A comienzos de la década de los 80 se comenzó a producir en nuestra región un lamentable éxodo de industrias que, mirado con la perspectiva que da la historia, tuvo el carácter de masivo. Allí nació, tal vez, si no el único, al menos uno de los factores que incidieron con más notoria fuerza en un evidente retroceso de un Valparaíso pujante, añorado hasta hace no mucho.

Hoy, mirando hacia el pasado, la tendencia que se advierte y su perspectiva es totalmente diferente. En muchas ocasiones nos hemos referido ya a este Valparaíso distinto, optimista, que basa su sentir en halagüeños resultados concretos, medibles y medidos, entre ellos, un crecimiento del empleo francamente más allá de lo esperado. Pues bien, agreguemos hoy algo de gran relevancia: este fin de semana se ha producido un hecho tremendamente sintomático al que se le dio la partida oficial el viernes pasado en el recinto del Sporting Club. Nos referimos a la Feria de Integración Regional (FIRA 2012), capitaneada por la Asociación de Industriales de Valparaíso (ASIVA) y que vuelve a renacer en la Región después de más de tres décadas. En ella los empresarios y los emprendedores en general, están presentes para mostrar lo que están haciendo, lo que se espera sirva al mismo tiempo de vitrina y terreno fértil para que más empresas se instalen en la Región.

Ello, porque tal como lo dijo el presidente de Asiva, José Gil Ramírez, existen aquí evidentes ventajas para instalarse en excelentes condiciones. Entre otras, está el puerto, estamos a sólo dos horas de Santiago -gran centro consumidor- y, desde luego, una calidad de vida que también suma en los atractivos.

Agreguemos que se están generando en la Región todas las condiciones necesarias para crecer gracias a una tarea mancomunada de los sectores público y privado y que permite mirar con gran esperanza a Valparaíso como una Región cada día más potente que puede dar grandes pasos en materia de descentralización, constituyéndose, en este aspecto, en un hito nacional.