La encuesta de Adimark correspondiente al mes de agosto arroja un dato extremadamente preocupante y que tiene que ver con la percepción que tiene la ciudadanía sobre el manejo que el Gobierno ha hecho de la delincuencia. Solo el 10% de los encuestados estima que éste ha sido positivo, lo que significa que este índice ha caído, entonces, cinco puntos respecto del mes anterior.
Aunque las cifras coinciden con los actos vandálicos registrados el mes pasado, donde hubo quema de buses del Transantiago y de camiones en La Araucanía -y que, felizmente, no hemos visto en nuestra región- reflejan un agravamiento de un problema a nivel nacional que a nadie puede dejar indiferente. Tal como lo hemos reiterado en muchísimas oportunidades, el tema de la delincuencia está y estará siempre presente, con alzas y bajas y, por lo tanto, constituirá en forma interminable un desafío que afrontar en forma incansable.
Y en esto no es solo el Gobierno el que tiene que actuar, sino también la ciudadanía, que lo puede hacer con probada eficiencia. Al menos así lo confirma un hecho acaecido en el barrio Jardín del Mar, de Viña del Mar. Gracias a que allí se ha formado un Comité Vecinal de Seguridad (Coves), que está haciendo uso adecuado de las redes sociales, ellos mismos pudieron alertar a Carabineros sobre un individuo que, al parecer, quería ingresar a robar a una residencia. Esto permitió que uniformados llegaran prontamente al lugar y detuvieran al individuo en cuestión.
El presidente de la Junta de Vecinos de Jardín del Mar, Óscar de la Maza, señaló que el uso de las tecnologías ha facilitado la comunicación entre los vecinos, incentivando la preocupación respecto a lo que ocurre en su entorno. Tras diversos delitos violentos que afectaron a residentes del lugar, se conformó el primer Comité Vecinal de Seguridad (Coves), cuyos integrantes están trabajando intensamente con el programa Alerta Hogar que promueve el Gobierno, mediante el cual se genera un intercambio de los números telefónicos entre los vecinos, con grupos de WhatsApp según cada calle, a través de la página en Facebook y también en la web.
Lo sucedido en Jardín del Mar es, por tanto, una muy positiva experiencia de cómo los propios habitantes pueden cooperar en forma tremendamente eficiente en el combate contra la delincuencia.