Manuel Gallardo es un hombre de 41 años que a los 36 fue diagnosticado de insuficiencia cardiaca terminal. La falta de un donante de corazón, pese a ser prioridad nacional para un trasplante, derivó en que su salud alcanzara una condición crítica durante noviembre. Así que decidió junto al equipo médico del hospital Gustavo Fricke, de Viña del Mar, utilizar la tecnología de corazón artificial, recientemente llegada al país tras una pasantía hecha por especialistas del recinto médico en Alemania. Hoy Manuel Gallardo ya puede sonreír.
Se trata del tercer Dispositivo de Asistencia Ventricular Intracorpóreo que se instala en el país y en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar y el cuerpo de Manuel lo ha recibido sin rechazo. "Llevamos súper poquito después de la operación que fue hace 12, 13 días, pero me he sentido súper bien. Por lo menos he caminado bastante con la kinesióloga y, como le digo, hay un cambio excelente, por lo menos en este tiempo", dijo.
"Ya no hay dolor"
"Antes mi vida era terrible. Últimamente fue un proceso... el cuerpo se fue deteriorando prácticamente hasta el 28 del mes pasado y ya después de la operación hubo un cambio total. Me costaba caminar, la subida del hospital tenía que ser en silla de ruedas, ya no caminaba, tenía que tomarme una pastilla para caminar media cuadra, pero ahora las caminatas son con la kinesióloga y ya no hay dolor, por lo menos en la parte del corazón", agregó el paciente, oriundo de Coquimbo.
El doctor Ernesto Aranquiz, jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular, explicó que "(Miguel) llegó a estar en lista de espera de prioridad nacional para trasplante. Sin embargo, gracias a que tuvimos la oportunidad con las gestiones realizadas por nuestras autoridades de adquirir este dispositivo, él hace 15 días pudo realizar esta intervención".
Número de donantes
El especialista agregó que "es muy importante tener esta oportunidad de que a pesar de que somos el centro que más trasplantes ha realizado -este año hemos hecho seis, tenemos 70 trasplantes realizados en total- lamentablemente el número de donantes no es suficiente y no está en el momento oportuno. Por eso esta tecnología con un aparato de última generación con una técnica que es poco invasiva llega a ser una alternativa fundamental para cumplir con nuestra tarea respecto a pacientes con cardiopatía terminal".
Lo mismo dijo Manuel: "No hay trasplantes. No son dos personas las que están esperando, son varias".
Experto: "Es una bomba centrífuga"
Un corazón artificial o Dispositivo de Asistencia Ventricular Intracorpóreo ha salvado la vida de, hasta ahora, tres personas en el país. El doctor Andrés Vera, subjefe de Cirugía Cardiovascular, explicó que "es una bomba centrífuga que funciona por levitación magnética, es decir, la sangre jamás tiene contacto con ningún elemento mecánico, lo cual la protege de sufrir alguna alternación en sí misma, lo que haría que no pueda cumplir la función de transportar el oxígeno. Cuando Manuel llegó a pabellón, llegó muriéndose... suena fuerte, pero una vez que salió fue un renacimiento para él".