Benedicto XVI reconoce dificultades de su papado en último acto oficial en el Vaticano
renuncia. El Pontífice, que hoy dimite, agradeció a miles de fieles por respetar su decisión.
El Papa Benedicto XVI mostró ayer su lado más humano y emotivo en la despedida en su última audiencia general en la Plaza de San Pedro, donde recordó ante una multitud de fieles de todo el mundo los momentos de "alegría y luz" durante su papado, pero también los tiempos de grandes dificultades. El Pontífice también agradeció a los fieles por respetar su decisión de retirarse.
Decenas de miles de personas, algunas portando pancartas diciendo "Grazie!" (Gracias), repletaron la plaza para darle un último adiós a Benedicto XVI y unirse a la cita que encabezó cada miércoles durante ocho años para hablar al mundo acerca de la fe católica.
El Papa evidentemente disfrutó de la multitudinaria despedida. Benedicto XVI llegó a la plaza en el papamóvil, rodeado de guardaespaldas.
En un momento se detuvo a besar y bendecir a una decena de bebés, con la ayuda de su secretario, Georg Ganswein.
Según AP, unas 50.000 entradas fueron solicitadas para que los peregrinos pudiesen asistir a la última audiencia semanal de Benedicto XVI, pero los medios italianos estimaban que el número real de personas que asistieron podría haber sido del doble. Benedicto XVI no impartió su habitual lección de catecismo.
"días agitados"
En sus palabras, el Pontífice comparó la barca que llevaba a San Pedro y a los apóstoles en el mar de Galilea.
"El Señor nos dio muchos días de sol y brisa ligera, días en los que la pesca fue abundante; también hubo momentos en los que teníamos un mar agitado y viento en contra, como ha sido en la historia de la Iglesia, cuando el Señor parecía estar dormido", explicó ante la multitud. "Y siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino suya y no la deja hundirse", añadió.
Respecto de su decisión de apartarse del papado, el primero que lo hace de manera voluntaria en 600 años, dijo que lo hizo en plena libertad, conociendo la gravedad y novedad de la decisión, y con la "conciencia serena".
Insistió asimismo en que se aleja porque sus fuerzas han disminuido, pero que seguirá sirviendo a la Iglesia aunque con un bajo perfil. "No abandono la cruz", anunció.
los años difíciles
A Benedicto XVI le tocaron los años más convulsinados en la Iglesia Católica en décadas, donde afloraron cientos de casos de abusos sexuales cometidos por clérigos a menores, que provocaron crisis en las iglesias de Irlanda, Estados Unidos, Alemania, Austria y Bélgica, entre otras. Según EFE, poco después de llegar al papado, comenzó con la "limpieza", empezando con el fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, castigado por pederasta.
Benedicto XVI declaró "tolerancia cero" hacia los abusos, lo que significó un giro radical respecto de lo que se hacía hasta entonces, donde se imponía el silencio o el simple alejamiento del pederasta. También reformó el Código de Derecho Canónico e introdujo el delito de posesión de pornografía infantil.
Cuando las aguas parecían calmarse, el caso "Vatileaks" sacudió en 2012 al Vaticano y puso en primer plano las supuestas actuaciones de la curia romana, al desvelar intrigas y corrupción. Según algunos medios, el Papa decidió renunciar tras conocer los informes del caso y tras comprobar que no podía operar sobre la curia romana. También aprobó normas para la transparencia del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el "banco" del Vaticano, salpicado durante años por numerosos escándalos financieros internacionales.
La renuncia en el Código Canónico
Un Papa se elige con carácter vitalicio, pero según el Derecho Canónico, es posible la renuncia al Pontificado. Para ello no es necesario que el líder de la Iglesia Católica especifique los motivos y tampoco hace falta que alguien acepte esa renuncia. La condición esencial es que sea voluntaria. El Derecho Canónico reformado por Juan Pablo II (Can. 332 2) dice: "En caso que el Papa renuncie a su cargo, para su validez se exigirá que la renuncia sea libre, que se difunda ampliamente, pero no que sea aceptada por alguien".