Edad promedio de los emprendedores en etapa inicial no supera los 40 años
PERFIL. Estudio a cargo del Centro de Ingeniería de Mercados de la USM reveló las principales falencias y virtudes de quienes han tomado el camino del emprendimiento en la región.
Una potente radiografía de los emprendedores de la región entregó el Reporte Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Valparaíso 2012-2013, investigación que fue conducida por el Centro de Ingeniería de Mercados (CIMER) de la Universidad Santa María. Entre sus principales resultados arrojó que 39 años es el promedio de edad de los emprendedores en etapas iniciales, es decir, con negocios de tres años de vida, mientras que para los establecidos que tienen negocios de cinco años o más es de 53.
En relación a la escolaridad, el estudio reveló que el 62% de los emprendedores en etapas iniciales y un 55% de los establecidos tienen estudios universitarios completos o postgrado, lo que a juicio del director del CIMER, Cristóbal Fernández, revela que aún "tenemos mucho que hacer en la formación escolar para que el estudiante cuando llegue a la universidad, haya perdido el miedo y tenga en su cabeza el espíritu emprendedor incorporado".
"La idea de que emprender es posible. Siempre se considera el emprendimiento como una actividad muy difícil y con mucho riesgo. Nos falta incorporar en la educación básica y media, es decir a temprana edad, el emprendimiento como una actividad posible y real", recalcó el experto.
Oportunidad y NECESIDAD
No obstante, uno de los puntos positivos que detectó el estudio, fue que un 58% de los emprendedores realizan la actividad por oportunidad. Esto significa que existe una planificación detrás de una idea de negocio, con el fin de proyectarse a largo plazo y evitar riesgos que puedan ocurrir en el camino. Gracias a esto, habría mayores probabilidades de éxito en los emprendimientos por oportunidad.
El 42% restante, se cataloga como "emprendimientos por necesidad", los que muchas veces surgen debido al desempleo o problemas económicos por falta de oportunidades, sobre todo en zonas con bajos índices de educación universitaria.
Una potencialidad es que la mayoría de los emprendimientos se realizan por oportunidad, lo que es deseable, pues si bien también es necesario que existan emprendimientos por necesidad, los primeros tienen una mayor probabilidad de éxito en el mediano y largo plazo, es decir, son emprendimientos con mayor sostenibilidad.
De la misma forma, resaltó que también es muy positivo que el emprendimiento sea una actividad laboral muy bien percibida como aquella que entrega o permite lograr altos niveles de calidad de vida, considerando que en promedio el 70% de los emprendedores de la zona lo considera una carrera deseable.
No obstante, advirtió que el talón de Aquiles tiene relación con la formación de un espíritu emprendedor, el cual debiese estar incorporado en la formación básica y media como una forma de lograr una mayor actitud hacia el ser emprendedor, es decir, perder el miedo a desarrollar emprendimientos asumiendo los riesgos, tales como el miedo al fracaso que en promedio está en el 30%.
"Si bien el emprendimiento no tiene que necesariamente ser una actividad que se inicie después de la educación escolar o universitaria, lo importante es que existan instancias formales en los planes de estudio que no solamente entreguen herramientas técnicas o modelos de análisis, sino que también se orienten a desarrollar competencias transversales en términos de relaciones personales, comunicación efectiva, etc", comentó el académico.
EMPLEABILIDAD POSITIVA
En cuanto a la empleabilidad, Fernández afirmó que el 43,3% de los emprendedores iniciales y un 30,7% de los establecidos comentaron que podrían llegar a contratar a 5 o más personas en los próximos años gracias a sus negocios.
"Este es un índice muy bajo, pero que también se explica con la alta cantidad de emprendimientos por necesidad, que son negocios que tienen problemas a la hora de enfrentar una visión a largo plazo, por lo que también significa un problema para su supervivencia en el tiempo y para dar empleabilidad en la región", acotó el experto.
La encuesta (que se aplicó a 760 personas de las cuales 448 corresponden a mujeres) arrojó además que un 14,9% de los entrevistados son personas que han estado relacionadas con algún tipo de emprendimiento.
Por otra parte, el 40,7% de los emprendedores iniciales y el 68% de los establecidos distribuyen su tiempo entre sus emprendimientos y otras actividades dependientes.
Por último, el estudio determinó que el 3,2% de los emprendedores en etapas iniciales y el 52,8% de los establecidos realizan ventas directas a consumidores finales (comercializar algún producto), mientras que el 51,7% de los emprendedores iniciales y el 90,9% de los establecidos no utilizan nuevas tecnologías en sus productos.
"Nos falta incorporar en la educación básica y media, es decir a temprana edad, el emprendimiento como una actividad posible y real"
Cristóbal Fernández
Director de CIMER
Estudio aplicado
en el mundo
El estudio GEM, o Global Entrepreneurship Monitor es una herramienta para conocer más al detalle la actividad emprendedora y se aplica hoy en día en más de 90 países en el mundo. En el caso de Chile, el estudio se aplica también en regiones, siendo desde el año 2007 el Centro de Ingeniería de Mercados, CIMER USM, la unidad encargada de ejecutar la investigación en la Región de Valparaíso.