La estimación de rentabilidad de carreras universitarias
herramientas. Algunas aplicaciones han generado información que puede ser incorrecta o llevar a conclusiones erradas.
Miles de jóvenes esperan los resultados de la PSU para postular a la educación superior y comenzar a definir, en buena medida, su futuro laboral. La vocación debería ser el principal factor a tomar en cuenta, pero no necesariamente el único; al menos hay que tener presente la realidad laboral de las carreras.
Mirando la educación como una inversión, en este caso acumulación de capital humano, contar con datos de los ingresos ha permitido estimar la rentabilidad de las carreras, o sea, cuánto ingreso adicional se obtiene, descontando el costo directo de estudiar y los ingresos que se obtendría si en lugar de estudiar se entrase al mercado laboral después de cuarto medio (ver gráfico).
La rentabilidad de la educación superior corresponde a la diferencia que se genera entre las dos trayectorias, considerando que los primeros años es negativa y luego se vuelve positiva, pues se obtienen los frutos del sacrificio. Para el cálculo se utilizan herramientas de matemáticas financieras como el Valor Presente Neto (VPN) o la Tasa Interna de Retorno (TIR).
Sin embargo, algunas aplicaciones que se han realizado han generado información que puede estar incorrecta o llevar a conclusiones erradas. Un reciente estudio realizado por Alejandro Bravo, "¿Es rentable estudiar una carrera universitaria en Chile? Una pregunta y varias respuestas", entrega algunas consideraciones a cálculos de rentabilidad que han aparecido en los medios de comunicación y que dejan la impresión que existe un alto porcentaje de carreras no rentables. Algunas de estas consideraciones son:
1. En el costo se incluye los semestres que el estudiante ya terminó sus cursos y se prepara para rendir el examen de título, siendo que en algunos casos debe matricularse y en otros no.
2. Se han proyectado los ingresos futuros de los profesionales a partir del ingreso que obtienen al cuarto año, sin considerar que hay un fuerte crecimiento en las remuneraciones de los profesionales en los primeros diez años en el mercado laboral.
3. Algunos estudios utilizan una tasa de descuento de los ingresos futuros de 6% anual, la que es alta considerando que un alto porcentaje tiene acceso a financiamiento subsidiado y hoy se han uniformado en 3%
4. Se ha asumido que los salarios siguen creciendo hasta la edad de jubilación, siendo que en Chile se observa que el máximo se alcanza alrededor de los 55 años de edad.
Por las tres primeras consideraciones, la rentabilidad aumentaría, y el cuarto factor haría que disminuya. Además, el ranking de las universidades puede variar significativamente según como algunos de esos factores están presentes en cada caso. Bravo encuentra que la rentabilidad es el doble de lo que se obtiene en el estudio "La Rentabilidad de la Educación Superior en Chile. Revisión de las Bases de 30 años de Políticas Públicas" de Urzúa en 2012, y el ranking de las universidades cambia de manera importante.
reparos
reparos
Además, de lo señalado por Bravo, otros reparos son:
1. No se considera la situación de estudiantes que están becados, por lo que el costo de educarse solo sería lo que dejan de obtener de ingresos por estar estudiando.
2. No se consideran los costos del proceso de obtención del certificado de título, siendo altos montos en algunas universidades y marginales en otros.
3. Se considera que los titulados generan ingresos a partir de su titulación, siendo que algunas carreras tienen altas tasas de empleabilidad, incluso comienzan a trabajar antes de titularse, y otras son bajas en los primeros años.
4. La información que se reporta tiende a hacer pensar que la rentabilidad es consecuencia de la Universidad donde la persona estudió la carrera, sin considerar su origen socioeconómico. Por lo que vale preguntar: ¿la rentabilidad obtenida es atribuible a la universidad o a la familia?
5. Tampoco se considera la ubicación geográfica donde están trabajando los titulados, siendo conocido que en la Región Metropolitana las remuneraciones son mayores que la mayoría de las demás regiones del país, y que en general el costo de la vida en la capital también es superior.
Lo anterior lleva a la conclusión que queda por avanzar en mejorar la metodología para calcular la rentabilidad, y hay que tener cuidado con la lectura que se realiza de la información que se publica al respecto.