"Por teléfono los chinos no notaban la diferencia y no me creían que era chileno"
No cualquiera se atreve. Dejar a su familia y amigos para viajar a China a estudiar por un largo tiempo su lengua es una gran apuesta. Pero ni la evidente dificultad del idioma -con ideogramas en lugar de caracteres- o las notables diferencias culturales frenaron al joven viñamarino Daniel Orellana (23) en su partida al gigante asiático.
Se fue en 2008 cuando tenía 17 años, tras estudiar en el liceo José Francisco Vergara de Gómez Carreño, donde tomó clases de chino mandarín en el marco del programa del Ministerio de Educación para el aprendizaje de ese idioma, gracias a un convenio que estableció con el Ministerio de Educación de la República Popular China.
Así, ganó una beca otorgada por el Gobierno del gigante asiático para estudiar un año en Beijing, lo que se convirtió en el punto de partida de un cambio radical en su vida. Fueron finalmente cinco años de intensos estudios, que logró a punta de esfuerzo, regresando al país en agosto pasado. Hoy su perseverancia se ve recompensada gracias a un promisorio futuro laboral que, por ahora tiene base en Chile, pero con un pie en China.
estudio vs. paros
- ¿Cómo se gestó todo y cuáles fueron las oportunidades que aprovechaste?
- Cuando tomaba las clases de chino mandarín en el liceo recuerdo esos años con paros y tomas de colegio. Sin embargo, yo seguí asistiendo al taller. A comienzos del año 2008, con tan solo 17 años, fui seleccionado junto con otros dos estudiantes chilenos para viajar a China por la beca de un año en la Universidad de Lenguas y Cultura de Beijing. Una vez ahí fue bastante difícil tomar el ritmo de estudio que llevan allá, las clases eran bastante difíciles. A comienzos del segundo semestre decidí con mis padres comenzar las gestiones con la Embajada de China en Chile y postular a una extensión de la beca.Al cabo de unos meses me la otorgaron e inicié una carrera universitaria, esta vez en la Universidad Capital Normal de Beijing. Ahí estuve cuatro años, escribí mis dos tesis y finalmente me gradúe y titulé en julio del año 2013 con el grado de licenciado en letras de la Carrera de Economía y Comercio en Chino Mandarín.
- ¿Crees que se te nota mucho el acento de extranjero cuando hablas chino?
- Bueno, el haber estudiado cinco años en Beijing me brindó un ambiente perfecto para aprender el idioma. No es fácil. Yo al ser el único latino en la universidad me dio la posibilidad de hablar chino prácticamente todo el día y se me hizo algo muy cotidiano, tanto así que cuando hablaba con mis padres por teléfono perdí la costumbre de hablar español, se me olvidaban las palabras o me costaba expresarme. Me ha pasado muchas veces cuando los chinos me escuchaban hablar por teléfono que no notaban la diferencia y no creían que era chileno, sobre todo cuando chateo por Internet.
mercado laboral
- ¿Cómo ha sido tu vuelta a Chile?
- Volví a Chile en agosto del año 2013, pasé las fiestas con mi familia y también comencé a buscar trabajo, con la idea de volver a China.
- ¿Qué estás haciendo ahora laboralmente?
- En octubre de 2013 recibí una propuesta de empleo en Soprodi S.A., una empresa de Quillota que tiene presencia en Chile y en el extranjero. Se dedican al ámbito de nutrición animal y humana. Actualmente estoy en un proceso de inducción y en abril de este año parto a la ciudad de Qingdao, China, para cooperar y trabajar con los chinos y hacer crecer la oficina que la empresa tiene en esa ciudad. La idea es poder venir a Chile una o dos veces al año.
- ¿Cuánto se puede llegar a ganar en un trabajo como el tuyo?
- En mi caso particular no se ha conversado eso todavía. Seguro que antes de irme lo sabré. De cualquier manera, como Europa y Estados Unidos están en crisis, ahora la economía se está focalizando en el Pacífico y todo el flujo de comercio va a ser entre las potencias emergentes; muchos países de Asia y los países grandes de Sudamérica, como Brasil, Argentina, Chile o Colombia. Entonces uno de los gigantes de Asia es China. En mi caso, el haber estudiado el chino mandarín muy tempranamente, me abrió las puertas. Yo todavía no terminaba la carrera en China y ya habían algunas empresas de Chile que me estaban ubicando, pero yo decidí primero terminar la carrera.
cultura y familia
- ¿Qué deberíamos copiar los chilenos a los chinos?
- Creo que hay muchas cosas. El respeto a los mayores, el compartir más en familia. China posee la población más grande del mundo, los hijos tienen mucha presión, los niños en China estudian gran parte del día y son cuidados mayormente por los abuelos, porque los padres trabajan. En una población tan numerosa, a los chinos les es difícil encontrar un buen trabajo, la competencia es gigantesca.
- ¿Le recomendarías a más gente que se vaya a China?
- Recomiendo que la gente visite China, es un país hermoso, la cultura es muy rica al igual que la comida. Es un país que tiene cosas buenas y malas como en todos lados, es muy grande y tiene mucho para recorrer. Tiene ciudades muy modernas y es un país que aspira a ser desarrollado. Es bastante seguro. De todas manera, saber el idioma es más que necesario.