"Tengo un nombre y un valor más allá de la cerveza de mil pesos"
Un viernes cualquiera el bar "La Playa" puede llegar a vivir una triple metamorfósis. Si usted va al mediodía se encontrará con tradicional restaurant, con pescados y carnes en su carta. Si decide ir por la tarde, podrá sentirse en un bar muy bohemio, con gente mayor bebiendo una copa de vino en su barra. Y si decide acercarse por la noche, la escena habrá cambiado y se topará con una mega fiesta protagonizada por cientos de jóvenes "carreteando" y bailando en cada uno de sus rincones.
En realidad todos lo conocen como "El Playa" y cuando se supo que el edificio que lo alberga estaba a la venta, se encendieron las alarmas de su variopinto público. Se estaba poniendo en riesgo una tradición que data desde 1908, año en que nació este bar en el barrio Puerto.
Cecilia Gutiérrez es la actual dueña de la potente marca y la ha mantenido por 18 años. Ya es toda una experta en bares tradicionales y entre sus adquisiciones también se cuenta "El Roma" de Playa Ancha.
- ¿Cómo es que El Playa esté en riesgo de cerrar por la venta del edificio?
- Los propietarios del edificio son una sucesión. Entonces ha muerto la madre y, de los herederos, ha muerto el hijo mayor. Entonces, como tienen en promedio 70 años, pusieron el edificio a la venta. La tasación del edificio son 340 (millones de pesos). Ellos lo pusieron a la venta en 900, nosotros intentamos quedarnos con la propiedad, le hicimos una oferta y al otro día el señor lo sube a 1.190. Entonces, más que nada es una estrategia de la corredora de propiedades que es santiaguina. Entonces agarró el bar La Playa para promocionar el edificio.
- Y ¿Está dispuesta a pagar ese precio?
- Mira yo pertenezco a la Cámara de Comercio y tengo muchos señores amigos, entonces me vinieron a ver y me han apoyado. Me dijeron "Cecilia, no, no, no". La inversión es de dos millones de dólares y hay que tener un millón más para poder echar a andar el edificio. El tercer piso está destruído por las termitas, el segundo piso está en completo abandono; si no fuera por unos profesores de la Universidad de Playa Ancha que montaron una escuela de oficios, estaría tirado.
Yo estaba dispuesta a pagar un buen monto, pero después me retracté porque el señor subió de 1.100 a 1.190, entonces él tiene una expectativa muy alta, entonces para tú poder desarrollar un proyecto de negocio acá, tienes que tener una capacidad de gestión enorme, porque trabajar en Valparaíso es terrible, te lo digo yo que llevo 17 años de empresas, donde la gestión de la autoridad no es muy buena, tenemos problemas con la delincuencia, con la basura y nosotros los empresarios chiquititos, dueños de Pyme tenemos que barrer la calle o acarrear nuestra basura.
PRESTIGIO
- Pero este es un un barrio privilegiado para tener un b ar con las características de El Playa.
- Sí, pero tienes que pensar que, por mucho que el barrio esté de moda, yo quiero tener prestigio. Yo no quiero dedicarme a vender un vino y que a la gente la asalten al salir a la calle. Tú tienes que entender que acá convivimos con diez delincuentes que son habituales y los reconocemos.
- Entonces, si no pretende pagar ese precio ¿cuáles son sus planes?
- Tengo planeado construir un edificio en un sitio que me compré hace muchos años en el sector de la Aduana y, en caso extremo, me traslado, simplemente. Pero creo que no va a ser a corto plazo. Tengo un nombre y un valor más allá de la cerveza de mil pesos. Cuando se supo por los medios de que El Playa se vende, aparecen los amigos, familias que están en Canadá, en Noruega y me han llamado para apoyarme. Los chiquillos ingenieros de la (universidad) Federico Santa María, que están en las mineras, me ofrecieron "Cecilia, abre una cuenta y nosotros todos nos ponemos y El Playa no va a morir".
- ¿Una cuenta para juntar 2 millones de dólares y comprarlo?
- Sí, claro. Es difícil, pero al menos piensa tú la idea de ellos.
- ¿Qué es lo que sabe respecto al interés por comprar este edificio?
- Existía la posibilidad de hacer un mall chino, pero también es casco patrimonial, entonces no pueden cambiar las dependencias. Otra cosa es que un empresario español me ofreció la opción de que yo compre y le rente a él por un periodo de 10 o 20 años y él se encargaría de hacer el hotel en el segundo y tercer piso. Pero es una posibilidad no tan cierta.
- ¿Cómo ve que en Valparaíso se estén cerrando lugares como éste, emblemáticos, para instalar departamentos u oficinas?
- A mi me gusta que en Valparaíso podamos tener algo de visión o estrategia. Es bueno y va a suceder, por el libre mercado. Para qué vamos a tener tantas propiedades abandonadas, necesitamos más vida que tanto patrimonio, patrimonio ¿qué patrimonio? si esa distinción a nosotros no nos sirvió de nada. A mi no me sirva que la gente reclame para que el bar La Playa no se pierda, o que pongan banderas negras y velitas. A mi me sirve que la gente consuma, que la autoridad que está ejerciendo el poder haga una buena gestión, no solo para los medios. Que esté cercana a la gente como yo que emprende. A mi me interesa que el alcalde esté, junto a las autoridades que tiene a su alcance, cerca de nosotros. La policía, la persona de turismo, por ejemplo. Esta última gestión de Gobierno, te lo digo por experiencia, ha sido muy mala. Hay mucha gente doctorada, pero está doctorada en la oficina y nosotros como empresarios chicos necesitamos que la gestión se haga en la calle.
- Y El Roma, ¿también lo quieren comprar?
- Sí, hay interés. Yo soy propietaria de edificio completo. Quieren construir una torre ahí y han ofertado buen dinero, me han ofrecido departamentos, que me quede con un local comercial, pero mi trabajo en Valparaíso es mucho más que ganar dinero. Yo me enamoré de este trabajo. Esto es lo mío, a mi me gusta.
- Entonces, ¿está o no a la venta?
- Está la oferta, pero no está a la venta y no lo va a estar mientras yo viva.
"Tengo planeado construir un edificio en un sitio que me compré hace muchos años en el sector de la Aduana y, en caso extremo, me traslado, simplemente".