El año pasado, el Complejo Penitenciario de Valparaíso (CPV) sorprendió a la comunidad al apoyar la grabación de un disco del grupo Rayén, formado por internos del mismo recinto, e incluso potenciar su participación en el Festival del Huaso de Olmué 2014.
"El Estado le entrega a Gendarmería el deber, la obligación y la misión de darle cumplimiento a las penas que imponen los tribunales de justicia. Pero estas condenas deben ser entendidas como la restricción corporal", dice el comandante Víctor Rubio, jefe (s) del CPV para explicar iniciativas como la del grupo; agregando que "nosotros creemos que para las personas que están sujetas a prisión, el méotodo fundamental de su readaptación y reinserción social pasa por su ánimo, por su alma y por su espíritu".
En este sentido se suma un nuevo proyecto: el libro de poesía "Más allá de mis ojos", que fue lanzado ayer en el Gimnasio del CPV.
Un gran aporte
En la ceremonia estuvieron presentes los profesores, autores y el propio grupo Rayén, banda que musicalizó algunas de las obras creadas por sus compañeros, entre las que se encontraban las de Adolfo Escobar Ortiz.
El interno lleva detenido 8 años y le quedan cuatro para cumplir su sentencia. Sin embargo, ha encontrado en la escritura "una válvula de escape a distintas etapas emocionales que he podido ir experimentando a través del tiempo", comenta; agradeciendo la oportunidad de poder "inmortalizar en el papel etapas que para muchos son desconocidas".
Sus poemas, que tienen como eje central la cotidianidad de lo que se vive al interior de la cárcel porteña, también son una forma de mostrar una realidad muchas veces oculta; y de paso "sensibilizar a la opinión pública de que uno como persona puede arrepentirse y canalizar bien sus emociones a través de la literatura".
Por lo mismo, se muestra agradecido por la oportunidad que le ha dado Gendarmería no solo de poder culturizarse, sino también de ayudar a otros a hacer lo mismo, gracias a la creación de bibliotecas en los direntes módulos que tiene el Complejo; y en lo que ha sido apoyado por universidades, colegios y otras instituciones; además de la misma Gendarmería que han facilitado los permisos para la entrada del material.