El escritor Pedro Lemebel siempre ha sido considerado un provocador tanto en sus escritos, donde proyecta una mirada irreverente, como por su forma de ser, siempre utilizando el travestismo para llamar la atención. Pero sin duda, sus obras han quedado como parte de la historia al hacer un retrato heterogéneo y complejo de nuestra sociedad.
Precisamente este último punto es el que valoró el jurado del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2013, el que decidió entregarle el galardón al autor de "Loco afán" y "De perlas y cicatrices". Al enterarse de la noticia por teléfono, la primera reacción del literato fue decir "qué buena onda", y luego preguntó: "¿De cuánto es (el premio)?". Al saber que se trataba de un diploma, una medalla y 50 mil dólares -más de $25 millones-, arremetió con su estilo de siempre: "Me voy a poner tetas".
DESDE LA MARGINALIDAD
Según consigna el sitio Memoriachilena.cl, el escritor nació bajo el nombre de Pedro Mardones Lemebel en 1952, literalmente en la orilla del Zanjón de La Aguada. Vivió en medio del barro hasta que, a mediados de la década siguiente, su familia se mudó a un conjunto de viviendas sociales en avenida Departamental. Se tituló de profesor de Artes Plásticas en la Universidad de Chile y en los "80 trabajaba en dos liceos hasta que fue despedido, presumiblemente por su apariencia ya que no ocultaba su homosexualidad. También en aquella época ya daba sus primeros pasos en la literatura.
Respecto a la decisión, esta fue "a favor de la creatividad estética, de la poética a través de la crónica, con los varios registros de voces que él plantea", comentó Francine Masiello de la Universidad de Carolina en Berkeley, miembro del jurado, mientras que Javier Pinedo, presidente de los deliberantes, subrayó que Lemebel se ha destacado no solo por la "originalidad" de sus escritos, sino también por "sus acciones de arte, su manera de vestirse como mujer, sus provocaciones en actos literarios, su oposición al canon social".
Y agregó que el autor ha sufrido tanto la marginalidad de la pobreza, "que es extrema, más allá de un país que hoy tiene éxitos económicos", y también la sexual, "que es una mezcla muy explosiva en sociedades tan primarias como ésta". "Ser homosexual y pobre" ha llevado a Lemebel a proyectar una "obra muy crítica frente a lo que sucedió". "Y me parece que eso es también lo que este jurado está premiando", subrayó Pinedo, que además es director del Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad de Talca.
Rafael Gumucio, en tanto, dijo que el trabajo del escritor refleja "la lucha de clases y la identidad sexual, dos fallas en las que él ha resultado un sismógrafo" dentro de una "sociedad en ebullición" como la chilena.
Junto con los libros ya nombrados se encuentra títulos de crónicas como "Zanjón de la Aguada" y la novela "Tengo miedo torero", que permaneció más de un año entre los libros más vendidos.
SIEMPRE IRREVERENTE
El último libro del autor fue lanzado el año pasado, y recoge 55 crónicas bajo el título "Háblame de amores", un texto que ha difundido en varias partes de Latinoamérica, a pesar de que apenas tiene voz debido al cáncer a la laringe que se le detectó en 2011 y por el cual fue operado.
Si bien ahora luce más flaco, su irreverencia sigue presente. La misma que se espera haga gala durante la ceremonia de entrega del galardón que se realizará durante la Feria Internacional del Libro de Santiago, que se celebrará entre fines de octubre y principios de noviembre.
El premio fue instituido en 2001 por la Universidad de Talca en memoria del autor que le da nombre, y entre los que han resultado ganadores se encuentran el mexicano Juan Villoro (2012) y el español Javier Marías.