¡La pobreza no se tomó vacaciones!
Mucha dualidad. Así son las vacaciones en la región de Valparaíso, esa con más campamentos de Chile.
Si creíamos que enero sería de lento andar nos equivocábamos, porque empezamos con 200 voluntarios de TECHO que hicieron lo que no muchos se atreven: insertarse 10 días -10 días de sus preciadas y bien merecidas vacaciones de verano- en campamentos de las comunas de Viña del Mar y Valparaíso para conocer las cosas como son realmente, estar donde las papas queman y mirar a los ojos a la extrema vulnerabilidad, a la segregación y marginación que se esconden tras los cerros de nuestro turístico y patrimonial Gran Valparaíso.
También desarmamos una sede social de TECHO en Placilla; sí, de esas mediaguas de 18m2 donde las familias de campamentos se juntan a diagramar su futuro y a soñar con sus proyectos para cuando logren la tan anhelada casa propia. La sede desarmada responde a que las familias se van a radicar con un proyecto de vivienda en ese mismo lugar luego de más de 10 años, lo que no deja de alegrarnos enormemente ya que se elimina un campamento en la región.
Luego, nuestros voluntarios de TECHO, junto a las familias de un campamento de Glorias Navales, armaron una sede que se generó gracias a fondos del Gobierno y producto de esto, empezaremos a trabajar con ellos este marzo que se aproxima. Esto, nos acerca a poder dar solución a demandas insatisfechas por muchos años y tomando en cuenta que hay 190 campamentos en la región, sabemos que ¡hay mucha pega por delante!
Y como si esto no fuera suficiente, a mitad de mes -contrario a toda señal de diálogo y al trabajo de común unión que se había dado hasta el momento- vivimos el intento de desalojo en una parte de la toma más grande de Chile: el campamento Manuel Bustos de Achupallas, donde las familias solo lograron parar a las retroexcavadoras haciendo un escudo humano.
Así es el movimiento estival en una región que alberga a más de 12.000 familias viviendo en campamentos, esa misma que apareció en los noticiarios porque estaba repleta de argentinos que la vaguada costera no permitía broncear. Pero la verdad, es que ¡la pobreza no se tomó vacaciones acá! Y esa no es noticia, no se comunica el querer terminar con este problema regional mayúsculo y no se nos invita a hacernos parte como sociedad para poder eliminarlo.