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Proyecto energético innovador

Se trata de un sistema basado en la cogeneración, es decir, en la producción simultánea de electricidad y energía térmicaCabe asegurar el más amplio respaldo para que pueda ponerse en marcha al respecto un plan piloto que, de ser efectivo, podría constituir, al menos, un paliativo importante para la encrucijada en que Chile se encuentra.
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La falta de creación de nuevas fuentes energéticas y el evidente crecimiento de la demanda han puesto al país en una verdadera encrucijada. Sin lugar a dudas este es un tema del que se ha tomado cabal conciencia y frente al cual prácticamente no existen discrepancias, aunque las hay en lo que se refiere a las fórmulas para una solución.

Es en este escenario donde ha surgido un nuevo proyecto desarrollado por la empresa GasValpo y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, que, de materializarse, podría traer consigo significativos ahorros de energía y también una ayuda económica para los consumidores.

Tal como informó ayer este Diario, se trata de un sistema basado en la cogeneración, es decir, en la producción simultánea de electricidad y energía térmica. Este funciona aprovechando que todos los edificios tienen una instalación eléctrica y un empalme a un sistema de combustible que puede ser gas natural, gas licuado u otro; a partir de allí se instala un equipo de cogeneración, que es un módulo donde hay un motor que genera la energía eléctrica y el calor residual que se produce en ese proceso es el que se aprovecha para calentar agua.

En cuanto a la cantidad de energía primaria -según indicó el profesor titular de la Escuela de Ingeniería Mecánica de la PUCV, Ramón Aldunate- esto puede significar un ahorro del 30% y, en términos económicos, eso va a depender mucho de los comportamientos de los consumos en el lugar donde se instale y de la relación entre demanda de energía eléctrica y gas. Pero las cifras estimativas indican que el ahorro puede ser de alrededor de 25% en la factura. El paso siguiente es seleccionar un edificio piloto en el cual el sistema funcionará por tres meses.

Frente este planteamiento hecho en el marco del Seminario "Cogeneración: Experiencia en Chile y sus proyecciones" cabe asegurar el más amplio respaldo para que pueda ponerse en marcha al respecto el aludido plan piloto que, de ser efectivo, podría constituir, al menos, un paliativo importante para la encrucijada en que Chile se encuentra.

Becas y créditos en la educación superior

La alta deserción de la Educación Superior se ha vuelto un tema relevante... un tercio de quienes ingresan no finaliza sus estudios
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El desarrollo del sistema de educación superior en los últimos años ha permitido que un grupo de jóvenes que antes no tenía acceso a la educación terciaria, ahora lo tenga, pasando de una matrícula de 165.000 estudiantes en los años 80 a más de un millón de ellos en el año 2012, con una cobertura neta de 27,9% en el año 2007 a 36,3% en el año 2011 (MINEDUC, 2012).

Si bien es cierto esto es un logro respecto de la cobertura, éste ha levantado una dificultad asociada: la retención de los estudiantes en sus respectivos programas y la finalización, egreso y titulación de ellos, requisito fundamental para el crecimiento del país en esta materia.

La alta deserción de la Educación Superior se ha vuelto un tema relevante que muchas veces se relaciona con la percepción estudiantil y de la comunidad, de que existe una falta de capacidad de las instituciones, para resolver los problemas de sus estudiantes, dar oportunidades y entregar soluciones en el momento que se necesitan. Si bien las causas de la deserción son múltiples, efectivamente existe una gran responsabilidad de parte del sistema universitario y de instituciones técnico profesionales al no analizar detenidamente este factor y tomar medidas concretas frente a él.

Según datos recientes en el país, "más de un 30% de los estudiantes dejan los estudios, sin embargo con el tiempo sobre el 40% de ellos vuelve a las aulas para continuar su carrera o iniciar una nueva. Los factores que inciden en el abandono son generalmente de carácter vocacional o económico y el área que menos retiros presenta es salud" (universia) esto significa que cerca de un tercio de quienes ingresan a la Educación superior no finaliza sus estudios.

Algunas investigaciones como la de MINEDUC del año 2012 incluso elevan estas cifras al 50% de deserción de universidades y 60% de Institutos profesionales. Estas cifras presentan un problema social respecto de varios aspectos: pérdida de recursos del estado, costos asociados a cerca de 47 mil millones de pesos anuales según González y Uribe (2005) citados en el documento del MINEDUC 2012, pérdida de la inversión de las familias involucradas, pérdidas para la institución de educación superior que se materializa en problemas de gestión para la misma y la pérdida del mismo estudiante en cuanto a expectativas, tiempo y recursos.

Paola Espejo Aubá

Directora Duoc UC sede Viña del Mar