Científicos crean una mano artificial que puede sentir
MEDICINA. El avance fue divulgado esta semana. Aunque el paciente pudo usarla pocos días, acerca el desarrollo de las prótesis de última generación.salud. Estudio de Universidad de Oxford descarta relación con la enfermedad.
Sentir lo que uno toca: ése es el "Santo Grial" de los investigadores que trabajan en desarrollar las prótesis de última generación. En un paso hacia esa meta, un grupo de expertos europeos creó una mano artificial que le permitió a una persona amputada sentir la diferencia entre una botella, una pelota o una naranja.
El paciente pudo usar la mano artificial durante una semana, y todavía está lejos de los adelantos fantásticos de la ciencia ficción. Sin embargo, las conclusiones, publicadas esta semana, prueban que se está avanzando en el campo de la producción de prótesis más cómodas y útiles.
"Fue algo increíble", dijo Dennis Aabo Sorensen, oriundo de Aalborg, Dinamarca, quien perdió su mano izquierda en un accidente con fuegos artificiales hace una década y se ofreció como voluntario para probar el artefacto. "Es lo más cerca que he estado a sentirlo como una mano de verdad".
No es la primera vez que se trata de suministrar el sentido del tacto a una extremidad artificial; han surgido otros proyectos en Estados Unidos y Europa. Pero en este nuevo experimento, cuyos hallazgos fueron publicados en la revista Science Translational Medicine, Sorensen no sólo pudo distinguir la forma y la consistencia de objetos, sino que la mano podía ajustarse rápidamente al aferrarse a ellos.
"Fue muy interesante ver lo rápido que logró dominar esto", dijo el neuroingeniero Silvestro Micera, del instituto suizo Ecole Polytechnique Federale de Lausanne, quien encabezó el equipo de científicos de Suiza e Italia. "Pudo usar la información de manera inmediata y de una manera bastante sofisticada".
La ciencia ha avanzado mucho en años recientes para intensificar la destreza de las prótesis. Pero proporcionar el sentido del tacto ha sido un desafío mucho más difícil, y esa es una de las razones por las cuales muchos pacientes no usan sus prótesis de manos tanto como les gustaría. Si una persona toma una cosa con la mano, ésta se ajusta en forma natural con el fin de sostenerla con la fuerza exacta para no dañarla. Pero los usuarios de prótesis no perciben su consistencia y por lo tanto dependen de su vista para deducir si la están sujetando bien o mal. Muchas veces, el resultado es objetos aplastados o platos caídos al piso.
En un principio, los médicos en la Policlínica Gemelli de Roma implantaron pequeños electrodos dentro de dos nervios -el ulnar y el mediano-, en el muñón del brazo de Sorensen. Esos nervios normalmente permitirían ciertas sensaciones en una mano. Cuando los investigadores les transmitieron una débil señal eléctrica, Sorensen dijo que sintió como si sus dedos faltantes se movieran, lo que mostró que los nervios aún podían transmitir información.
Cómo funciona
Cuando los sensores instalados en la mano artificial detectan que ésta ha entrado en contacto con un objeto, generan diversas lecturas que se convierten en señales eléctricas. Luego, mediante el uso de procedimientos matemáticos, estas señales son convertidas en un impulso nervioso, que es el mecanismo mediante el cual el sistema nervioso de los seres humanos transmite la información. De esta manera, el paciente puede "sentir" lo que la prótesis está tocando.