Nuevas normas y realidades urbanas
La autoridad regional del Ministerio de la Vivienda dará respuesta a consultas de vecinos sobre edificaciones en Viña del Mar.La normativa debe evitar discrecionalidades, contener fórmulas para resolver conflictos e instancias a las cuales puedan recurrir quienes se sientan afectados.
Vecinos del plan de Viña del Mar iniciaron acciones destinadas a verificar las condiciones en que la Dirección de Obras de la Ciudad Jardín ha dado curso a permisos de edificación en altura.
Es así como en noviembre pasado formularon una consulta a la Secretaría Regional Ministerial de la Vivienda, aludiendo disposiciones vigentes relativas a urbanismo y construcción.
La autoridad consultada anunció una próxima respuesta sobre el tema, en tanto que la Dirección de Obras señaló, en declaraciones a este Diario, que los permisos cuestionados cuentan con aprobación y cumplen las normas vigentes.
Este tipo de inquietud no es exclusiva de vecinos de un sector de Viña del Mar, también la han hecho presente residentes del área de Recreo y del barrio O´Higgins de Valparaíso. Paralelamente, hay planteamientos sobre el tema en varias comunas de la capital y temas similares han llegado hasta la Corte Suprema.
Si bien los permisos de edificación se ajustan, de acuerdo a la Dirección de Obras viñamarina, a disposiciones vigentes, hay que considerar que fundamentalmente esas normas están contenidas en el plan regulador comunal correspondiente, que, en el caso de Viña del Mar, data del año 2002.
La formulación de ese plan fue prolongada y fruto de largos estudios, pues se trata de una normativa altamente especializada. Pero más allá de la complejidad de su formulación y aplicación, esas disposiciones afectan directamente a las personas.
Se puede constatar la complejidad de esa normativa en el sitio web de la Municipalidad de Viña del Mar, donde se entrega el contenido del documento y sus modificaciones.
Se ha postulado en el Concejo Municipal viñamarino la necesidad de actualizar el instrumento regulador de acuerdo a cambios en la realidad urbana. Tarde o temprano se acometerá esa tarea, pero es fundamental que al momento de modificarse sus alternativas de participación, que siempre han existido, sean abiertas y comprensibles para las organizaciones sociales y para las personas. En lo general, es necesario mantener una normativa que evite discrecionalidades, contenga fórmulas para resolver conflictos e incluso instancias a las cuales puedan recurrir, en forma expedita, quienes se sientan afectados en sus derechos o patrimonio.