail Compartir

Unos cuatro representantes de la oposición participaron ayer en la ceremonia ecuménica de acción de gracias celebrada en la Catedral de Santiago, lo que fue criticado por algunos representantes del oficialismo.

Entre los asistentes estuvo el presidente del Senado, Camilo Escalona (PS); el diputado PS Juan Luis Castro; y el alcalde de Maipú, Alberto Undurraga (DC), quien pretende competir por un puesto en el Senado.

Castro lamentó la alta ausencia de miembros de su conglomerado, pero dijo desconocer las causas. "Me imagino que cada cual tendrá sus razones y la gente juzgará (...) Ojalá que las ausencias se transformen en presencia cada día más para superar la desconfianza", dijo el diputado. Castro agregó que hubo escasa participación de todos los sectores del Congreso, asegurando que eran tan sólo siete parlamentarios en total.

El diputado aplaudió la homilía del obispo Ricardo Ezzati sobre la crisis de confianza de las autoridades. Para él, los dichos del prelado son un llamado a "salir de la guerrilla".

"Todos hemos sido parte de esa guerrilla y hoy día lo que se nos pide es tener sintonía con la ciudadanía, dejar de conflictuarnos entre nosotros, dejar de mirar que solo en 40 días más hay una elección municipal y que cada bloque tienen que doblegar a uno y otro en cada comuna", comentó.

Alberto Undurraga explicó que la alta ausencia opositora se explica porque los dirigentes de la Concertación tienen menos puestos en las instancias formales, por lo que los asientos son reservados para los ministros y representantes de la Alianza. Además, recordó que los parlamentarios deben distribuirse en las ceremonias de sus distritos.

Añadió que hizo suya la homilía del obispo, "porque si hay problemas de confianza todos tenemos algo de responsabilidad en ello. Pero tengo esperanza, porque se puede cambiar. Cuando los países enfrentan crisis, enfrentan problemas, pueden realmente cambiarlo".

Escalona insiste

en la desigualdad

Camilo Escalona (PS) respaldó los dichos del obispo Ricardo Ezzati. "Hago mías sus palabras. La desigualdad nos aflige y eso carcome los corazones, eso es algo que tenemos que superar y será una larga tarea que traspasa las fronteras de un gobierno en particular", dijo. El parlamentario fue una de las autoridades principales por su condición de presidente del Senado.

Ezzati alerta que Chile sufre un "virus de desconfianza" y critica el lucro

te deum. Arzobispo de Santiago llamó a las instituciones a estar a la altura de las demandas sociales y pidió que recursos de la reforma tributaria se destinen a sectores más vulnerables.
E-mail Compartir

La falta de confianza en las instituciones políticas, las movilizaciones sociales, la educación, las desigualdades económicas y los casos de pedofilia en la Iglesia Católica y los establecimientos educacionales fueron los principales temas de la contingencia nacional que abordó el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, en el Tedeum ecuménico en la Catedral Metropolitana, que contó ayer con la presencia de las máximas autoridades del país, encabezadas por el Presidente de la República.

De acuerdo al análisis del arzobispo de Santiago, el país atraviesa por una profunda "crisis de confianza" tanto en el plano político como social, por lo que instó a los distintos actores a restablecer este principio, que es clave para que la sociedad avance.

"Hay menos desempleo, mayor estabilidad económica y mejores condiciones de vida para buena parte de la población (sin embargo), en vez de gratitud aparece una sensación de incomodidad e insatisfacción", indicó Ezzati.

Añadió que "una de las razones que está en la raíz de este malestar se debe a una crisis de confianza que se ha transformado en un virus omnipresente, que contagia las relaciones de nuestra vida familiar, social, política y eclesial".

Monseñor Ezzati advirtió que el riesgo de esta situación es que "la desconfianza corta la trama del tejido humano" y también "se presta para que aparezcan formas de violencia". "Este año lo hemos experimentado cruelmente en diversas formas de intolerancia y de discriminación y lo hemos sufrido en las calles de la ciudad", sostuvo. Por este motivo, llamó a trabajar en conjunto para "recrear una atmósfera de fe y benevolencia que permita (restablecer) la confianza mutua".

En el plano político, indicó que la "crisis de confianza en las instituciones" se debe en parte a que "se ha despertado una mayor consciencia de ciudadanía y de respeto por los derechos de todos, que se expresa en los movimientos sociales y en el nuevo protagonismo juvenil" y sostuvo que resulta "nocivo negarse a dialogar, limitándose a exigir e imponer intereses parciales", y llamó a "estar a la altura de las demandas sociales".

educación y desigualdad

Monseñor Ezzati descartó que exista una oposición entre la educación pública y la privada, pues sostuvo que "independiente de quién la imparta, la educación como tal es un bien público que la sociedad y el Estado deben cautelar".

También dijo esperar que los nuevos recursos que se recauden con la reforma tributaria "vayan en ayuda de sectores más vulnerables". Sin embargo, remarcó que más que los aportes económicos "lo esencial" en educación son los "contenidos, la calidad de los pedagogos y la restauración de un clima de confianza en que todos los miembros de la comunidad escolar puedan hacer su aporte para la formación integral de los alumnos".

Asimismo, apuntó que "hablar de gratuidad cuando se entroniza el lucro y la usura parecen frases ingenuas, hipócritas, que no calzan con el mundo real".

En su homilía, monseñor Ezzati también se refirió a las desigualdades económicas, señalando que existe un "comprensible malestar ante la distribución inequitativa de la riqueza, que produce desigualdades escandalosas, falta de oportunidades y hasta exclusiones de los beneficios logrados", y llamó a que la "derrota de la pobreza extrema" siga siendo prioridad en la agenda política.

El arzobispo de Santiago no eludió los casos de pedofilia al interior de la Iglesia Católica -como una de las causas de la desconfianza que existe hacia las instituciones-, y dijo que se trata de un tema "doloroso".

"Tanto el mundo de la educación como el religioso y eclesial se han visto golpeados por los casos de pedofilia y abusos sexuales, que todos conocemos. Ésta es una realidad que nos duele profundamente, sobre todo cuando estos casos involucran a personas consagradas a Dios y al servicio de los hermanos", afirmó.

No obstante, remarcó que la "la iglesia universal y local ha tomado medidas muy serias para enfrentar estos delitos" y pidió que "la misma energía que se ha usado para denunciar, se utilice también para reconocer y divulgar las medidas adoptadas por la jerarquía de la iglesia para erradicar estos males".

El Presidente llamó a la unión

La clase política coincidió con el análisis de monseñor Ezzati. El Presidente Sebastián Piñera dijo que si a los chilenos le preguntaran si hoy están mejor que hace dos años y medio, "yo creo que la respuesta sería "sí"", comentó. Sin embargo, pese a ello, reconoció que hay una "crisis de credibilidad y confianza". "Quiero pedirle a mis compatriotas que privilegiemos los valores que son fundamentales, la unidad entre todos los chilenos desterrando las divisiones y las luchas sin sentido y la paz entre todos los chilenos, uniéndonos contra todo tipo de violencia, venga de donde venga", dijo.

"Una crisis de confianza que se ha transformado en un virus omnipresente, que contagia las relaciones de nuestra vida familiar, social, política y eclesial"

Monseñor Ricardo Ezzati

Arzobispo de Santiago