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Un renovado Andrés Robles sorprende al reunirse con sus compañeros en Mantagua

fútbol. El defensa está en la etapa final de recuperación tras grave lesión. "Esta será una anécdota en mi carrera", afirma.
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Su presencia en Mantagua llamó mucho la atención. Andrés Robles trotaba por el extenso trazado de las canchas del complejo deportivo de Santiago Wanderers, en el que fue su reencuentro con el plantel porteño tras la grave lesión sufrida el pasado 14 de abril ante Palestino en La Cisterna, una rotura de ligamentos cruzados en la rodilla derecha que frustró todas sus ilusiones para este año.

Un episodio triste que el jugador de 18 años ha vivido en silencio en Santiago, con el apoyo del cuerpo médico de la Selección Nacional, pasando gran parte del tiempo en el complejo Juan Pinto Durán, mientras sufre a la distancia con el irregular andar del Decano, que lo tiene una vez más peleando por no descender.

"Estoy muy contento de volver a sentirme parte del club después de todo lo que viví, que fue muy complicado", reflexiona, asumiendo que su pesadilla está pronto a terminar, aunque se pronostica que aún le restan tres meses de recuperación. "Por suerte no he tenido contratiempos, así que ahora hay que ir paso a paso para volver a jugar", señala la promesa wanderina.

Con el paso del tiempo, el hijo del campeón del 2001, Héctor Robles, ha aprendido a convivir con el problema físico que le afecta, y hoy su mente está puesta en que este duro proceso termine de la mejor forma: "en un comienzo todo esto me afectó mucho, pero ya dejé eso atrás y sólo estoy enfocado en volver a jugar pronto".

"Espero recuperar mi buen nivel y demostrar que este problema será sólo una anécdota en mi carrera", complementa el zaguero, que antes de sufrir la grave lesión era una pieza fija en la oncena caturra y estaba muy cerca de ser transferido al Villarreal de España, en la que hubiese sido la venta del jugador más joven desde Valparaíso al exterior, pues en ese momento tenía 17 años y 11 meses.

Gran parte de los méritos sumados a su corta edad se deben a sus apariciones en las diferentes categorías de la Roja, donde curiosamente suma más presencias que en Wanderers, ya que con la camiseta verde ha disputado sólo 28 partidos. "Es cierto que he vivido más experiencias en la Selección que en mi club, donde siento que aún tengo muchas cosas por demostrar", asume.

De allí se explica la preocupación en el combinado nacional por su situación, ya que se está jugando su opción de estar en el Sudamericano Sub 20 de Argentina, que se disputará desde enero del próximo año.

CAMARÍN UNIDO

Al hablar sobre el presente de Santiago Wanderers, Andrés Robles confidencia que ha vivido esta campaña "con mucha tristeza porque uno es hincha del club y pertenece a este grupo de jugadores, además de sentir que uno podría aportar en este momento", aunque asegura que "mis compañeros están decididos a salvar al club de la situación en que está".

La esperanza en que se puede revertir este mal momento no oculta su preocupación ante el constante sufrimiento que ha vivido el club en los últimos años: "se ha dado siempre así, pero los más jóvenes queremos sacarlo de esto y hacerlo pelear instancias mayores", indica.

En cuanto al ambiente que rodea al club, recalca que "se ve un grupo muy unido, un camarín tranquilo y con muchas ganas de revertir esto. Todos están conscientes de que quedan sólo siete fechas y se está jugando por la permanencia. Confío en que mis compañeros sacarán esto adelante".

"Espero recuperar mi buen nivel y demostrar que este problema será sólo una anécdota en mi carrera"

Andrés Robles

Jugador de Santiago Wanderers

Castañeda celebra que Everton al fin pudo encontrar una formación estable

fútbol. Sin embargo, el DT advierte que el funcionamiento aún se debe mejorar.
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El actual plantel de Everton está conformado por aproximadamente 30 jugadores y de ellos sólo seis han estado presentes en más del 70% de los encuentros. Las lesiones, suspensiones y otras variables no le han permitido ni a Víctor Hugo Castañeda ni a Marco Antonio Figueroa ir repitiendo las alineaciones, sin embargo en esta racha de tres triunfos consecutivos las oncenas han sido prácticamente iguales.

En un total de 31 encuentros en lo que va de año, incluidos los de Primera B y Copa Chile, Gustavo Dalsasso y José Luis Muñoz son los únicos que han dicho presente en todo momento. En presencias le siguen Ángel Rojas con 28, Jorge Romo con 25, Marcos Velásquez con 23 y Maximiliano Ceratto con 22.

Desde la victoria ante San Luis el bloque defensivo se ha repetido con Dalsasso en el pórtico, Luciano Goux junto a Diego Reynoso como centrales, Yonathan Suazo por derecha y Velásquez por izquierda, pese a que en el último encuentro ante Magallanes Goux salió lesionado.

En el medio Francisco Silva y Nicolás Peñailillo han sido fijos, mientras que Romo, Fernando Saavedra y Ángel Rojas han alternado entre titularidad y banca. Javier Vatter no ha logrado convencer a Castañeda y Luis Acuña quedó fuera por lesión.

En delantera Mario Cáceres y "Ribery" Muñoz se han consolidado como dupla.

Esta situación no pasa inadvertida para el DT Víctor Hugo Castañeda quien valora que se repitan los nombres en sus oncenas. "Los nombres se están repitiendo porque afortunadamente los jugadores han podido tener semanas normales de funcionamiento. No hemos tenido que estar a la espera de la evolución de los lesionados para armar el equipo. Eso es bueno y esperamos seguir en ese mismo camino", dice el estratega.

Pero el entrenador es enfático al plantear que "los nombres se están repitiendo pero el funcionamiento tenemos que mejorarlo mucho", poniendo énfasis en el entendimiento dentro de la cancha de sus dirigidos.

Sobre cómo vive estos días el plantel de Everton, Castañeda explicó que "es una semana complicada ya que el margen de error que tenemos es cada día menor y sabemos que viene un rival difícil (San Marcos) y tenemos que ir a tratar de ganar porque el empate nos sirve de muy poco".