Justicia civil será la encargada de resolver quiebra de Curauma
valparaíso. Junta de Acreedores rechazó ayer las proposiciones al convenio judicial preventivo.
Al borde de la banca rota quedó ayer Curauma luego que la Junta de Acreedores rechazara las proposiciones del convenio judicial preventivo tanto por la inasistencia de la sociedad inmobiliaria a dicha instancia deliberativa como por la falta de quórum de los acreedores, el cual apenas alcanzó un 29%.
De esa forma, el juez árbitro Diego Munita decretó abandonado el acuerdo, por lo que hoy remitirá el expediente de la causa a la Corte de Apelaciones de Valparaíso para que designe un tribunal civil que será el encargado de decretar la quiebra de la empresa y nombrar un síndico.
Dicha resolución fue bien recibida por la Tesorería General de la República, principal acreedor de Curauma que no participó en la continuación de la Junta, manteniendo así su postura de no dar quórum para la aprobación del convenio.
En la notaría de Marcos Díaz León, ubicada en Prat 612, Víctor Vidal, fiscal transitorio provisorio de la Tesorería, comentó que "estamos satisfechos con la resolución pues (la causa) se tenía que ir a la justicia ordinaria, creemos que era lo que correspondía desde el primer minuto".
Consultado por las implicancias que podría tener en el caso la inasistencia de Curauma a la reunión deliberativa, el abogado fue enfático: "ingresó la vez anterior y esta es la continuación de la Junta, además presentó fuera de plazo las modificaciones (al convenio)".
Agregó que en términos normales, la declaratoria de quiebra no debería demorar más de dos semanas, no obstante, "esto no es una situación normal", subrayó.
Tras la resolución, Gonzalo Cruzat, abogado e hijo del empresario dueño de Curauma, declinó referirse al complejo escenario que enfrenta la firma, argumentando que "es algo doloroso".
Fuentes cercanas a la inmobiliaria adelantaron que hoy presentarán un recurso de hecho para revertir la resolución del juez árbitro.