Alfredo Rojas repasa sus 25 años como técnico de "Las Leonas" de José Cortés Brown
VÓLEIBOL. Reconocido profesor dejará de entrenar al equipo que formó en 1989, aunque seguirá ligado al deporte.
Alfredo Rojas comenzó a hacer clases en el liceo José Cortés Brown el año 1978. Su primer encuentro formal con el vóleibol fue en 1985 y en 1989 armó el equipo femenino que luego sería conocido como "Las Leonas" en el ambiente deportivo escolar. Hace pocos días anunció que dejará el cargo de entrenador del liceo viñamarino porque necesita más tiempo para dedicarse a sus nuevos proyectos, entre los que destaca la liga de vóleibol regional de la Fundación Odec (Oficio Diocesano de Educación Católica de Valparaíso).
Con 25 temporadas al mando del plantel Sub 18 del establecimiento de cerro Castillo, el profesor repasa los mejores episodios de esta labor, a la que llegó sin proponérselo. "Tengo más de 200 medallas a nivel comunal, provincial, regional y nacional, muchos recuerdos de viajes y el agrado de reencontrarme con mis exalumnas que todavía siguen jugando, en sus trabajos o en la universidad", repasa.
- El "Lucho Santibáñez" del vóleibol. Rojas reconoce que nunca jugó vóleibol. "Yo era futbolista, de vóleibol sabía lo que me enseñaron en la universidad, no más. Pero en 1985 en el Refugio de Cristo el padre Pienovi me dijo que los niños peleaban mucho cuando jugaban pichangas, así que había que buscar otro deporte. Pensé en el voleibol, porque una red separa a los equipos y no hay contacto físico. No les gustó la idea, pero les escondí todas las pelotas de baby. Fuimos a un Nacional del Sename, salimos segundos y me quedó gustando". Luego llevó esta disciplina al liceo José Cortés Brown (JCB), como una forma de potenciar la asociación viñamarina en la que ya era dirigente.
- Los primeros años de derrotas. Obviamente, el JCB no comenzó ganando en los torneos de vóleibol. "Pasábamos perdiendo, éramos muy malos… el Saint Margaret"s nos sacaba la mugre a cada rato y las niñas ya no querían ir para allá. Ahí les dije que íbamos a aprender juntos, porque yo tampoco dominaba la parte competitiva. Entrenamos, trabajamos, y como en 1993 aparecieron los triunfos. Después fuimos al Saint Margaret"s y les ganamos allá una final. Fue bonito, porque ellas mismas nos pidieron tomarse una foto con los dos equipos juntos".
- La elección por el vóleibol femenino. Rojas se especializó como entrenador de equipos de damas y tiene clara la razón. "En esos años no había muchas opciones para las mujeres, estaba el básquetbol y nada más, no había fútbol como ahora. Yo me propuse que el vóleibol femenino fuera tan popular como el fútbol en los hombres. Además, cuando trabajas con mujeres, es más fácil destacar. Al principio cuesta porque no tienen las mismas habilidades que los hombres, no andan corriendo o saltando todo el día como ellos, pero cuando superas eso, vienen los resultados".
- El apodo de "Las Leonas". En algún momento el equipo del José Cortés Brown también fue conocido como "Las Chicas Superpoderosas", pero fue el otro apodo el que trascendió. Rojas aclara que no es de su autoría. "Eso lo inventó Carolina Pincheira, que ahora es dentista. Salimos campeonas regionales y ella no podía ir al Nacional de enero del "97 porque estaba pasada en la edad. Era buena jugadora y buena alumna, así que la llevé como ayudante. Ella les dijo a las chicas que tenían que jugar como leonas, defender al equipo tal como las leonas defienden a sus cachorros. Ahí quedó el nombre, después inventaron un grito y todo. Pegó harto".
- Los campamentos de verano. El 2009, a Rojas se le ocurrió hacer un campamento de verano para las jugadoras del JCB. "En internet vi que en Guatemala hacían algo parecido, pero como escuela no más, las chicas entrenaban y se iban a su casa. A mí se me ocurrió que fuera campamento, quedándose en el liceo. Fueron 10 días en que bajábamos a entrenar a la playa en caleta Abarca, después hacíamos vóleibol en el liceo Guillermo Rivera y terminábamos repasando táctica. En la noche las niñas veían películas, jugaban cartas o cosas así. Era como estar de vacaciones, pero en la misma ciudad". El 2011 se repitió la experiencia en Algarrobo y este año de nuevo en el liceo, pero en la sede de Recreo.
- El viaje a Isla de Pascua. El año pasado, el profesor organizó un viaje a Rapa Nui que duró una semana. "La idea era premiar a las niñas que durante cuatro años habían sacrificado su vida en la enseñanza media haciendo deporte. Allá hay un colegio de la Fundación Odec, hicimos los contactos y nos recibieron. La Municipalidad de Viña del Mar nos pagó la mitad de los pasajes. En la isla casi no se conoce el vóleibol, hay un grupo chico de adultos que juega, pero nada más. Nosotros hicimos clínicas para los niños de las escuelas de allá. Trabajábamos en la mañana, conocíamos en la tarde y en la noche jugábamos un campeonato mixto".
- La rivalidad con San Felipe. A nivel de vóleibol femenino regional, el gran rival del José Cortés Brown es el liceo Corina Urbina de San Felipe, pero Rojas asegura que no hay rivalidad. "Jamás. Cuando ellas iban a los Binacionales, por ejemplo, me pedían refuerzos a mí y yo hacía lo mismo para los torneos nacionales. Además yo tengo muy buena relación con su entrenador. No somos un equipo con mañas… yo prefiero perder una jugadora que perder los valores y la cultura que le he enseñado al equipo".
- Sus proyectos con la Fundación Odec. Este año, Rojas encabezó la organización de la liga de vóleibol de la Fundación Odec, que agrupa a 18 establecimientos de la región. "Quiero transmitir todo lo que aprendí jugando siete años la Liga Nacional de Menores. Mi idea es que en cada ciudad el colegio más fuerte sea uno de la Fundación Odec y formar una selección regional. A futuro, nos gustaría que las que jugaron ahora en categoría Sub 15 puedan participar en la Liga Nacional de Menores del 2015". A eso suma la Olimpiada Familiar que se realizó en octubre y otra similar, pero para funcionarios de los colegios, que pretende implementar el próximo año.
Alfredo Rojas
Entrenador de vóleibol