Cartas al Director
Abstención
La clase política chilena sigue cometiendo errores garrafales. Fíjense que Michelle Bachelet representa realmente solo al 30% de los chilenos, es decir, esta elección es legal, pero no legítima, aunque se esfuercen los políticos en hacernos creer lo contrario con falacias, eufemismos y demagogia tan propio de ellos. Por favor, que no se diga que ella es la presidenta de todos los chilenos porque no lo es, ni menos los diputados y senadores electos y tampoco lo habría sido Evelyn Matthei.
El fenómeno de la abstención (59%) es grave y debe preocuparnos como país que se dice democrático, porque no hay representatividad y, lo que es peor, credibilidad en la política.
Francois Blancheteau Rodríguez
Participación
Para tener una votación más representativa a futuro, creo que se debería implementar el voto electrónico. Así, y lo doy firmado, la juventud participaría masivamente.
Ricardo López Silva
Sufragio obligatorio
Ha terminado el proceso electoral respecto a la segunda vuelta presidencial, que dio como triunfadora a la candidata Michelle Bachelet Jeria, quien asumirá la Presidencia de Chile con el apoyo de un 62% de la masa electoral, lo que traducido a porcentaje por la totalidad de los habitantes del país, no representa ni el 20% de toda la población a la que va a gobernar por los próximos cuatro años. ¿Una falla del sistema? No hay dudas, pero de acuerdo con nuestro régimen constitucional, ella será la Presidenta de Chile y, como tal, deberá ser respetada.
Sin embargo, levantando la vista hacia el futuro, creemos que una iniciativa, el voto voluntario, por ejemplo, por laudable que sea, si no ha dado los resultados que se esperaban de ella, debe ser corregida. No hay que hacer otra cosa que volver al sufragio obligatorio y con sanciones para los renuentes
Washington Sandoval Gessler
Votación de la centroderecha
El senador electo Iván Moreira (UDI) señaló: "Yo creo que la centroderecha, la derecha, la Alianza, tenemos que entender que nuestras propuestas no han logrado convocar a un Chile que, notoriamente, es captado por los sectores de centroizquierda". Ante ello, no concuerdo con él.
Si miramos las cifras de la segunda vuelta, Michelle Bachelet logró 3.468.075 votos. En esta misma instancia el año 2010, Eduardo Frei en competencia con Sebastián Piñera logró 3.485.711 votos, o sea, 17.636 más que doña Michelle. En la práctica conservó los mismos votos, por lo que los sectores de izquierda no han convocado ni entusiasmado a nadie más.
¿Qué pasó en realidad? Si confrontamos los resultados de Piñera el año 2009, logró 3.582.800, guarismo que resulta superior al logrado tanto por Frei como por Bachelet, la diferencia de la votación entre Matthei 2.111.013 votos y Piñera es de 1.471.787 votos.
Por lo expuesto, la Centroderecha, por "n" razones, perdió 1.471.787 que eran y aún todavía son suyos, si es que se recuperan.
Alejandro Niklitschek Heck
Expectativas
La derecha ha sido derrotada y la única luz al final del túnel es la elección en cuatro años más. Sin embargo, ahora tiene una oportunidad de mostrar a Chile que tiene la razón cuando la izquierda fracase de nuevo.
La derecha sabe que ideas izquierdistas son cuestionables porque a menudo se basan en falsa ciencia; falsas crisis; falta de conocimiento económico; fabulosas fantasías ideológicas (educación pública y gratis); dañinas políticas que socavan los derechos de propiedad y roban legalmente a través de impuestos a un grupo para beneficiar a los menos afortunados o a actores políticos, y la grosera manipulación de la masa ignorante.
John Cobin
Adhesión
¡Es curioso! A la derecha le faltó tiempo para cometer errores y autogoles, pero igual logra casi un 40%.
Miguel Huerta Marín
Gestión política
Otra vez ocurrió, solo uno de cada dos chilenos se levantó a votar, por lo que se volvieron a escuchar voces desde el sector político en el sentido de volver al voto obligatorio, es decir, la solución más fácil en vez de hacer un reconocimiento de verdad en que la abstención es el fiel reflejo de la visión que tiene el chileno de la gestión política.
Definitivamente, no cuadra que en una democracia más inclusiva, participativa, el voto sea obligatorio. La familia política no ha hecho bien sus tareas y no debe perder de vista que todos "los remolones si son mayoría absoluta".
Luis Enrique Soler Milla