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Carabineros empadrona a guardias de seguridad en Placilla y Curauma

operativos. Policía uniformda desea conocer el número de vigilantes que trabajan en condominios y supermercados existentes en ese poblado, con el fin de reforzar controles.
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Según datos entregados por el municipio porteño, Placilla-Curauma crece poblacionalmente sobre un promedio de 400 personas por año. Es más: hoy esa zona, considerada por el gobierno comunal como la Nueva Valparaíso, tiene una proyección de 100 mil individuos para el 2020.

Estimaciones de la Delegación Comunal de Placilla cifran en 45 mil los habitantes de este sector, un número no menor si se considera que el equipamiento urbano es insuficiente para atender solo las necesidades básicas de estos pobladores.

Ante esta situación, tanto la Municipalidad como el Gobierno han mostrado signos de preocupación, toda vez que el Ministerio del Interior anunció para Placilla una Subcomisaría de Carabineros y una unidad de avanzada de la Policía de Investigaciones.

Ello, porque si bien los placillanos tienen problemas serios de locomoción y de atención de salud primaria, para las autoridades es de primer orden mejorar la seguridad pública del sector, más en Curuama, donde en el último año se han perpetrado a los menos cinco asaltos violentos.

CONTROLES

En ese contexto fue que la Tercera Comisaría Norte de Valparaíso inició un intenso control policial en esta localidad, destacándose las labores de empadronamiento de los guardias de seguridad de los condominios y supermercados del sector; como también operativos de revisión de licencias de conducir en puntos estratégicos de la zona, como rotondas y calles troncales.

Respecto al primero, el mayor de esta unidad, Héctor Sandoval, explicó ayer que "nuestro objetivo no es molestar a las empresas o a las comitivas vecinales, sino más bien lo que queremos es que la comunidad viva tranquila. Queremos conocer a nuestros guardias, a nuestros vigilantes; como también queremos que los pobladores sepa quiénes cuidan sus casas".

Consultado si el Retén de Placilla disponía de un catastro de rondines, nocheros y guardias que trabajan en este poblado, aclaró que "por el momento, no. Por eso iniciamos este ciclo de empadronamientos para saber, a ciencia cierta, cuántas personas se dedican a mantener el orden en los barrios y condominios de esa zona".

Añadió que el "guardia es un componente del sistema de seguridad privada. Sus labores y su forma de funcionamiento se encuentran establecidos en la normativa vigente en nuestro país".

Sandoval advirtió que "los guardias de seguridad no están facultados para portar armas de fuego. Ellos tienen la condición de empleados dependientes (...) La normativa contempla la prestación y oferta de servicios de guardias de seguridad por parte de empresas de recursos humanos autorizadas por Carabineros".

fiscalización

El mayor de la Tercera Comisaría Norte informó que las fiscalizaciones partieron el pasado martes y que hasta ayer efectivos del Retén de Placilla cursaron tres infracciones por incumplimiento a la ley que controla los permisos de vigilancia privada.

"El decreto ley N° 3.607 del año 1981 establece que las personas naturales o jurídicas que realicen o tengan por objeto desarrollar labores de asesoría o de prestación de servicios en materias inherentes a seguridad o de capacitación de vigilantes privados deberán contar con autorización previa de la Prefectura de Carabineros respectiva", manifestó.

Añadió que "la autorización otorgada (al guardia) lo acredita para desarrollar su actividad por un periodo de dos años (renovable), debiendo acreditar los requisitos de idoneidad cívica, moral y profesional".

REQUISITOS

El comisario sostuvo que para "acreditar a una persona como guardia de seguridad, portero, nochero, rondín y otros de similar carácter, el empleador deberá tener en consideración los siguientes requisitos para la contratación: nacionalidad chilena, 18 años de edad, octavo año básico aprobado, no haber sido condenado por crimen o simple delito, salud y condición física compatibles con la función que va a desempeñar, las que deberán ser demostradas mediante certificado médico".

"Para que la persona contratada se pueda desempeñar como guardia de seguridad, el empleador debe gestionar y pagar su capacitación, por medio de una empresa autorizada por Carabineros", afirmó.

Aseveró que una vez esté contratada la persona, el futuro agente debe ser capacitado. "La entidad empleadora debe incorporarlo a un curso de formación de guardias de seguridad, cuya duración es de 90 horas. Dicha capacitación debe realizarse conforme lo establecido en el Manual de Capacitación".

"Esta capacitación tendrá una vigencia de tres años, por tanto, antes del vencimiento de dicho periodo y en forma oportuna, el empleador deberá gestionar el perfeccionamiento del agente, incorporándolo a un curso que tiene una duración de 36 horas", anotó .

el curso

Finalizado el curso, ya sea de capacitación o de perfeccionamiento, cada una de las personas deberá rendir un examen ante la autoridad fiscalizadora que corresponda.

"Aquéllos que obtengan como resultado final de un 60 por ciento o más, se considerarán que han aprobado este proceso, luego de lo cual se emitirá un certificado que lo confirma", concluyó.

Vecinos piden más efectivos policiales

El dirigente del Concejo Vecinal de Placilla. Vladimiro Araus, expresó su satisfacción por el aumento de controles vehiculares en el sector, aunque admitió que "el mayor problema que tenemos acá es la presencia de delincuentes peligrosos que se meten a las viviendas ocupadas. Sería bueno que llegaran más efectivos policiales a este poblado". Al respecto, el comisario Héctor Sandoval expuso que "Curauma es considerada una ciudad dormitorio, por lo que el delincuente aprovecha que la casa está sin morado para infringir la ley. Por eso es tan importante el trabajo del guardia de seguridad", dijo.

"Los guardias no están facultados para portar armas de fuego. Ellos tienen la condición de empleados dependientes"

Héctor Sandoval

Comisario

"El mayor problema que tenemos acá es la presencia de delincuentes peligrosos que se meten a las viviendas ocupadas"

Vladimiro Araus

Dirigente vecinal