Secciones

Alemania destaca la inmigración calificada en tiempos de crisis

crecimiento. Gobierno alabó el nuevo perfil de trabajadores y sus beneficios económicos.
E-mail Compartir

La ministra alemana de Trabajo, Ursula von der Leyen, calificó de "golpe de suerte" el creciente número de inmigrantes calificados procedentes del sur y el este de Europa que llegan a Alemania en busca de nuevas oportunidades, en declaraciones al diario "Der Spiegel".

"El nuevo perfil calificado de la inmigración es un golpe de suerte. Ayuda a nuestro país, lo rejuvenece y lo hace más creativo e internacional", aseguró la titular de esa cartera.

Según la ministra, todos se benefician de esta inmigración procedente de los países en crisis, los jóvenes, "porque pueden dar los primeros pasos en su profesión", y la economía alemana, "por el flujo de personal especializado para cubrir vacantes".

Von der Leyen está convencida de que Alemania dependerá, también en el futuro, de los inmigrantes y por ello el país debe reclutar más profesionales con calificación desde el extranjero. "Sólo seremos capaces de atraer a personal altamente calificado si le decimos que también su pareja y sus hijos son bienvenidos y pueden contar con buenas perspectivas y oportunidades profesionales", afirmó.

Alemania tiene, en este sentido, todavía "un largo camino por delante", subrayó la política cristianodemócrata, quien consideró que la nueva generación de inmigrantes cambiará Europa.

El semanario precisa en su reportaje "Los nuevos "Gastarbeiter": la joven elite de Europa para la economía alemana", que en la primera mitad de 2012 emigraron a Alemania más de medio millón de personas, provenientes del continente europeo.

Según los datos oficiales, 27.056 procedían de España, 32.633 de Italia, 26.382 de Grecia y 9.914 de Portugal.

Pero, en opinión de Vassilis Tsianos, investigador sobre migración en la Universidad de Hamburgo, la cifra real de inmigrantes podría ascender al triple, pues muchos de ellos no se registran.

El mayor porcentaje, a pesar del notable aumento en los últimos dos años de la inmigración procedente del sur de Europa, sigue correspondiendo a los países del este europeo, de donde en 2011 provenían más de dos tercios de los inmigrantes comunitarios, principalmente de Polonia, Rumania y Bulgaria.

Según "Der Spiegel", el nuevo inmigrante tiene una edad media de 32 años. Muchos de ellos, procedentes del sur de Europa, deciden irse a Alemania a probar suerte sin contrato ni lazos sociales.

Para tener ingresos mientras acuden a clases de alemán y buscan empleo, se ofrecen para trabajar en restaurantes de sus respectivos países de origen, por lo que prácticamente ya no existen este tipo de puestos en ese sector, al menos en las grandes ciudades, advierte el semanario.

Expertos en demografía calculan que la economía alemana será capaz de mantener su capacidad si cada año emigran hacia Alemania 400.000 personas más de las que dejan el país. De lo contrario, en 2025 Alemania contará con un déficit de 5,5 millones de profesionales calificados

fines de semana

Según cifras entregadas por el Ministerio de Trabajo, más de una cuarta parte de los empleados en Alemania (25,3%) trabaja en fin de semana. El porcentaje ha ido en aumento desde 2001 (entonces 20,6%), como lo ha hecho el de las personas que trabajan de forma regular o ocasionalmente en turnos nocturnos (hoy un 10%). La ministra de Trabajo, atribuye la evolución a una "adaptación" a la realidad actual .

Durante décadas Alemania fue una excepción entre las potencias, con horarios comerciales muy flexibles, horarios de cierre a las 18.00 horas entre semana o a las 12.00 horas en sábado y con prohibición de apertura el domingo. Las condiciones de trabajo se han endurecido y crecido asimismo hasta para más de dos millones de trabajadores que prolongan su jornada más allá de las 48 horas semanales, de forma regular y no remunerada.

ONG de EE.UU. advierte posible pronta falta de agua en Chile

sustentabilidad. La entidad asegura que en Santiago la oferta/demanda de agua está cercana al 100%.
E-mail Compartir

Santiago enfrenta un rápido aumento de la temperatura, una mayor evaporación y la disminución de las precipitaciones, lo que se combina explosivamente con el hecho de que la demanda por consumo de agua muestra una curva ascendente. Así lo advierte la ONG ambientalista norteamericana The Nature Conservancy (TNC), que con un millón de socios y 3 mil funcionarios -entre ellos 700 científicos- se dedican a la conservación del medio ambiente. Y entre los 30 países en que trabajan, se encuentra Chile, donde estudian el funcionamiento de la cuenca del Maipo y del Aconcagua. "La relación de oferta/demanda está muy cercana al máximo en la cuenca del Maipo. El consumo industrial, agrícola y poblacional llega a ser prácticamente el 100% de lo aportado por la cuenca", indica el coordinador de ciencias de esta entidad, Stephan Halloy.

Por ello, sus estudios han concluido que en la Región Metropolitana la media de disponibilidad de agua está por debajo de los 800 m {+3} /persona al año. De esto, entre el 80% y 95% es usado por agricultura, industria y minería, por lo que quedan sólo de 40 a 160 m {+3} /persona anuales para uso doméstico. Sin embargo, combinando la disminución de oferta de agua -producto del cambio climático- con un aumento de población y demanda agrícola e industrial, la disponibilidad promedio de agua por habitante podría disminuir a menos de la mitad de la actual.

Todos estos factores incrementan las consideraciones que hay que tener al definir el uso de la cuenca para fines industriales. La construcción de una central hidroeléctrica, explican, puede generar una serie de efectos colaterales, como la construcción de caminos y la pérdida de la vegetación nativa en la zona.