Aspiraciones ferroviarias
Desde el punto de vista de mayor demanda, una nueva vía Valparaíso-Santiago parece atendible, dado que constituye una ruta autónoma y segregada que descomprimiría la congestionada carretera actual.Aparecen también inquietudes en cuanto a la extensión del actual servicio local de trenes para que recupere su extensión tradicional hasta Quillota, con la restauración de estaciones cerradas sobre lo cual hubo promesas el 2008.
Diversas reacciones de apoyo han surgido tras el anuncio de nuevos estudios en torno a la recuperación de la interconexión ferroviaria de pasajeros entre Valparaíso y Santiago. Pero también hay un lógico escepticismo, dado que el tema tanto de la recuperación como de la modificación ha sido objeto de numerosos proyectos y anuncios.
La realidad es que se trata de una iniciativa costosa y el análisis más allá de la factibilidad material, facilitada indudablemente por los avances de la tecnología, pasa por un análisis de rentabilidad económica y social.
Este análisis debe situarse dentro del contexto del crecimiento regional, tanto en población como en actividades diversas.
La cercanía del Gran Valparaíso con la capital y el interés que nuestra zona genera como centro turístico y de vivienda permanente, permiten asegurar que los flujos de movimiento de personas entre ambos puntos seguirán con una tendencia creciente. Ello implica mayores demandas de medios de transporte y, en consecuencia requerimientos también de aumento de las vías de comunicación.
Así, desde el punto de vista de mayores demandas, un nuevo sistema ferroviario parece atendible, dado que constituye una vía autónoma y segregada, cuya operación indudablemente contribuiría a descomprimir la ya congestionada Ruta 68 y, lo más importante, aportaría a la seguridad de los viajeros y daría mayor expedición al movimiento caminero de carga asociado en especial al puerto de Valparaíso.
Dentro del tema general aparecen también inquietudes en cuanto a la extensión del actual servicio local de trenes para que recupere su recorrido tradicional hasta la provincia de Quillota, incluyendo la restauración de estaciones cerradas sobre las cuales hubo promesas, olvidadas, en el año 2008.
Estas demandas también son atendibles y asumirlas sería un acto de justicia a la luz de las altísimas inversiones que se hacen aceleradamente en el transporte público de la capital.