Ricardo Bravo Oliva, designado intendente regional por la Presidenta electa Michelle Bachelet, asumirá ese cargo con un activo valioso: el reconocimiento a sus méritos desde amplios sectores políticos y sociales.
Ese reconocimiento lo ha ganado gracias a su desempeño anterior en el servicio público, especialmente como titular de la Gobernación Provincial de Valparaíso en el periodo 2006-2010, y a su condición de porteño y de profesional titulado en una importante universidad de esta ciudad.
Por ello está en favorables condiciones para acometer los desafíos propios de una región que, junto con mantener su ritmo de desarrollo, debe enfrentar diversos problemas, uno de ellos de especial gravedad, la sequía, como lo ha señalado en entrevista con este Diario el futuro nuevo intendente.
Otro de los temas que deben ocuparlo es el desarrollo portuario, materia de alcance nacional que requiere un marco de estabilidad para asegurar inversión en los terminales además de conectividad con el resto del país y el exterior.
Hay, por otra parte, desafíos en la mantención de los buenos niveles de empleo, turismo, patrimonio, erradicación de campamentos, mejoramiento urbano, transporte colectivo y seguridad, desafíos que requieren una estrecha cooperación entre el sector público y privado, tarea en la cual al intendente le cabe un irrenunciable liderazgo.
Punto fundamental de su tarea es desarrollar una labor coordinada con el Consejo Regional, ahora integrado por miembros elegidos en votación popular, abriendo espacios de participación y transparencia en la inversión de los recursos públicos de los cuales dispone el Gobierno Regional. Extirpar cualquiera manifestación de corrupción tiene que ser una constante en su administración, tal como lo ha hecho el actual titular regional Raúl Celis.
Acompañará a la nueva autoridad un equipo de colaboradores, también de designación oficial, que más allá de consideraciones políticas, deben ser ejecutores de tareas en diversas áreas de la administración teniendo como horizonte el desarrollo local y el compromiso con la tan necesaria regionalización.
Para el futuro intendente hay múltiples desafíos, pero, insistimos, iniciará su tarea con un capital de confianza y amplio reconocimiento.