El Gobierno venezolano acusó ayer al de EE.UU. de intromisión en los asuntos internos del país al cuestionar la aprobación de la ley de poderes especiales que el Presidente Nicolás Maduro recibió de la Asamblea Nacional (Congreso).
En una declaración emitida por la Cancillería, el Gobierno expresó su más "profundo, categórico y enérgico" rechazo a las declaraciones de la portavoz de Departamento de Estado, Jen Psaki, en las que se refirió a la aprobación de llamada Ley Habilitante.
"Estas declaraciones son una nueva muestra de la intromisión de las autoridades de Estados Unidos en los asuntos internos de nuestro país y constituyen un acto que evidencia cómo la oposición venezolana ejecuta, con impudicia, la agenda trazada por el Departamento de Estado norteamericano para desestabilizar a nuestra patria", expuso el comunicado.
Agregó que el Gobierno venezolano hace un llamado de atención, "ante este grave desconocimiento de la realidad de nuestro país y de su ordenamiento jurídico, en especial de nuestra Carta Magna", la cual prevé la habilitación al Presidente para legislar por decreto, si así lo aprueba, como es el caso, una mayoría calificada de la Asamblea Nacional.
"Venezuela denuncia ante el mundo, que el gobierno de Estados Unidos utiliza a su tarifada oposición venezolana para ejecutar un plan de desconocimiento del orden constitucional venezolano", aseveró.
Psaki dijo que a EE.UU. le preocupa que se le haya concedido poderes especiales a Maduro, con los cuales podrá legislar durante un año.
La oposición venezolana convocó a manifestarse este sábado en contra de los llamados "superpoderes", iniciativa que fue criticada ayer por Maduro, quien acusó a los opositores de intentar "incendiar el país".