Desarrollo portuario
Lejos de generar pugna entre ambas, lo que se pretende es abrir las opciones de desarrollo.
Días atrás, el senador Ricardo Lagos Weber reflexionaba sobre la necesidad de crear políticas portuarias que terminen con la pugna entre Valparaíso y San Antonio, a la luz de la decisión estratégica del desarrollo de un Puerto de Gran Escala (PGE) en la Región de Valparaíso.
Al respecto, es conveniente precisar que en el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones hemos desarrollado un intenso trabajo de planificación del desarrollo de los puertos estatales, lo que ha permitido en los últimos tres años conducir licitaciones exitosas para la construcción de frentes de atraque tanto en San Antonio como en Valparaíso y Coquimbo, que permitirán duplicar la capacidad en la región.
Sin perjuicio de lo anterior, atendiendo a los incrementos en la demanda, será necesario proveer más infraestructura para la próxima década, la que deberá ajustarse a requerimientos de mayores volúmenes de carga y mayores espacios marítimos para maniobras seguras de los buques. En este sentido, desde 2011 estamos trabajando en rigurosos análisis que permitan identificar la mejor zona de emplazamiento de un Puerto de Gran Escala, considerando criterios tales como aptitud constructiva, condiciones para áreas de respaldo y conectividad logística con los centros generadores de carga.
Con este objetivo, encargamos a las empresas portuarias de Valparaíso (EPV) y San Antonio (EPSA) la presentación de anteproyectos en las zonas identificadas como más adecuadas. Lejos de generar punga entre ambas, lo que se pretende es abrir las opciones de desarrollo de proyectos que aporten más capacidad, ofreciendo a cada empresa la posibilidad de mostrar los méritos de sus proyectos, sin excluir a priori ninguna opción.
Con esta lógica, la decisión definitiva entre Valparaíso y San Antonio será determinada por un equilibrio entre factores técnicos, logísticos, económicos y sociales. Como país necesitamos que el nuevo puerto cumpla con los más altos estándares de diseño y equipamiento; con buena conectividad y que además tenga capacidad de crecer a costos razonables, solo por mencionar algunas de las características requeridas.
Adicionalmente, es imprescindible que la decisión de emplazamiento reconozca la complejidad y amplitud de un proyecto como éste. Así, es importante considerar dimensiones como el impacto ambiental esperado del proyecto, el nivel de compromiso y apoyo de parte de los actores portuarios -incluyendo a empresa y trabajadores-, y la posición de las comunidades locales en general, entre otros.
Pedro Pablo Errázuriz
Ministro de Transportes y Telecomunicaciones