Eran dos grupos de cuarenta niños parados frente a un lienzo blanco extendido en el patio del Museo Marítimo Nacional. Ilusionados, empuñaban pinceles, lápices de colores y frascos de látex al agua: tenían que contar una historia de naturaleza.

La base era un árbol, una casa y un río. Desde una caja fueron sacando papelitos con ideas para pintar: "búho dentro de un árbol", "familia de patos en el agua", "niño bañándose en el río".

Muy pronto, se lanzaron a crear e inventaron caracoles, mariposas, peces, perros, serpientes, corazones, arcoiris, muchas familias de gatos y niños rosados y contentos. La actividad plástica la dirigió la ilustradora infantil de editorial Amanuta, Paloma Valdivia, invitada por Puerto de Ideas.

La artista ya tenía experiencia en este tipo de murales hechos por niños. Lo hizo en el parque André Citröen de París y en el Festival del libro de Barcelona, donde residió hasta hace un año. Los dibujos de los chicos franceses fueron realizados con tanto entusiasmo que terminaron colgados en el Museo Pompidou. En Chile, los niños porteños se tendieron en el suelo, apoyados por sus padres a lo lejos. "Me fascina que los pequeños se apropien de la ciudad e intervengan los espacios públicos. Este ejercicio les brinda sentido de identidad y libertad para expresarse como quieran. Me dio risa que una abuelita le dijo a una niña que pusiera su firma, para que ella después pudiera encontrar lo que había hecho", comentó Paloma quien en estos días publicará en la Feria del Libro de Guadalajara un volumen de cuentos ilustrados basado en la letra de la canción "Duerme, duerme, negrito".

"Ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí" fue el lema que convocó a seis mil jóvenes de la región a participar de la XVI versión de la "Peregrinación Juvenil a Lo Vásquez" que se realizó ayer.

A las 8 de la mañana se reunieron los entusiasmados feligreses en la Plaza de Armas de Casablanca para iniciar una caminata de 18 kilómetros, distancia que separa el templo de la citada comuna, esto en el marco de una actividad organizada por la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Valparaíso.

Así, las siete estaciones ubicadas estratégicamente en el recorrido, ayudaron a combatir el calor y el cansancio y también a motivar a los jóvenes en la fe. Además, bombos, guitarras y diferentes cánticos fortalecieron el extenso recorrido.

Sofía Hafelin, de 17 años, alumna de los Sagrados Corazones, Padres Franceses, aseguró sentirse impresionada por la gran cantidad de gente que llegó alentada por un mismo fin, algo que para ella se convirtió en todo un suceso puesto que fue su primera participación en esta actividad.

"Fue muy agotador el trayecto, pero el ánimo que se vivió al caminar hizo que todos llegáramos con mucho entusiasmo. Además, es muy impresionante ver la gran cantidad de gente que se motiva en participar, todos unidos por lo mismo", aseveró la estudiante que concurrió a la iniciativa de la Pastoral Juvenil junto a otros 20 compañeros que preparan su confirmación.

Para Fernando Sánchez, de 18 años, esta oportunidad se convirtió en su sexta peregrinación. Perteneciente al Liceo Juan XXIII de Villa Alemana, se decidió a participar para acompañar a los alumnos de octavo básico.

"Mi misión esta vez fue estar a cargo de una de las siete estaciones, para así motivar a los demás chiquillos que vienen caminando, todos con el mismo sentido de llegar al encuentro del señor que es lo más importante", indicó Fernando, quien concurrió a la peregrinación junto a 150 compañeros del liceo.

La actividad concluyó a las 16 horas con una misa en el Santuario de Lo Vásquez encabezada por el vicario de la Pastoral Juvenil, padre Rafael Osorio. Cabe consignar que en Isla de Pascua también se efectuó similar actividad.

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A las 8 de la mañana se reunieron los jóvenes de Casablanca para iniciar la peregrinación.