El arduo trabajo del club Luterano para ser campeón
balonmano. La institución playanchina lleva más de 20 años difundiendo el hándbol y ahora pretende acentuar su compromiso social con Valparaíso.
La calidad del balonmano regional, a estas alturas, es innegable. Prueba de ello es que en la última final de la Liga Nacional se enfrentaron dos equipos de la zona: Luterano de Valparaíso e Italiano de Villa Alemana. El triunfo quedó en poder del equipo porteño por un estrecho 25-22, resultado que se transformó en un merecido premio para el trabajo que el club viene realizando hace varios años para fomentar el hándbol.
Como muchas instituciones locales, el club tuvo su origen en un establecimiento educacional, en este caso, el colegio Luterano Concordia de Playa Ancha, el que aún sigue aportando la mayoría de los jugadores para las divisiones menores. Eso sí, en la directiva se encargan de aclarar rápidamente que las puertas están abiertas para todos y es así como han recibido jugadores de los colegios Internacional, Salesiano, Seminario San Rafael y María Auxiliadora, entre otros.
Impulsando el hándbol desde hace más de 20 años, Luterano está enfocado en sumar nuevos integrantes (hoy cuenta con más de 200 jugadores) y ha puesto sus ojos en su "vecindario" del cerro Playa Ancha. La idea es atraer especialmente a niños en situación vulnerable, para reafirmar su compromiso social con Valparaíso.
El problema es que, a pesar de los éxitos obtenidos a lo largo de su historia, el club no recibe aporte económico de privados. Solo tiene la ayuda del establecimiento que los acoge desde su nacimiento, pero eso es insuficiente considerando los gastos que se deben cubrir cada vez que se juegan campeonatos en otras regiones del país.
LA RUTA AL TÍTULO
Volviendo a la actuación en la Liga Nacional, Luterano tuvo que sortear varias etapas para coronarse campeón y repetir los títulos que ya había conseguido el 2000 y 2001.
En la etapa regional, los playanchinos se titularon campeones, superando en el podio a Italiano y Santiago Wanderers. Los tres, junto al equipo de la sede José Miguel Carrera de la Universidad Santa María, avanzaron a la eliminatoria zona Centro, donde se enfrentaron a los mejores de Santiago.
Ahí, Luterano logró pasar junto a Italiano, Wanderers y Balonmano Ovalle de Santiago. En esta etapa le ganó a Santiago Steels, que lo había derrotado en la final del 2012.
Ya en el octogonal final, los porteños lograron instalarse en semifinales, donde le ganaron a Ovalle por 34-26 antes de medirse con Italiano e imponerse por 25-22. Con este título, clasificaron al Sudamericano de Clubes del próximo año.