Una investigación por el delito de abuso sexual reiterado realiza el fiscal Hernán Silva, quien sostuvo que para el resultado de la audiencia de formalización de un paradocente de un colegio particular subvencionado de Quilpué, quien quedó en prisión preventiva durante la investigación de dos meses, el relato de la víctima (de 7 años) fue "relevante".

El hecho habría ocurrido entre abril y junio del 2012, e involucra al inspector de patio R.B.V.A., quien trabajaba en el Colegio Carlomagno y habría abusado sexualmente de la menor que entonces tenía 6 años y estaba en primero básico, en diversas dependencias del plantel.

La familia de la niña denunció la situación en junio del 2012 y tras un año y dos meses de pericias, la fiscalía de Quilpué formalizó al sujeto por el delito de abuso sexual, accediendo el tribunal a la solicitud de prisión preventiva como medida cautelar.

Una de las agravantes, señaló el magistrado, es que R.B.V.A., en su calidad de inspector de patio, debía velar por la seguridad de los niños que estaban a su cuidado durante los recreos y clases en el exterior de las salas, instancias que habría aprovechado para abusar de la niña que estudia en otro colegio.

La familia de la niña interpuso una querella criminal en contra de quienes resulten responsables de las vejaciones que sufrió la menor, avaladas con distintos informes periciales que la defensa del sujeto intentó cuestionar para apelar a la cautelar. El colegio lo separó de sus funciones y espera el resultado del proceso.

Con agentes encubiertos y otras técnicas de investigación criminal, la Fiscalía y efectivos del OS/9 de Santiago, lograron dar con el paradero de una menor de 16 años, que era explotada sexualmente en un departamento, ubicado en el centro de Viña del Mar, por dos taxistas y un publicista, quienes fueron detenidos ayer en dicha comuna y que serán formalizados por el delito de facilitación de la prostitución infantil.

El caso está a cargo del fiscal de Valparaíso, Javier Carrasco, quien confirmó que la investigación comenzó en mayo de este año, debido a una serie de denuncias realizadas por vecinos de la comuna de Valparaíso.

El fiscal precisó que la víctima es una menor que ejerció la prostitución tanto en la Ciudad Puerto como en Viña del Mar, y quien era puesta a disposición de los clientes tras un contacto telefónico al encargado del servicio.

Los taxistas transportaban a la menor hasta el lugar de las citas, un local donde había otras mujeres que también ejercían la prostitución, aunque eran mayores de edad.

Los detenidos ofrecían los servicios sexuales de las mujeres a través de una página en internet.

evidencias

Durante el procedimiento, la policía incautó computadores, agendas, pelucas y extensiones, así como juegos eróticos. Personal especializado revisará los equipos electrónicos, para establecer si hay más evidencia de los delitos o si se cometieron otros con la víctima.

El fiscal Carrasco explicó que también revisarán el tráfico de llamadas, para establecer aquellos contactos que pudo tener la menor de edad, quien registra residencia en Valparaíso. En cuanto a los clientes que llamaban a estas personas detenidas, el persecutor dijo que son indagadas. "Está en análisis el tráfico de llamadas que ellos tuvieron para poder investigar quiénes eran los clientes", expuso el fiscal porteño.

En tanto, el comisario de la Segunda Comisaría Central de Valparaíso, comandante Juan Pezoa, lamentó que menores estén involucrados en estos ilícitos y precisó que la investigación nació en un proceso de obtención de información de la SIP de la Segunda Comisaría en el Barrio Puerto, donde la estrategia determinada por el Plan Cuadrante, logró establecer que la menor estaba participando en actividades en locales nocturnos.

"Como existían muchas personas involucradas, se solicitó el asesoramiento del departamento OS/9 de Santiago", dijo el oficial.

Tras algunas diligencias, Carabineros allanó tres domicilios ubicados en la población Santa Julia, de Viña del Mar, además de Concón, donde se incautaron discos duros, una tablet, cajas de preservativos, estimulantes sexuales, teléfonos celulares y tres notebooks.

"Lo más importante en este caso es que la misma ciudadanía y las personas que frecuentan los lugares nocturnos de Valparaíso nos entregaron la información", destacó.