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Joven estadounidense rompe récord Guinness con colección de 10.607 videojuegos

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Quizá fue el recibir su primer videojuego, Cosmic Avenger, en Navidad a los 12 años y no tener la consola Colecovision para jugarlo sino hasta el siguiente año lo que hizo a Michael Thomasson tan determinado a poner sus manos en cada videojuego y sistema que pudiera encontrar.

Actualmente, a los 31 años y casi 11 mil títulos después, Thomasson es el nuevo poseedor del récord mundial por la colección más grande de videojuegos.

Su hazaña figura a doble página en el nuevo libro de los "Récords Mundiales Guinness 2014 Edición Videojugadores". "Tengo juegos en cartucho, laser disc...Tengo juegos en plataforma VHS y en casette", dijo Thomasson en el sótano de su casa en los suburbios de Buffalo (EE.UU.), donde almacena su colección.

Junto con los juegos, tiene los aparatos para jugarlos, no sólo Xbox y PlayStation, sino algunos raros como el Casio Loopy, el único sistema de videojuegos enfocado en las niñas y que salió a la venta en Japón en 1995, o como el Pippin, un fiasco lanzado por Apple el mismo año. "Todos los juegos de ése son terribles", dijo Thomasson sobre la incursión de Apple en los videojuegos.

"Es el menos divertido de lo que hay en la casa", señaló.

En el otro lado del espectro está la vieja Colecovision que apareció bajo el árbol de Navidad un año después que sus abuelos le regalaron el primer juego para esa consola. Los abuelos habían creído erróneamente que los padres de Thomasson le regalarían la consola ese mismo año.

Thomasson dijo que, hasta hoy, es el mejor regalo que sus padres le han dado. "Es mi primer amor, así que es un asunto sentimental", dijo.

Pero los juegos también eran de calidad, con muy poco "shovelware" (títulos mediocres producidos al vapor), que es tan típico de muchos sistemas, agregó. "Se veían bien, se jugaban bien. Para la época sonaban bien", expresó.

Google busca hacer realidad la ciencia ficción con sus robots

Objetivo. La empresa tecnológica ha dado fuertes señales de que pretende ingresar de lleno a la industria de la robótica en el mediano plazo.
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Hace diez años, un futuro en el que las personas pudieran hacer videollamadas en pequeños dispositivos y manejar una gran cantidad de conocimiento y entretenimiento sólo con su voz era apenas un sueño.

Gracias a los esfuerzos de Apple, Google y un montón de otras compañías tecnológicas, sin embargo, estos dispositivos son hoy de lo más usual. Pero toda una serie de nuevas tecnologías más están esperando a hacerse realidad en la intersección entre ciencia ficción y avances posibles.

Google, que recientemente fue noticia con ambiciosos proyectos como el vehículo que se conduce solo, vuelve a estar a la vanguardia. Esta vez el buscador de Internet, sostenido en masivos recursos financieros, tiene a sus cerebros trabajando en significativos progresos en la tecnología robótica.

La más reciente señal de la ambición de la compañía de querer dominar lo que posiblemente se convierta en una de las industrias manufactureras más grandes del mundo fue la adquisición de la empresa líder en el rubro robótica Boston Dynamics, como informó el diario "The New York Times" el sábado.

Boston Dynamics desarrolla avanzadas bestias mecánicas para industria de la defensa en EE.UU. y entre sus productos se incluye unas máquinas que pueden parecer guepardos, bueyes sin cabeza y otras creaciones que a primera vista parecen salidos del bloc de algún estudiante secundario en los 80. Boston Robotics, sin embargo, hizo que estas máquinas funcionaran. Su máquina más conocida, el Legged Squad Support System (LS3), es un robot de carga construido para llevar cargas pesadas sobre un terreno desparejo.

Otras criaturas en desarrollo incluyen al WildCat, un hábil robot de cuatro patas que puede saltar en todos los terrenos, Rise, una máquina parecida a un insecto que escala superficies verticales, Cheetah, que galopa a 40 kilómetros por hora, y SquishBot, construido para cambiar de tamaño y de formas y adaptarse a lugares de difícil acceso.

Otro de los productos de Boston Robotics es Petman, un robot humanoide que puede balancearse, caminar, agacharse y realizar otros movimientos similares a los humanos. Incluso puede sudar para reducir el exceso de calor.

La noticia sobre el acuerdo se conoció sólo unos pocos días después de que Google revelara que había comprado siete compañías de robótica en los últimos meses como parte de una estrategia para desarrollar sus propios robots a ser usados en almacenes así como en trabajos de manufactura y entrega de paquetes.

El profesor Jacob Rosen, que dirige el laboratorio biónico de la Universidad de California en Santa Cruz, cree que el movimiento de Google marca un punto de inflexión en el sector en el que la mayoría de los desarrollos fueron financiados por el Departamento de Defensa.

Los avances recientes nos llevaron al borde de "un renacimiento robótico", dijo a la agencia DPA. "Desde los 80, todos los libros de texto hablaban del crecimiento exponencial en ese campo, pero nunca ocurría nada realmente", agregó Rosen. "Ahora finalmente llegamos a donde queríamos y tener a una compañía del tamaño de Google involucrada ayudará a llevarlo al mercado".

Google encargó el proyecto a Andy Rubin, el prestigioso ejecutivo que lideró el desarrollo de Android hasta convertirlo en el sistema operativo más usado en los teléfonos celulares.

Las empresas de robótica que Google adquirió previamente incluyen a la japonesa Schaft, Redwood Robotics, Industrial Perception y a Bot & Dolly, que construyó los robots que ayudaron a filmar la película "Gravity".

Los pasos de Google en la industria de la robótica

El problema de la privacidad

Incluso si Google logra concretar estos desafíos tecnológicos, Jacob Rosen advierte que el éxito no está garantizado. "La gente, especialmente en EE.UU., está muy preocupada por su privacidad y no está claro que quieran a estas máquinas funcionando a su alrededor", dijo, y afirmó que las máquinas deberán ser completamente fiables. "Estamos dispuestos a aceptar errores de personas. Pero tenemos cero tolerancia para los errores tecnológicos", aseveró.