Rescatar el pasado para sanar las heridas
La escritora madrileña buceó en extensos océanos de tinta y papel para dar vida a gestas, personajes e historias menores que la Guerra Civil española dejó olvidados en las trincheras.
Como tantas otras, una niña cocinaba con su madre en el Madrid de 1972. Como también era usual en varios hogares españoles, una edición de la conocida revista "Hola" se encontraba por ahí, en algún rincón. La pequeña de 12 años empieza a hojearla y se sorprende al ver a una mujer de raza negra y desnuda en esas páginas eminentemente elitistas y dedicadas a las estrellas de cine y la realeza.
La "destapada" mujer era la bailarina de cabaret Joséphine Baker. O Josefina Baker como le explica la señora a su curiosa hija, agregando que su misma abuela la había visto bailar alguna vez en un teatro de la capital española. Anonadada por tal revelación, la jovencita no podía creer que tal expresión liberal se había producido en su familia un par de generaciones atrás…
"Ahí entendí algo muy importante y sé que parece frívolo pero para mí es parte de la punta del iceberg. Que el progreso no es una línea recta. En algún momento yo había pensado que era más moderna que mi madre y ella más que la suya y de repente descubrí que mi abuela había sido incluso la más moderna de las tres", explicó Almudena Grandes, premiada escritora hispana, cuyas obras han sido alabadas por la crítica y varias llevadas al cine.
HERIDAS DE GUERRA
En una perezosa mañana porteña y como una de las principales invitadas al festival Puerto de Ideas, Grandes dio ayer una charla titulada "Episodios de una guerra interminable: un proceso literario", un repaso a sus dos últimos libros, que junto a cuatro próximos conformarán una serie que condensará recónditas historias de la Guerra Civil española, y sobre todo, de las marcas que dejó en el espíritu de sus compatriotas.
"Para los españoles de mi generación el reto fundamental es llegar a ser tan modernos como nuestros abuelos", comentó la artista, recordando que en la dictadura de Francisco Franco, si bien la economía evolucionó favorablemente, la educación estuvo bastante relegada a través de largos 40 años. "Cuando llegué a la edad adulta, por fortuna, el país para el que me habían educado ya no existía. Aceptar que mi abuela podría haber ido con mi abuelo a ver bailar a esa mujer me demostró también que yo vivía en un país muy raro (…) Sentí que me habían estafado, robado algo y ese algo era la memoria de la vida de mi abuela… el hecho de poder aceptar qué clase de mujer había sido ella", puntualizó.
FACETA POLÍTICA
Bajo estas ideas se gestaron en Almudena cuestionamientos e inquietudes sobre la naturaleza de su país y la difícil condición de haber nacido allí en 1960. "Creo que cada generación en cada país tiene un asunto pendiente, un tema que resolver, una especie de obligación moral que pesa sobre sus hombros. En mi generación, desde luego, es la recuperación de la memoria y sin embargo, cuando empecé a escribir -mi primera novela es de 1989- lo hacía en un país que no quería saber nada del pasado".
Grandes utilizó una acertada comparación para explicar el pacto que originó la transición desde la dictadura a la democracia. "La consigna fue olvidar para progresar, hasta el punto de que lo sucedido, lo que más se parece es a una escena de "Mary Poppins", en la que la niñera coge las manos a los niños en medio de la lluvia y al dar un salto aparecen en un maravilloso mundo de colores. La transición española fue un poco eso. Cojámonos de las manos, demos un salto y olvidemos. Treinta años después se ha demostrado que la democracia española es extremadamente débil, que tiene una fragilidad congénita y que en una situación tan difícil como la que mi país está atravesando ahora, esa fragilidad se puede convertir en un gran obstáculo para construir el futuro", analizó, sin ocultar su posición política de izquierda.
El concepto de memoria, si bien en el tiempo en que iniciaba su oficio como escritora no estaba para nada de moda ni era "glamoroso" es un eje que aparece en toda su obra. Desde "Las edades de Lulú" y hasta "El lector de Julio Verne", Grandes además explicó que cada desafío tiene su tiempo y recién cuando se hizo mayor fue "capaz de agarrar el toro por los cuernos". "Creo que hay novelas que uno escribe cuando quiere y hay novelas que solo se pueden escribir cuando uno puede, cuando ha alcanzado un grado determinado de madurez literaria pero también personal y de seguridad en sí misma porque a uno ya no le asusta asumir las cosas que es capaz de hacer. Cuando llegué a decir "estoy en posesión de las herramientas necesarias para mirar hacia el pasado con tranquilidad, pude escribir de verdad"", concluyó.
La Inspiración
"Inés y la alegría" (2010) y "El lector de Julio Verne" (2012) conforman los dos primeros "Episodios de una guerra interminable", la serie de novelas independientes que estarán unidas en un solo proyecto. Decidió realizarlo, al sumergirse "como un niño con videojuegos" en la lectura de abundante material sobre la Guerra Civil. Desde allí rescató historias y personajes para inspirarse y retratar la posguerra.
Tal como hicieran Benito Pérez Galdós con "Los episodios nacionales" (una serie de libros en los que se mezclan hechos históricos con personajes ficticios) y Max Aub con "El laberinto mágico", que reúne seis historias del conflicto librado en suelo hispano, Almudena Grandes reveló que para ella ya es "una fortuna inconmensurable, un privilegio, intentar escribir una serie de novelas al modo de los episodios de Galdós para cubrir 25 años de la historia española".
La autora además explicó casi a la pasada que escribe "siempre a partir de imágenes, es lo primero que hay en mis novelas (...) a veces son reales y otras son evocaciones de lo que leo, escucho o imagino", mientras una exótica mujer parece bailar a sus espaldas, entre las sombras que produce el ya radiante sol de Valparaíso.
Los textos precursores
Inés y la alegría, 2010 Novela que relata la historia de la invasión al valle de Arán, en 1944, por parte de guerrilleros dispuestos a liberar a España del franquismo. Son exiliados y luego retornan al país tras la muerte del dictador.
El lector de Julio Verne, 2012 Según su autora, es una "crónica del terror y la inocencia" en la que el hijo de un guardia civil construye su propia realidad bajo el amparo de relatos de aventuras en la Sierra Sur de Jaén.