Con la voz entrecortada y al borde de las lágrimas, la directora del Jardín Infantil "Pinocho", Carmen Gloria Romero, relata con impotencia el cuantioso robo de especies y daños que afectó ayer el establecimiento de la Junji, uno de los más grandes de la región y que atiende a 240 menores en el sector de Miraflores Alto, en Viña del Mar.

Pese a estar ubicado a 5 cuadras de la Quinta Comisaría de Carabineros, el establecimiento sufrió el tercer robo durante el presente mes y el décimo en lo que va del año. Un triste récord que deja con un sabor amargo a la educadora, quien está próxima a jubilarse tras 36 años de carrera.

"Lo que más me duele es el daño que le hacen a 240 niños vulnerables que atendemos y el hecho de estar a cinco cuadras de una Comisaría de Carabineros, lo cual no es impedimento para que los delincuentes sigan robando", comentó la educadora.

Los delincuentes violentaron las protecciones de fierro de una de las ventanas para ingresar a las dependencias. Desde una sala sustrajeron un equipo de música, un DVD y cuantioso material didáctico nuevo, lo cual fue avaluado en más de un millón de pesos.

Todas las especies estaban embaladas en cajas, ya que próximamente se iniciará la remodelación del jardín infantil ubicado en avenida Eduardo Frei esquina Raulí.

Impotencia

La desprotección e impotencia en que se sienten las funcionarias es total. La directora explicó que años atrás incluso tuvo la oportunidad de encarar a uno de los delincuentes, concurriendo hasta su propio domicilio ubicado en las inmediaciones, para recuperar las especies sustraídas.

Sin embargo, Carmen Gloria Romero reconoce que este año ha recrudecido la delincuencia en el sector. "Este año ha sido el colmo, el año pasado fueron 3 robos, pero el 2013 ya van 10 y estamos recién en septiembre", argumentó.

Cabe consignar que los jardines de la Junji en la región suman más de 20 delitos. Ayer también fue objeto de robo el jardín infantil "Burbujas", en Placilla. La directora (s) de la entidad, Elizabeth Sáez, subrayó que "la víctima de los robos no es la Junji, no es el municipio, son los niños que quedan sin poder asistir a los establecimientos. Además, se afecta directamente a la familia y principalmente a las madres, que necesitan dejar a sus hijos en los jardines para poder trabajar con tranquilidad".