En las semanas previas al estreno de la teleserie "Secretos en el jardín" (Canal 13), su productor, Matías Ovalle, aseguraba en forma tajante que la trama no tenía relación con el caso de los psicópatas de Viña del Mar. "La historia que vamos a contar es cien por ciento ficción. Es una idea original de Julio Rojas y mía", aseguró enfáticamente en una entrevista a Emol.

Y agregó: "En nuestra trama, que está ambientada en Viña y también ocurre en la década de los 80, tenemos a unos psicópatas que atacan en esa ciudad, tal como ocurrió en ese hito de la historia policial chilena, pero acá lo que contamos es completamente diferente", un argumento que se han encargado de repetir guionistas y directores.

Pero, ¿cuán alejada de la realidad está la telenovela? Se analizaron segundo a segundo los dos primeros capítulos de la producción para compararlos con los hechos reales y estos son los resultados.

Recreación casi exacta

"Secretos en el jardín" empieza con el detective Ramiro Opazo (Francisco Pérez-Bannen) sentado en su camioneta, escuchando las noticias en la radio. Esta primera escena está ambientada en 1985, año en que ocurre el fusilamiento de Jorge Sagredo y Carlos Topp Collins.

Luego se muestra a los periodistas, dibujantes y otros entrando a la cárcel, tal como relatan los testigos del hecho. Sin embargo, en vez de que la acción ocurra en Quillota es en Valparaíso; los culpables aparecen cubiertos con capuchas -y en realidad llevaban los ojos vendados-, acompañados de dos sacerdotes. Y es en este momento en que se mete de lleno la ficción, ya que presentan a tres responsables de los crímenes en vez de dos.

El resto de la escena transcurre casi de forma exacta a lo que pasó esa fecha. Los culpables son sentados frente a una pared de sacos y se les pone un parche con un centro rojo sobre el corazón, y entran los fusileros, quienes aparecen descalzos, aunque de verdad usaban alpargatas y pisaban sobre frazadas.

Mientras todo esto sucede, se escucha de fondo los informes que entrega la radio en el cual se dan a conocer más antecedentes de los delitos, donde hay varias divergencias con la realidad. El locutor cuenta que los psicópatas fueron condenados por 23 crímenes ocurridos entre marzo de 1980 y noviembre de 1981. Lo cierto es que Sagredo y Topp Collins comenzaron a actuar en junio de 1980, realizando cinco robos: dos con intimidación y tres con violencia, uno de ellos frustrado. En agosto del mismo año asesinaron al electricista y profesor Enrique Gajardo y violaron a su acompañante, lo que se hizo conocido como el Crimen del Jardín Botánico. Desde ese instante y hasta noviembre de 1981, seguiría la seguidilla de homicidios -diez en total- y violaciones, las cuales fueron cometidas contra cuatro mujeres que sobrevivieron a los ataques.

Tan cerca de la realidad

Luego la teleserie retrocede a febrero de 1981, en plena época del Festival Internacional de la Canción, mostrando la fachada del hotel O"Higgins con el nombre de Calipso, lugar donde tanto en la ficción como en la realidad alojaban los artistas que venían al certamen. La periodista (Francisca Lewin) se dirige a entrevistar a José Luis "Puma" Rodríguez, quien precisamente fue uno de los invitados estrellas al evento de ese año junto a Julio Iglesias, Camilo Sesto y Miguel Bosé.

En "Secretos en el jardín", la reportera es hija del alcalde (encarnado por Edgardo Bruna). En aquella época la máxima autoridad de la comuna era Edmundo Crespo, quien fuera designado en 1979 con solo 27 años, por lo que es imposible que tuviese una hija mayor como en el drama. La noche que recrean en la teleserie es la clausura del evento musical en la que participó el "Puma", pero lo hizo vestido completamente de blanco, mientras que los pantalones negros y camisa blanca pertenecen a una jornada anterior de ese mismo Festival.

En este marco, la producción muestra el homicidio de un hombre mayor y una prostituta -que se hacía llamar "La Chilindrina"-, quienes son hallados en las inmediaciones de la Quinta Vergara y asesinados a balazos. Efectivamente, la última noche del Festival de ese año se cometió el llamado Crimen de Marga Marga, cuando en el lecho del río matan a Fernando Lagunas (54) y Delia González (24), la cual era una prostituta conocida como "Topo Gigio". A parte del lugar donde ocurrieron los hechos, la otra diferencia con la realidad es que en la ficción muestran a dos asesinos, mientras que en el informe judicial se indica que Sagredo actuó solo.

El hombre de Santiago

La preocupación por lo que estaba sucediendo en la Ciudad Jardín llevó a que Investigaciones trajera desde Santiago al detective Nelson Lillo para crear la brigada Antipsicópatas, que tenía como misión encontrar a los responsables. Este es el rol de Pérez-Bannen.

No es el único personaje que tiene algún asidero a la realidad: el periodista del diario local Javier Montes (Mario Horton) tiene su símil en Ricardo Ruiz Lolas; mientras que Sofía (Daniela Ramírez) podría encarnar a la víctima del Crimen de Sausalito, donde murió el ginecólogo Alfredo Sánchez.

Por otra parte, en la ficción cuando el detective llega a la comisaría le entregan los antecedentes de los casos que habían sucedido, mencionándolos con los siguientes nombres: Sporting -donde en realidad solo hubo un robo-; Sausalito, Marga Marga y Quinta Vergara (que no sucedió).

De ahí en adelante, Opazo comienza la investigación, encontrándose que los taxis tienen alguna relación con los crímenes. Esta mención también tiene un asidero en lo que realmente sucedió, ya que en dos oportunidades los psicópatas mataron taxistas para robar los vehículos y cometer otras fechorías.

Como se puede apreciar, hay varias similitudes con la realidad, pero habrá que esperar para ver si sigue esta tónica en los próximos capítulos, que desde esta semana aumentarán un día al transmitirse de domingo a martes, a las 23.20 horas.