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Diálogo secreto entre Estados Unidos e Irán habría pavimentado el crucial acuerdo

diplomacia. Contactos de alto nivel precedieron al histórico convenio que congela el programa nuclear iraní.
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Estados Unidos e Irán sostuvieron secretamente una serie de conversaciones directas de alto nivel el año pasado, en una riesgosa apuesta diplomática del gobierno de Barack Obama que preparó el terreno para el histórico acuerdo alcanzado en Ginebra la madrugada de ayer, encaminado a disminuir el programa nuclear de Teherán. Así lo reveló la agencia AP, que explicó que las conversaciones fueron mantenidas en secreto incluso para los amigos más cercanos de Estados Unidos, entre ellos sus socios en las negociaciones e Israel, hasta hace dos meses,.

De acuerdo a la versión, eso podría explicar cómo el acuerdo sobre el programa nuclear iraní se selló con rapidez tras años de estancamiento e intensa hostilidad entre Irán y Occidente.

Obama autorizó personalmente las conversaciones como parte de su esfuerzo -prometido en el discurso inaugural de su primer periodo- de acercarse a un país que el Departamento de Estado considera el estado más activo en el mundo en el patrocinio del terrorismo.

El diálogo se llevó a cabo en Omán, una nación de Oriente Medio, y sólo un pequeño círculo de personas estaba al tanto de él, agregó la AP.

saludo de la onu

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El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró ayer su satisfacción por el acuerdo sobre el programa nuclear iraní y pidió que todos los Gobiernos interesados hagan "todo lo posible" para extender su alcance.

En un comunicado divulgado ayer por su oficina, Ban felicitó a los negociadores de un pacto que "podría convertirse en el inicio de un acuerdo histórico" para Medio Oriente.

El pacto alcanzado en Ginebra por el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido, Francia y Alemania) con Irán, establece la congelación del programa nuclear iraní durante seis meses, tiempo en el se intentará llegar a un acuerdo global y definitivo.

"Estados Unidos, junto con nuestros aliados y socios, dio un importante primer paso hacia una solución amplia que resuelva nuestras inquietudes respecto del programa nuclear de Irán", dijo el Presidente Barack Obama tras el anuncio del acuerdo, en la que señaló que se "ha abierto un nuevo camino hacia un mundo más seguro".

El acuerdo establece que en el próximo semestre Irán limite su enriquecimiento de uranio al 5%. El uranio ya enriquecido al 20% será diluido con el fin de evitar que sea usado para fabricar armas atómicas. Teherán tampoco podrá instalar nuevas centrifugadoras o plantas para el enriquecimiento de uranio, ni seguir con la construcción del reactor de Arak, mientras que las centrifugadoras ya instaladas pero que aún no entraron en funcionamiento no podrán hacerlo. Se autorizarán controles diarios a los inspectores internacionales. El acuerdo establece que una parte de las sanciones internacionales vigentes serán levantadas, lo que implica para Irán un alivio financiero de US$ 7.000 millones.

Irán: se reconocen "derechos"

El acuerdo "reconoce los derechos nucleares de Irán", aseguró ayer el Presidente iraní, Hasan Rohani, quien afirmó que "las actividades de enriquecimiento de uranio continuarán como en el pasado" y reiteró que su país "nunca buscó y nunca buscará armas nucleares". Teherán dijo que entre las medidas que serán suspendidas están parte del embargo petrolero, sanciones contra la industria petroquímica y automotriz iraní.

El teléfono de la canciller Angela Merkel fue interceptado por hasta cinco países

Alemania. EE.UU., China, Rusia, Corea del Norte e Inglaterra en la mira.
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El teléfono móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, habría sido objeto de interceptaciones y escuchas por parte de hasta cinco servicios secretos de diferentes países, según la información que publicó ayer por el semanario alemán Focus. Según este medio, las autoridades de la inteligencia alemana estarían sobre aviso de que, además de EE.UU, los servicios de espionaje de China, Rusia, Corea del Norte y Reino Unido habrían interceptado conversaciones mantenidas por la canciller a través de su celular.

El móvil de Merkel se encontraba en la lista de objetivos de Agencia Nacional de Inteligencia estadounidense desde 2002, tres años antes de que ganase sus primeras elecciones. Los servicios de inteligencia de EE.UU. habrían intervenido el teléfono que había proporcionado a Angela Merkel su propio partido, la Unión Cristianodemócrata.