Fue la estrella infantil más famosa de la historia del cine y su recuerdo se mantuvo vigente a pesar de las décadas transcurridas desde su época de gloria. Shirley Temple, la recordada actriz de rizos dorados y hoyuelos que conquistó al mundo durante la Gran Depresión, murió a los 85 años. Conocida en su vida privada como Shirley Temple Black, falleció la noche del lunes en su casa ubicada cerca de San Francisco, rodeada por su familia.
"Le saludamos por una vida de notables logros como actriz, diplomática, y lo más importante, como nuestra querida madre, abuela, bisabuela y adorada esposa durante 55 años del desaparecido y muy apreciado Charles Alden Black", dijo la familia a través de un comunicado en el cual no indicó la causa de muerte.
Carrera juvenil
Carrera juvenil
Temple fue la atracción más taquillera del cine estadounidense entre 1935 y 1938, una marca que ninguna otra estrella infantil ha logrado en la historia. Fue más popular que Clark Gable, Bing Crosby, Robert Taylor, Gary Cooper y Joan Crawford. Tanto así que ayudó a salvar de la quiebra a la 20th Century Fox con películas como "La simpática huerfanita" y "La pequeña rebelde". En 1999, el Instituto Estadounidense del Cine la incluyó entre las 50 leyendas del cine en el lugar 18.
Nacida en Santa Mónica, Temple tenía poco más de 3 años cuando debutó en el cine en 1932 en los "Baby Burlesks", una serie de cortometrajes en los que pequeños actores parodiaban películas de adultos, a veces con resultados riesgosos. Pero ella llamó la atención por su talento y le comenzaron a ofrecer los papeles que la llevarían a la fama. Era "absolutamente sorprendente, lo más maravilloso del mundo", recordó una vez en una entrevista el realizador Allan Dwan, quien la dirigió en sus primeros años.
La pequeña rápidamente se convirtió en una sensación nacional. Las madres vestían a sus hijas como ella, y hasta salió una línea de muñecas que ahora son valiosas piezas de colección. Su inmensa popularidad llevó al presidente Franklin D. Roosevelt a decir que "mientras nuestro país tenga a Shirley Temple, estaremos bien". "Cuando los ánimos de la gente están más bajos que en ningún otro momento durante esta Depresión, es algo espléndido que por apenas 15 centavos un estadounidense pueda ver una película y ver el rostro sonriente de una niña y olvidar sus problemas", expresó Roosevelt.
Trabajó con el gran bailarín negro Bill "Bojangles" Robinson en dos películas de 1935 con tema de la Guerra Civil: "La pequeña coronela" y "La pequeña rebelde". Su número de tap en unas escaleras en la primera cinta se convirtió en un hito en la historia de la danza en el cine. En 1935 ganó un Oscar especial por su "excepcional contribución al entretenimiento de la pantalla" en el año previo.
Adiós al cine
Adiós al cine
Luego de años en la cima de la popularidad, mantener ese nivel de estrellato fue difícil para ella y sus productores. La propuesta para hacer de Dorothy en "El mago de Oz" no dio resultado, pues el jefe de la 20th Century Fox, Darryl Zanuck, se negó a ceder a su estrella más importante. Y "La princesita" de 1939 y "El pájaro azul" de 1940 no atrajeron grandes multitudes, después de lo cual los estudios no le renovaron el contrato.
La actriz llegó a ser una bella joven, pero el público perdió interés en ella, por lo que decidió retirarse a los 21 años. Formó una familia (tuvo dos maridos y tres hijos), y se pasó a la televisión para presentar 16 especiales llamados "Shirley Temple"s Storybook" en la ABC. En 1960, se unió a la NBC para transmitir "The Shirley Temple Show".
Su carrera en el cine y en la televisión terminó definitivamente cuando saltó a la política, gracias a lo cual ocupó varios cargos diplomáticos bajo gobiernos republicanos, entre ellos el de embajadora en la ex Checoslovaquia en 1989 (Ver recuadro).
Aunque a principios de los 60 se retiró de la industria del cine, su interés por la política pronto la trajo de nuevo a la luz pública. Se postuló al Congreso en 1967 por un cupo republicano, pero perdió. Luego Richard Nixon la designó miembro de la delegación estadounidense de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En los "70, fue embajadora de EE.UU. en Ghana y luego jefa de protocolo del Departamento de Estado. También sirvió como embajadora en la ex Checoslovaquia, donde un poco después de su llegada en 1989, el gobierno comunista cayó al derrumbarse la Cortina de Hierro.