Hormigas y Sistema Nacional de Inversiones
Cuando las hormigas acopian alimentos para el invierno, están invirtiendo. Se trata de una medida que, según la rudeza de la estación fría, puede ser la diferencia entre la continuidad o la extinción de una colonia.
Este ejemplo es el punto de partida para explicar lo valioso de nuestro Sistema Nacional de Inversiones (SNI), al tomar el concepto de "inversión" como el uso productivo de Bienes y Servicios dejados de consumir en el presente para lograr una mayor producción futura.
Es la misma visión de resguardo que tiene un hormiguero, aquella que está detrás del SNI: IN-VER-TIR. Pero su esencia es hacerlo bien y con la mayor rentabilidad posible, ya que simplemente no hay crecimiento sin inversión.
La economía de mercado chilena busca acelerar este tipo de desarrollo para asignar eficientemente los recursos. Con un régimen como éste se fortalece la tasa de crecimiento y el nivel de vida de la comunidad. Sin embargo, en Inversión Pública no es adecuado ni posible descansar exclusivamente en los estímulos del mercado por dos razones: primero la magnitud propia de las inversiones que el sector emprende y luego, la dificultad de valorizar la gran cantidad de recursos de servicios comprometidos.
Lo anterior es lo que justifica que el Estado tenga un proceso de inversión pública como el actual, según una óptica distinta para asignar los recursos, proyecto a proyecto con criterios técnico-económicos, pensados en el bienestar general de la comunidad, para ordenar la presentación de proyectos de todas las entidades públicas y administrar dichos procesos, pero que a la vez deje completamente fuera las presiones políticas y los intereses personales e institucionales.
Volviendo a la alegoría de las hormigas -consideradas las grandes austeras del reino animal- una Política de Inversiones, con una asignación eficiente de capital, implica valorar los factores productivos o insumos principales para reflejar su escasez real relativa en la economía, pensando en cómo sería sin elementos distorsionadores en el mercado (monopolios, desempleo, indivisibilidades importantes, etc.).
Invertir en el mundo público implica sentar bases y condiciones para el desarrollo de un proceso de inversión, fundado en la asignación de recursos por proyectos específicos y de acuerdo a una previa evaluación socioeconómica. Esto es grosso modo el Sistema Nacional de Inversiones. Un proceso de "transformación de ideas de inversión", desde que las necesidades son identificadas hasta que entran en operación y el "trabajo de hormiga" de esta área del Ministerio de Desarrollo Social busca que se optimice el uso del los recursos de todos los chilenos que como se sabe, siempre son escasos.
María de los Ángeles de la Paz
Seremi de Desarrollo Social, Valparaíso