"La FACH no puede lavarse las manos y culpar a tripulantes y al viento"
Intacta y dolorosa. Así continúa la pena en los corazones de los integrantes de la familia de Galia Díaz Riffo, la funcionaria del Consejo de la Cultura y las Artes de Valparaíso que falleció el 2 de septiembre de 2011 junto a otras 20 personas mientras viajaba en un avión Casa 212 de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) al archipiélago de Juan Fernández, el cual, sorpresivamente, cayó al mar.
Una tristeza que apenas logra aplacar, por minutos, una placa conmemorativa descubierta ayer en un jardín en la playa El Encanto de Reñaca, la que accedió colocar la Municipalidad de Viña del Mar como una forma de recordar uno de los sitios preferidos de Galia.
La razón del por qué las lágrimas brotan al cabo de algunos minutos de conversación con Héctor Díaz, padre de la joven, está en el hecho que ni la FACH ni el Consejo de Cultura y las Artes han demostrado su intención de reconocer culpabilidades en el accidente que perdieron la vida quienes, justamente, viajaban al archipiélago a apoyar la reconstrucción tras el terremoto y tsunami de febrero de 2010.
Y los dardos los apunta Héctor Díaz, directamente, al anterior ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, y a la "jerarquía" de la FACH.
Cabe recordar que en el accidente murieron, junto a otros, el conductor de TVN, Felipe Camiroaga, y el empresario y encargado de "Desafío Levantemos Chile", Felipe Cubillos.
En el caso de Galia, estaba bajo fuero maternal, según determinó la Contraloría, mientras que un sumario interno del Consejo de la Cultura y las Artes determinó que hubo acoso laboral contra la funcionaria, lo que generó sanciones que no dejaron satisfecha a la familia.
"nos mintieron"
-A más de dos años del accidente, ¿cómo evalúa lo sucedido y las sanciones aplicadas?
- A las 48 horas del accidente hice una denuncia de acoso laboral que se aplicó a mi hija durante su estadía en el Consejo Nacional. Dos días después me llamó el ministro Luciano Cruz- Coke dándome a conocer que no había tenido ningún conocimiento previo, a pesar de que mi hija tres meses antes del accidentes le había enviado una carta (que es pública) reseñando profusamente cuál había sido la acción de acoso practicada por su jefa. En esa ocasión, el ministro me ofreció que iba a ordenar una investigación sumaria y le dije que no nos interesaba la sanción, sino el reconocimiento oficial que acá hubo un acoso laboral y que esto nunca más iba a ocurrir en el Consejo de la Cultura ni en ninguna institución estatal de este país, ni en ninguna empresa de este país. Eso es lo único que me interesa. Las sanciones a los funcionarios que cometieron un error, en algún momento, lo van a pagar. Por supuesto, me dijo. Él y el actual subdirector nacional me juraban con todas las de la ley que apenas se supiera el resultado de la investigación se iba a cumplir lo que yo había pedido: una declaración pública del Consejo. Todavía la estoy esperando, todavía no ocurre. O sea, nos mintieron.
sanción a destiempo
-¿Cómo supo de la sanción que se aplicó a los funcionarios?
- A la directora de la sección, que fue la acosadora, (le aplicaron el) 30% de su sueldo; al director de recursos humanos el 10%. Cuando salió la sanción, ni la acosadora ni el director de Recursos Humanos ya pertenecían al Consejo. Por lo tanto, de la sanción de sueldo, nada. Nada más y eso fue todo lo que hizo el Consejo. De ahí mi divorcio con el Consejo. El Consejo no cumplió...
-¿Y en relación a la FACH?
- Ahí tenemos otro capítulo que es muy complicado. Mandar a este contingente a Juan Fernández en un avión con esas características técnicas tan limitadas... Cuando llegué en diciembre de 2011 a Juan Fernández, todavía no había instrumentos para la navegación aérea en el aeródromo de Juan Fernández. El experto en Meteorología que debía informar de las condiciones para que el piloto dijera "orden de retorno y me devuelvo a Santiago con lo que me queda", vivía en (el poblado de Juan Bautista) y el aeródromo está arriba, por lo que tiene condiciones (climáticas) completamente distintas. Y el tipo no tenía instrumentos en el aeródromo... Entonces, la FACH no puede decir ahora que se lava las manos y echarle la culpa a los tripulantes y al viento. Y ustedes, señores FACH, ¿qué responsabilidades tienen? Ellos saben perfectamente y todo el mundo que viaja sabe que a Juan Fernández no puedes llegar después de las 5 de la tarde, porque se levanta un viento que se hace inmanejable.
EQUIPO DE TVN
- ¿Hubo un atraso en la salida del vuelo?
- Ese avión tenía hora de salida a las 9 de la mañana, yo estuve en el aeropuerto, porque fui a dejar a mi hija ahí, fue citada a las 9 de la mañana y salió a las 2 de la tarde. ¿Por qué? Porque había que esperar que el señor Camiroaga y el equipo de TVN terminara el "Buenos Días a Todos". Resultado: dos de la tarde, y llegó a Juan Fernández a la 5 de la tarde, con una tripulación que, además, tomó una mala decisión. Pero yo estoy hablando de las responsabilidades previas. ¿Quién ordenó que el vuelo se detuviera hasta las 2 de la tarde? ¿Quién ordenó que fuera ese avión en particular? La jerarquía de la FACH, si es que no se mandan solos. En un club deportivo puede mandarse solo el arquero, pero no en la Fuerza Aérea. Y si así ocurre, válgame Dios.
Tras el descubrimiento de una placa conmemorativa, Héctor Díaz se refirió además al funcionamiento de la "Fundación Galia Díaz", que él fundo, la que se creó al poco tiempo después del accidente.
La organización nació, como cuenta el docente de la Universidad de Chile, luego que un grupo de amigos de la Facultad de Medicina del plantel le propusiera reponer libros que llevaba Galia al archipiélago de Juan Fernández al momento de la tragedia.
"Nos propusimos en diciembre de 2011 y viajé a la isla cumpliendo funciones de la Universidad de Chile como delegado de la PSU y llevé, en esa ocasión, esos libros, los que no alcanzaron a llegar".
Luego de ello, se generó una fundación para el desarrollo cultural y "en menos de medio año, ya tenemos inaugurados dos centros comunitarios de recursos de aprendizaje" en escuelas de Chiloé.
mitigar el dolor
"Estamos muy motivados con seguir en esta idea, porque puede ser un afán egoísta lo que voy a decir, pero creo que con esto estoy mitigando mucho el dolor por la desaparición de mi hija, cumpliendo su fin, su ideal y su objetivo de vida", manifestó.
Actualmente, ya han entregado cerca de mil 800 libros producto de donación en planteles de Nercón y Detico, ambas localidades de Chiloé.
"El despertar estas sensibilidades es la que me indica que estamos en una buena senda. Hay mucha gente generosa en este país y lo que falta es mostrarles el por donde va esa generosidad".
Héctor Díaz explicó que, en vida, el interés de Galia siempre fue el poder dotar a las comunidades de libros para incentivar la lectura "y volver a ser los buenos lectores que fuimos siempre".
"En un club deportivo puede mandarse solo el arquero, pero no en la Fuerza Aérea. Y si así ocurre, válgame Dios"
Héctor Díaz Padre de Galia
"En sus vacaciones, en los veranos, desde Limache nos veníamos sagradamente a esta playa"
Adriana Duarte Abuela materna de Galia