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Gendarmería investiga la fuga de un reo condenado por robo con intimidación

limache. Interno aprovechó brecha en trabajos que se realizan en el recinto.
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La dirección regional de Gendarmería inició una investigación interna para aclarar las circunstancias en las que se produjo la fuga del reo Luis Cepeda Parra (28), quien estaba internado desde el 17 de febrero de 2011 en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Limache.

El hecho se habría producido cerca de las 8.48 horas, en el horario de desencierro donde se hace un registro y allanamiento de rutina en dependencias del CDP.

Cuando el operativo se realizaba en el sector del pabellón de mozos, Cepeda vulneró las condiciones de seguridad, ante la contingencia de trabajos que realiza en el lugar una empresa externa (para instalar redes antincendios), saltó por el portón lateral y de acceso vehicular de la unidad.

En esas circunstancias, personal de los puestos de centinela, que desempeña labores de vigilancia en las garitas, se percató de que el interno logró salir a la calle, dando inmediato aviso a la jefatura de unidad, para la activación del plan de contingencia y de inicio del operativo de búsqueda.

OPERATIVO

Así lo informó el jefe operativo regional, teniente coronel Oscar Aravena, de la Dirección Regional de Gendarmería, precisando que ocurrido el hecho de inmediato se tomaron medidas de coordinación con los organismos correspondientes (Carabineros, Policía de Investigaciones, PDI y Fiscalía).

"A consecuencia de la situación se ordena un recuento general de la población penal. Además de disponer la indagación interna, de un sumario administrativo para determinar eventuales responsabilidades del personal de servicio, que será paralela a la penal, con la entrega formal de antecedentes al Ministerio Público", puntualizó Araverna.

Luis Cepeda cumplía una condena de cuatro años, que tiene fecha de término el 16 de febrero de 2015, por su autoría en el delito de robo con intimidación.

Junto con las acciones que inició personal del recinto carcelario limachino, se activó un amplio operativo efectuado en conjunto con Carabineros y la PDI en las comunas cercanas para hallar al interno fugado.

Las primeras acciones se desarrollaron por parte de los organismos policiales en la comuna de Quilpué, donde Cepeda registra el último domicilio que entregó tras ser condenado en 2011.

Los tres únicos chilenos que tienen un corazón artificial

salud. Gracias a innovadora tecnología y ante de la falta de donantes, pacientes se recuperan de inéditas operaciones.
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Sin saberlo, una enfermedad terminal como la cardiopatía dilatada severa, unió el destino de tres pacientes, quienes gracias a un inédito procedimiento médico en nuestro país, se transformaron en los primeros chilenos en recibir un corazón artificial.

Las sendas operaciones fueron realizadas por el equipo médico de Cirugía Cardiovascular del hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, uno de los más prestigiosos en este tipo de patologías a nivel nacional, junto a la asesoría de expertos alemanes, quienes prodigaron sus conocimientos para colocar en cada uno de los pacientes el denominado dispositivo de asistencia ventricular intracorpóreo.

Como invitados estelares de la II Feria de la Salud y el Patrimonio del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, efectuada ayer en la Ciudad Jardín, los tres reconocen que, tras la operación, "volvieron a vivir" y tienen una segunda oportunidad para realizar sus sueños y disfrutar de sus seres queridos.

A cinco meses de la histórica intervención, un hito en la medicina nacional, la recuperación de los pacientes resulta asombrosa y realizan una vida absolutamente normal, salvo algunas restricciones en la alimentación, la ingesta de medicamentos diarios y estar atentos a recargar las baterías del dispositivo que hace funcionar sus corazones.

cambio de vida

Luis Osorio, de 54 años y oriundo de la localidad de Catemu, en San Felipe, señaló que "la operación me cambió totalmente la vida, porque mi situación era muy grave, mi familia y mis amigos estaban todos preocupados, pero ahora puedo andar en bicicleta, correr y no me canso, llevo una vida totalmente normal, de hecho las únicas limitaciones que tengo son meterme a la piscina o al mar porque se puede mojar el dispositivo".

Gracias al aparato que recibió en agosto pasado, Osorio, padre de 3 hijos y con 5 nietos, no descarta "quedarme con el corazón artificial en vez de un trasplante, si es que me garantizan que lo puedo usar toda la vida, ya que prefiero quedarme con esto, porque los donantes de corazón son muy escasos".

Manuel Gallardo (41), diseñador gráfico de Coquimbo, operado en diciembre pasado, comentó que "gracias al dispositivo ya no me canso, camino, hago mis cosas totalmente normal y eso que estoy recién operado". Tras recibir el alta pudo pasar las fiestas de fin de año en su puerto natal, por lo cual "me siento con un cambio radical en mi vida. Cambio las dos baterías cada 4 horas, que son las que hacen funcionar la bomba del corazón por dentro". Seis largos años debió esperar por esta cambio de vida.

Carlos Bravo (30), joven de El Quisco, en apenas 3 meses estuvo al borde de la muerte luego que se le diagnosticó una cardiopatía severa, en julio pasado.

"Los primeros dos meses estuve en terapia todos los días con un equipo multidisciplinario, ahora me realizo controles una vez al mes. Uno de mis principales deseos es poder bailar una cueca el próximo 18", dijo. Aunque los dispositivos tienen una vida útil de hasta 8 años, no se descarta en el mediano plazo someterlos a un trasplante de corazón.

Una alternativa a la baja en donaciones

Como jefe de la Unidad de Cirugía Cardiovascular, el doctor Ernesto Aránguiz comenta que, hasta el momento, la respuesta de los pacientes "ha sido extraordinariamente favorable" y es una alternativa a la escasez de donantes que permiten los trasplantes de órganos. El hospital Gustavo Fricke suma más de 70 intervenciones de este tipo, 7 de las cuales se realizaron el año 2013, sin embargo las donaciones han registrado una baja de un 30% en los últimos años. Actualmente cuentan con 7 pacientes en lista de espera, dos de ellos hospitalizados.