Un sector de Renovación Nacional (RN) descubrió el centro, en apariencia deshabitado, y lo desea. El centro es ese espacio que ha ido perdiendo la Democracia Cristiana (DC) desde la elección de Allende, por sus posturas ambivalentes, el abstracto del concepto "cristiano", sus fronteras de tolerancia y estatus que ha ido perdiendo a través del tiempo.
Los ecos de la participación y responsabilidad en el pronunciamiento militar de la DC los llevaron hacia la izquierda, rehuyendo a su calidad de centro derecha, aunque se vistan de izquierda. De hecho, fue el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) cuando se realizaron los cambios liberales de centro derecha más importantes de las últimas décadas, privatizaciones mediante. "Corazón de socialista" cantaba el eslogan del último DC en campaña presidencial, ¿mea culpa? Sea como sea, PPD, PS y especialmente el PC, desconfían de la antigua Falange, y por ironías del destino, 40 años después deberán gobernar juntos.
El Presidente Sebastián Piñera, demócrata, deberá tomar la decisión de liderar a Renovación Nacional, con la consecuente guerra interna, o "democratizar" el nuevo movimiento de díscolos liberales que busca descolgarse de la derecha dura en un giro estratégico hacia ese centro fértil.
Allamand anda buscando 1,5 millones de votos "perdidos", desestimando el logro del Presidente Sebastián Piñera en la convocación de los votos de centro, ausentes en las últimas presidenciales, pero presentes en las primarias de Andrés Velasco, el único ganador del proceso, donde el mismo sistema de primarias dejó irresuelto su continuación o la obligación de todos de participar de ellas para evitar, nuevamente, que tantos nos representen tan poco.
El centro es el espacio que perdió la DC, que captó el Presidente y que en apariencia, perdió tras la imposición de la Alianza de "Udilizar" sus ministerios, el irresuelto tema energético y la porfía con el tema de los medicamentos.
El sistema político actual, entre binominal, primarias que ni tan primarias, etc., generó posiciones extremas de izquierda y derecha, restando participación, compromiso ciudadano, demostrando que son las mayorías silenciosas las que carecen de representación.
Un sector de Renovación Nacional ha visto está oportunidad y quiere esos votos, los mismos que, sin cálculo mediante, captó Andrés Velasco, quien deberá regionalizarse para llevar sus liderazgo de centro y demócrata adelante, más si todo apunta a que la próximas presidenciales se ganarán en el centro y habrá que ver si serán el centro del Presidente Sebastián Piñera, quien irá a la reelección, no me cabe duda, o será el centro de Andrés Velasco quien lidere al país en cuatro años más.
Alejandro Maureira Butcher
Economista