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El cerrojo defensivo de Acosta no sirvió para evitar derrota de Everton

fútbol. En su regreso al mando del conjunto viñamarino, el entrenador no pudo celebrar el primer triunfo del torneo ante un O'Higgins que terminó superándolos con justicia.
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Existía la esperanza que con el regreso de Nelson Acosta, Everton pudiese comenzar a sumar en el torneo de Clausura. Para ese fin, el estratega dispuso un verdadero cerrojo defensivo que funcionó, pero sólo en los primeros 45 minutos, porque en el complemento el ordenado cuadro de O"Higgins estructuró la victoria por 2 a 0.

El actual campeón del fútbol chileno hizo gala en Quillota de su mejor juego colectivo y calidad individual para comenzar a sacarse la marca que los viñamarinos le impusieron en la primera fracción, razón por la que su insistente juego por las bandas no producía los efectos esperados.

Y claro, porque Acosta finalmente saltó a la cancha con un equipo ordenado con cuatro hombres en el fondo, mientras que delante de ellos puso a tres volantes con misiones bien específicas de destrucción. Uno de ellos, Marcos Velásquez, ingresó exclusivamente para neutralizar al enganche de los rancagüinos, Pablo Hernández. Y salvo contadas excepciones, el "Chano" cumplió.

CORRECTO INICIO

En ofensiva, las cosas también mejoraron, pero la falta de finiquito y el buen desempeño del arquero visitante Paulo Garcés conspiraron contra los oro y cielo.

De hecho, a los 12 minutos un centro desde la izquierda de Emiliano Romero fue conectado de cabeza por Matías Donoso, pero la pelota salió desviada cuando era más fácil que ingresara al arco.

A los 33", un tiro libre de Velásquez que pivoteaba Donoso casi era conectado por Camilo Ponce, mientras que a los 43" una chilena del propio Donoso exigía a una contención espectacular de Garcés.

En tanto, la producción de los rancagüinos estaba lejos de lo esperado por el técnico Eduardo Berizzo, ya que sólo un remate de Hernández y un tiro libre de Braulio Leal habían llevado cierto riesgo al pórtico de Gustavo Dalsasso.

Como dato adicional, los viñamarinos también podían sentirse favorecidos por el arbitraje de Carlos Ulloa, ya que a los 21 minutos Donoso propinó en plena área un codazo en el pómulo a Pablo Calandria que no fue advertido por el juez.

Fue tan duro el golpe que el atacante argentino tuvo que abandonar el campo de juego, siendo reemplazado por el uruguayo Diego Chaves.

Luego de eso sería Nicolás Freitas el autor de un agarrón sobre Hernández que bien podría haber sido cobrado como penal.

Con todo eso, Everton terminaba por primera vez en el campeonato con unos 45 minutos iniciales sin recibir goles, lo que generaba muchas esperanzas.

Pero al comenzar la segunda parte todo se vino abajo, porque a los dos minutos del complemento Chaves pudo abrir la cuenta con un cabezazo impecable que cerró una jugada que partió con un pase de Leal para Luis Pedro Figueroa y un desborde por la derecha que terminó en un ajustado centro al área viñamarina.

El golpe fue demasiado duro y ciertamente el equipo de Acosta lo sintió, ya que tendría una vez más que intentar equiparar las acciones.

bajón anímico

Sin embargo, al contrario de lo ocurrido en el arranque, Everton no fue capaz de seguir llegando con peligro al arco celeste, mostrando una evidente baja en lo físico que obligó al DT a comenzar a realizar modificaciones.

Los ingresos de Leandro Díaz por Camilo Ponce y de Ángel Rojas por Romero pretendieron darle otro aire a la ofensiva oro y cielo, pero nada resultó.

Más todavía con la segunda estocada de O"Higgins, que terminó por sellar la suerte de los dueños de casa. A los 68" Luis Pedro Figueroa recibió el balón desde la derecha, hizo la diagonal, se sacó la marca de los defensas rivales y anotó con clase ante la salida de Dalsasso.

Ahí se terminó el partido, porque no hubo argumentos por parte de los evertonianos para tratar de revertir las acciones, mientras que el oficio del cuadro de Berizzo sirvió para manejar la ventaja hasta el final sin sobresaltos.

De esta manera, los viñamarinos siguen en caída libre, porque se mantienen en el fondo de la tabla del Clausura, del promedio del descenso y sin convertir goles (completaron 360 minutos). Y lo que viene no será más sencillo, porque en la próxima fecha (viernes) enfrentan a la Universidad de Concepción en Yumbel, uno de los equipos instalados en los primeros lugares de la tabla.