La infanta Cristina, hija del rey Juan Carlos de España, fue imputada ayer por un juez español por presuntos delitos de fraude al Fisco y lavado de dinero a través de una empresa que compartía con su esposo, el duque Iñaki Urdangarin.
El juez instructor del llamado "caso Nóos", José Castro, comunicó ayer la imputación de la hija menor del rey y la citó a declarar el próximo 8 de marzo, en el proceso sobre las presuntas actividades corruptas del Instituto Nóos, que presidió el marido de Cristina de Borbón.
El juez Castro sostiene en su fallo judicial que hay indicios suficientes de que la infanta Cristina se prestó a que Aizoon, la sociedad que compartía al 50% con Iñaki Urdangarin, "sirviera de andamiaje imprescindible para la comisión de delitos fiscales" y gastó fondos de la empresa conociendo su origen ilícito.
Castro, que ya imputó a la infanta Cristina el año pasado, aunque un mes después le retiró esta condición, defiende que tiene la obligación de imputarla para que dé cuenta de su conocimiento de los presuntos delitos fiscales cometidos por Aizoon.
Esta sociedad habría servido para encauzar el reparto de beneficios de las actividades ilícitas del Instituto Nóos, que obtuvo fondos públicos de forma irregular cuando lo presidía Urdangarin.
El juez ve indicios claros de que la infanta Cristina participaba en la entidad a modo de "escudo frente a Hacienda", y considera que no llamarla a declarar sería concederle un trato privilegiado.
En el llamado "caso Nóos" están imputados Urdangarin y su ex socio Diego Torres, por la presunta desviación entre 2004 y 2007 de 6,1 millones de euros (unos US$ 8,7 millones) de fondos públicos a través del Instituto Nóos, una institución sin fines de lucro.
Esta es la segunda ocasión en la que Castro cita como imputada a la hija del monarca español, pero cuando lo hizo por primera vez en abril de 2013 suspendió la citación después de que la Fiscalía Anticorrupción presentara un recurso ante la Audiencia Provincial de Palma (Islas Baleares).
La imputación de la infanta Cristina, decidida ayer por el juez Castro, sólo había sido pedida por el sindicato Manos Limpias, organización que ejerce la acusación popular, mientras que la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía del Estado y las representaciones procesales de Iñaki Urdangarin, Diego Torres y la propia hija del rey se manifestaron contrarias a la imputación.
Defienden inocencia
Tras conocer el fallo, el abogado defensor de la infanta, Miquel Roca, anunció que recurrirá ante la Audiencia de Palma la decisión del juez Castro, se mostró "absolutamente y plenamente" convencido de la inocencia de la infanta Cristina y aseguró que la noticia de su imputación le "sorprendió", porque no la "esperaba".
Por su parte, la Casa del Rey, organismo que depende directamente del monarca y tiene como misión apoyarlo en sus actividades como jefe del Estado, expresó su "respeto a las decisiones judiciales" tras conocer la decisión del juez.
En una entrevista emitida por Televisión Española (TVE) el pasado sábado, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, pedía que el juez Castro terminara pronto la instrucción de un sumario que "lleva ya tres años largos abierto" y cuya prolongación, según subrayaba, resulta "un poco un martirio" para la Corona.
El Gobierno español, tras conocer la imputación de la infanta Cristina, expresó su respeto a las decisiones judiciales y subrayó que no comenta las resoluciones de la Justicia, según fuentes del Ejecutivo.
La investigación judicial del "caso Nóos" se remonta a 2010 y tiene su epicentro en Palma de Mallorca (Islas Baleares), aunque cuenta con ramificaciones en Valencia (este), Barcelona (noreste) y Madrid.
Infanta arriesga seis años de cárcel
Según consignó el diario español "El Mundo", los delitos que la justicia atribuye a la infanta Cristina están "severamente castigados" por el Código Penal. El lavado de dinero conlleva una pena de cárcel de hasta seis años, además de una multa que puede ser del triple de la cantidad de capital blanqueado. Desde que se destapó el caso, en 2010, la popularidad de Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, ha ido en caída libre. Según una encuesta, los españoles rechazan abrumadoramente a la pareja (el 93% a él y el 64,8% a ella).