El consumo de drogas desde etapas tempranas es un tema que preocupa a todos los actores sociales. En el ámbito de la prevención del consumo, la Universidad de Playa Ancha, consciente de este fenómeno, hace ya quince años viene trabajando con un equipo de académicos generando espacios de investigación, capacitación y reflexión en conjunto con docentes y directivos del sistema escolar.

Producto de la trayectoria anterior, se han firmado convenios de colaboración con el Senda regional que han permitido responder a los desafíos a los que se ven enfrentados nuestros profesores y profesoras en sus contextos de desempeño profesional. Así, en respuesta a solicitudes específicas, la Universidad de Playa Ancha se ha hecho presente a través de sus académicos en las comunas de Olmué, Casablanca, La Ligua, Puchuncaví, Quintero, San Antonio, Quilpué, Villa Alemana, San Felipe, El Tabo y Viña del Mar, entre otras.

Es importante destacar el compromiso de docentes y directivos de las unidades educativas como también de los profesionales de los equipos psicosociales del Senda Previene.

En este escenario y en concordancia con las aspiraciones de las universidades estatales, en noviembre se ha iniciado un curso de especialización orientado a académicos de las Facultades de Educación denominado "Formador de Formadores". Lo anterior tiene como propósito la implementación de la prevención del consumo de drogas y alcohol en contextos escolares, iniciativa que a la vez fortalecerá la formación integral de futuros profesionales de pedagogía.

Este desafío se ha asumido en red con la vicerrectoría de Asuntos del Estudiante de la Universidad de Santiago de Chile, Senda nacional y Consorcio de Universidades Estatales, generando, en sintonía con la misión que nos convoca en cada región, un trabajo en conjunto con las universidades de Tarapacá, Antofagasta, Santiago de Chile, Valparaíso, Playa Ancha, Los Lagos y Magallanes.

Creemos firmemente que la prevención se debe asumir colaborativamente, potenciando el intercambio de prácticas, investigación y diálogo entre la universidad y los municipios para avanzar hacia un escenario preventivo de mejor calidad de vida.

Está en plena marcha la culminación de la primera etapa de la llamada Vía PIV (Plan Intercomunal de Valparaíso), nueva conexión vial que une a Reñaca y la comuna de Concón. Este proyecto -desde hace tanto tiempo anhelado- da respuesta a la creciente expansión de ambos puntos, especialmente de Concón, lo cual implica aumento de tránsito de vehículos particulares, de carga y de transporte público. Si a esto se agrega el importante crecimiento de la población flotante con motivo de la llegada de veraneantes a la región, veremos que el panorama es todavía más complicado.

La obra en marcha supone en sus primeras cuatro etapas la inversión de 18 mil millones de pesos por parte del Ministerio de la Vivienda. A la ejecución de los trabajos mismos se deben sumar los costos de expropiaciones de terrenos necesarias para el avance de la nueva ruta.

Si bien es cierto son importantes los avances logrados hasta ahora en el tramo Concón-Reñaca, quedan pendientes obras que vinculen este último punto con extremo norte de la Población Vergara, es decir, con el centro de Viña del Mar.

Actualmente la principal vía de unión es la avenida Jorge Montt, absolutamente insuficiente para el creciente movimiento del área.

Así, es necesario asumir la proyección de la Vía PIV en el tramo Reñaca-Viña del Mar, tarea que implica uso de espacio de los terrenos de las antiguas petroleras y el paso a través de recintos navales hasta lograr la mencionada conexión total.

Solo completando este nuevo trazado vial desde Viña del Mar hasta Concón se logrará descomprimir la situación actual que se expresa en continuas y crecientes congestiones, accidentes y prolongados tiempos de viaje.

Todas estas obras suponen molestias temporales y necesarios acuerdos entre los diversos actores públicos y privados involucrados, pero debidamente coordinadas serán de general beneficio para amplios sectores de la comunidad regional.