Sindican a un vecino como autor del incendio que dañó siete casas en Barón
siniestro. Afectados acusan que el hombre, con problemas mentales, había realizado amenazas.
Asumiendo las pérdidas materiales, aunque con la impotencia de saber que el desastre pudo haber sido evitado, los damnificados del nuevo incendio en el cerro Barón veían ayer cómo funcionarios municipales retiraban los escombros dejados por las llamas la noche del viernes, cuando un grupo de siete casas resultó afectada, quedando con pérdida total cinco de ellas.
Aunque el personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros recién estaba levantando evidencia que deberá ser analizada en búsqueda de algún agente acelerante del fuego, las acusaciones de parte de los vecinos apuntan en una sola dirección, y "con nombre y apellido", según Rossana Carter, propietaria de uno de los inmuebles destruidos y quien arrendaba a los residentes que también perdieron sus pertenencias.
Tiene facultades mentales perturbadas. En dos o tres ocasiones, durante la tarde, los chicos me dijeron que ya andaba prendiendo cosas y que ellos mismos tuvieron que apagar. Él fue, todos lo vieron", dijo la dueña de uno de los inmuebles.
Según los testigos, una bicicleta con motor a la cual le había adherido piezas de nylon y prendas de vestir y rociado con bencina, fue el objeto que inició el infierno vivido a partir de aproximadamente las 22.30 horas y que movilizó a 10 compañías del Cuerpo de Bomberos porteño.
"Él siempre ha sido extraño, tiene unos 50 años y hace unos meses tuvo un accidente vascular. Al lado viven unas jóvenes con quienes al parecer tuvo unos problemas. Había dicho "voy a incendiar todas estas casas para quemarlas" y eso es lo que terminó haciendo", agregó Carter.
Dadas las acusaciones de los vecinos, Carabineros de la 3a. Comisaría Norte realizó un control de identidad al sospechoso, pero ante la falta de una denuncia formal y atendiendo a la determinación de la fiscal Lorena Ulloa, se lo dejó libre, según explicó el mayor Héctor Sandoval.
Una zona golpeada
Como el sector donde se produjo el incendio ayer seguía clausurado para el tránsito en la intersección de las calles Castro y Tocornal para favorecer las tareas de despeje, para acceder al lugar había que llegar por calle González. Coincidencia o no, obligadamente se debía pasar frente a la panadería Barón, tradicional negocio del barrio que también fue consumido por las llamas hace menos de un mes, al igual que otras tres viviendas. Ese 26 de octubre 15 personas vieron destruido el lugar que habitaban.
Además, desde el lugar del cual ayer los daminificados observaban los tractores que se llevaban los restos de techumbre, vigas y mampostería, también se alcanzaba a ver la torre de la golpeada iglesia San Francisco.
El tradicional templo, que fue inaugurado en el año 1846, sufrió un incendio el 2 de agosto pasado, justo cuando el proceso de reconstrucción (hace un par de años también fue afectado por otro siniestro de proporciones) entraba en su recta final.
LA AYUDA
Tras la inicial asistencia acercada por la Dirección de Emergencias Sociales, consistente en colchones y abrigos, el alcalde, Jorge Castro, se hizo presente para conocer de primera fuente las necesidades de los 29 damnificados.
"Se trata de 23 adultos y seis niños. Son siete las propiedades siniestradas, de las cuales cinco presentan pérdida total. La mayor parte de los afectados son arrendatarios y además dos de ellos son personas de la tercera edad. Hemos coordinado las acciones para que ellas sean trasladadas a un hogar mientras buscamos una solución definitiva, ya que ahora están botadas, literalmente", dijo el jefe comunal.
Para ello se agendó una reunión para mañana, a las 11 horas, a fin de empezar a trazar un plan de ayuda para los vecinos.
"Ahora dejamos sellado para evitar cualquier tipo de derrumbe. En esto tampoco podemos exponer a los vecinos, hay un entorno de mucha gente, con estudiantes y niños de por medio. Por lo tanto creo que lo más prudente a hacer, mediante la consulta a los técnicos, será decretar la demolición al más breve plazo, por cuanto hay un evidente peligro de desplome de las murallas", concluyó el alcalde porteño Jorge Castro.
"Los chicos me dijeron que ya andaba prendiendo cosas en la tarde y que tuvieron que apagar. Él fue, todos lo vieron".
Rossana Carter
Dueña de inmueble siniestrado
"Lo más prudente
es decretar la demolición al más breve plazo, porque hay un evidente peligro de desplome de las murallas".
Jorge Castro
Alcalde de Valparaíso