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Conversemos Valparaíso

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La semana pasada se conmemoraron los 10 años de la declaración de Valparaíso como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco. Para unos fue un día de celebración, para otros un día de críticas y para los menos un día de reflexión. O sea, lo celebramos al "modo porteño", con aplausos y pancartas, elogios y quejas, presentes y ausentes.

Lo anterior es parte de nuestra idiosincrasia y no debería extrañarnos, así somos, complejos, diversos (a veces "dispersos"), críticos, inconformistas y, en ocasiones, hasta autoflagelantes. Creo incluso que buena parte de la declaratoria de la Unesco se debe a estos rasgos tan especiales de nuestra personalidad, fruto de nuestro pasado glorioso.

Lo que a mi juicio no solo debería extrañarnos, sino más bien preocuparnos, es la escasa reflexión acerca de lo que ha ocurrido en Valparaíso en estos últimos diez años. En efecto, y partiendo de lo más básico, no conozco a nadie serio que asevere que Valparaíso está hoy "igual o peor" que en 2003, ni mucho menos en los años anteriores. Osea, estamos mejor. Buen punto para partir una conversación con un buen café.

La discusión debe centrarse en "cuánto" mejor estamos o deberíamos estar comparándonos con dicho punto de partida, y "qué y cuánto" nos falta para llegar al estado esperado. Luego del proceso anterior, podemos discutir el "cómo" hacerlo.

Y digo lo anterior no en un plano teórico ni menos irónico, al contrario, pues cada vez que me siento a tomar un café con un porteño, independiente de su ideología, religión, e incluso postura frente al patrimonio; y luego de guardado en el bolsillo el pañuelo lleno de sinsabores, rencores, acusaciones, rencillas, etc.; siempre he terminado el café con la certeza de que nuestras posturas no eran tan lejanas ni contradictorias.

Entonces la tesis del café puede ser muy conveniente y económica, nos falta conversar. Primero, sin exclusiones, aquí no sobra nadie. Segundo, "escuchando", pero con atención, poniéndose en el lugar del otro. Tercero, buscando primero los puntos concordantes y poniéndolos en valor. Cuarto, respecto a los puntos en discordia, nunca ofender en el plano personal.

Conversar es un arte. Y abre fronteras increíbles e incluso complejas: se puede llegar a acuerdo con personas de otra ideología antes que con los de la propia, hacerse buenos amigos sin importar religiones, y muchas más, y siempre, sea cual sea el resultado "práctico" de la conversación, se aprende mucho.

Conversar, dialogar, participar, disentir, consensuar, son verbos que debemos conjugar más frecuentemente. Y, sin duda alguna, son parte importante del patrimonio cultural intangible de Valparaíso. Todos los grandes porteños que conozco o de los que he sabido, son o fueron muy buenos "conversadores". Así me contaba mi querido profesor Agustín Squella recordando conversaciones históricas en el Bar Inglés. Entonces hagamos un homenaje a Valparaíso, invitemos a un café a alguien que piense distinto o con quien nos hayamos ofendido en alguna oportunidad. Esto es "alma porteña".

Revisarán permisos de obras en altura

El alcalde Jorge Castro aseguró que se congelarán mientras se aprueba el nuevo Plan Regulador.Lo urgente es que la Municipalidad acelere la elaboración del nuevo Plan Regulador de la ciudad, para lo cual ya existe el compromiso de rebajar considerablemente la altura de los edificios.
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Ante la inquietud de los vecinos de la parte alta de la ciudad, el alcalde Jorge Castro anunció que se congelarán los permisos de construcción en altura mientras se tramita y se apruebe el nuevo Plan Regulador de Valparaíso, agregando que ya se ha aprobado el presupuesto para la ejecución de este instrumento, que permitirá gestionar de mejor forma el crecimiento de la ciudad.

A través del tesorero de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Valparaíso, Juan Francisco Echeverría, se ha dado a conocer la opinión de los habitantes de los cerros, que observan cómo se van sumando nuevos edificios que, por una parte, tapan las vistas y, por la otra, presentan un aspecto urbano que destruye el tradicional anfiteatro de Valparaíso, que es una de sus características patrimoniales más notables y que lo diferencia de muchas otras ciudades puerto del mundo.

Hace bien el alcalde en poner en discusión este tema y plantear la pronta ejecución del nuevo Plan Regulador en el que deberán incluirse aspectos que ni siquiera se mencionan en el anterior plan en lo referente a la parte alta y que data del año 1985, en el cual no se consideran cuestiones que hoy son fundamentales a la hora de conceder permisos, como las normas de densidad, carga vehicular, estacionamientos y otras necesidades contemporáneas, como lo ha resaltado el dirigente del Colegio de Arquitectos, Atilio Caorsi, quien también reitera la necesidad imperiosa de abordar la nueva normativa, para lo cual ya existe una licitación ganada al respecto.

Cuando hace casi treinta años se construyó la primera obra en altura en el cerro Alegre, el edificio Montealegre, se alzaron de inmediatos voces de protesta porque la construcción agredió indudablemente la armonía del cerro y en general de toda la parte alta de Valparaíso. Luego comenzaron a levantarse otros conjuntos y torres y, últimamente, luego de la proliferación de edificios en el cerro Placeres, se resolvió prohibir este tipo de obras en el cerro Esperanza y se congeló Los Placeres y todos los cerros desde la avenida Alemania para abajo.

Lo urgente ahora es que la Municipalidad de Valparaíso acelere la elaboración del nuevo Plan Regulador para la ciudad, para lo cual ya existe el compromiso de rebajar considerablemente la altura de los edificios que se construyan en la parte alta, como también incluir nuevas normas en el plan porteño.

Inauguración del Hospital Británico Paro municipal afecta a 2.776 trabajadores

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Asesinato a garrotazos

en un conventillo

Ayer tuvo noticia la policía que en la noche anterior se había perpetrado un asesinato en un conventillo del cerro de Canciani, encontrando la policía a una mujer en una pieza con llave, que había sido asesinada a garrotazos por un hombre que vivía en la misma casa. La policía se encuentra indagando el paradero del hechor.

Circula la siguiente invitación: "La inauguración del Hospital Británico y Norteamericano de Valparaíso, tendrá lugar en el mismo hospital el miércoles 9 de julio, a las 3 P. M. En nombre de la comunidad, el directorio del hospital solicita el honor de su presencia en esta ocasión". (Fdo) J. J. Morrison, secretario".

Un total de 634 empleados y 2.022 obreros municipales de la Provincia de Valparaíso se encuentran realizando un paro de advertencia por 48 horas, que es de carácter nacional, con el objeto de obtener garantías previsionales en general. Los municipios que no se plegaron son Llay Llay, Casablanca, el Quisco y Algarrobo.