Trabajos y seguridad en la vía PIV
El atropello de una joven estudiante universitaria que se produjo en la semana en una calle de Reñaca constituye una potente voz de alerta Es de toda lógica que no se puede poner en peligro la seguridad de las personas ni durante ni después de que estos trabajos de modernización vial se realicen.
La urgencia de acelerar al máximo el proceso de construcción de la vía PIV que une Reñaca y Concón es a todas luces evidente. Los atochamientos vehiculares que allí se están produciendo, muy en especial en las horas peaks, son mayúsculos y ponen en riesgo la seguridad tanto de conductores como de transeúntes. No es difícil imaginar lo que allí sucederá una vez llegada de lleno la etapa de verano. Pero más evidente que lo anterior es la imperiosa necesidad de intensificar las normas de seguridad que se adopten en el sector, pensando en los transeúntes y en los automovilistas. Desde luego, pasos de personas debidamente señalados, semáforos y toda la señalética de advertencia que la circunstancia amerita son algunas de las medidas que hay que tomar y, por añadidura, perfeccionar las ya adoptadas.
El atropello de una joven estudiante, que gracias a Dios no tuvo consecuencias graves y que se produjo en la semana en la calle Vicuña Mackenna de Reñaca, es una potente voz de alerta al respecto. De acuerdo a lo informado por Carabineros a este diario, pese a que no existe un paso de peatones demarcado en el lugar en que se produjo el accidente, la preferencia la tenía la joven. Ello habla de la irrestricta obligación de los conductores de respetar todas las normas que al respecto existen y, por ende formulamos, una vez más, un llamado a que extremen la prudencia en ese sector.
Por otra parte, una vecina señaló que "no hay paso de peatones, la gente transita a toda velocidad y el único paso peatonal que existe para ir a Balmaceda a tomar la micro es un puente que está con sus tablas sueltas". Lo señalado es de claridad absoluta, y envuelve también una solicitud concreta de acción para la o las autoridades que corresponda.
Tal como tantas veces hemos señalado, los arreglos que se hacen a la ciudad exigen siempre una buena cuota de sacrificio para aquellos ciudadanos que vean afectada su vida diaria a raíz de los mismos. Es incómodo para los vecinos lo que allí hoy está sucediendo. No obstante, ellos son, específicamente, los que después más podrán disfrutar de vías modernas. Subrayemos, empero, que es de toda lógica que lo que no se puede poner en peligro es la seguridad de las personas ni durante ni después de que estos arreglos de modernización vial se realicen.